Córdoba
No a los despidos a plazo fijo
Por Adrián Peryam
Lejos
ya de ser un pronóstico, la crisis mundial llegó a la
economía real generando gran cantidad de despidos y
suspensiones en las distintas fábricas de automóviles y en
las autopartistas.
Ya pasaron más de 40 días de los primeros 350 despidos en
Renault. Pero en este tiempo, las patronales no sólo
avanzaron con suspensiones de contratados, sino que los
despidos dejaron de ser en cuenta gotas para pasar a
despidos masivos, forma muchas veces encubiertas
producto de la fragmentación interna de las fábricas.
Schiaretti pone plata para los empresarios
El gobierno de Schiaretti se refugia de la crisis detrás
del gobierno nacional. Ante los interrogatorios sobre qué
iba a hacer frente a los despidos fue clarito: “no pueden
pretender que un gobierno provincial solucione la crisis
mundial”.
No obstante, la primera medida que toma frente a la crisis
es entregar un subsidio (luego del anuncio de las medidas
por parte del gobierno nacional) de $ 400 por trabajador
para las pequeñas y medianas industrias. Y la otra
declaración rimbombante que hizo frente a los despidos y
suspensiones de los últimos días fue amenazar de quitar
el subsidio a las grandes empresas si despedían gente, es
decir, se mostró “contrario” a los despidos.
El mismo gobernador señala todo lo que se les dio en estos
años a las patronales: "En Córdoba, donde han tenido
el respaldo del Estado, en vez de despedir a los
trabajadores, (espero) que encuentren mecanismos acordados
con el gremio para evitar los despidos. No debo decir yo cuáles
son los mejores mecanismos...".
Y, al mismo tiempo, reconoció todos los beneficios que el
estado cordobés otorgó a las grandes empresas:
"Tienen reducción de los impuestos, no pagan por las
nuevas inversiones... tienen un subsidio de 400 pesos por
mes durante dos años por cada puesto de trabajo que han
incorporado y tienen reducción del costo de la energía eléctrica".
El temor a los
desbordes
Pero el gobierno de Schiaretti recién apareció cuando
comenzaron las movilizaciones de los trabajadores. Su
aparición es producto de las primeras protestas por parte
de los trabajadores, en algunos lados completamente
controlados por la burocracia (como en el caso de VW, ver
nota aparte), pero en otros con elementos de desborde
como en Iveco. Esto ocurrió cuando unos 500
trabajadores cortaron la ruta y se fueron a la Secretaría
de Trabajo a exigir por los 42 despidos de personal eventual
y los 360 puestos de trabajadores contratados a plazo fijo
cuyo contrato vence el 30 de enero, además de estar toda la
planta suspendida.
Al gobierno le cae muy mal que haya despidos. Todavía
quieren mostrar el mérito de todo lo que hicieron por la
reactivación económica K. Y que haya despidos, sobre todo
a fin de año, puede jugarle una muy mala pasada.
La hipocresía de Schiaretti es interminable, nada dice de
la gran cantidad de despedidos que hay en fábricas chicas,
ni de todas las fábricas enteras que fueron suspendidas y
cesanteadas y de cientos de trabajadores que son despedidos
justificándolos con cualquier excusa. Ante esto se “hacen
los osos” y no dicen una sola palabra.
Lo concreto (hasta el cierre de esta edición) es que el
gobierno llama a conciliación obligatoria en Iveco,
mientras mantiene negociaciones por Gestamp (en la que
despidieron 250 trabajadores) y Volkswagen (en la que se habían
anunciado 368 despidos).
La burocracia del
SMATA
Ante esta situación, el SMATA tiene un discurso y una
actuación similar a la del gobierno: toda su pelea se
limita a administrar los despidos: no les preocupa
que se suspenda, que se pague menos, que no se den horas
extras; la pelea es por administrar de alguna manera los
despidos y dentro de eso, fundamentalmente, hacia la
planta de efectivos. Como dijo un delegado de Gestamp a
los trabajadores contratados despedidos que protestaban
frente a la planta: “el sindicato no va a hacer nada
por ustedes”. Mas claro, agua.
Nada hace la burocracia para unificar las luchas de los
distintos sectores. Fueron los trabajadores de Iveco, y los
despedidos de Gestamp, los que lograron hacer unidad. Porque
nadie apostaba a hacer algo de conjunto, ni siquiera Gestamp.
Todos iban a la marcha del miércoles, pero ésta se vio
adelantada de hecho por la presión que metió la gente de
Iveco, a la que luego, dando vuelta su posición, se sumaron
los de Gestamp.
El SMATA en ningún momento se mostró interesado en salir
a enfrentar el ataque que vienen dando las patronales: todo
lo contrario: su rol es apagarle el incendio a las
patronales. Llaman a confiar a una conciliación
obligatoria, y a la negociación del gobierno con las
empresas, y se hacen los “giles” aun sabiendo que las
conciliaciones pueden llegar a coincidir con las vacaciones
de los trabajadores, para que la patronal con sus eficientes
consultoras, como en Gestamp, dejen al tendal.
Pero la conciliación tampoco es una salida para la crisis
actual. La utilizan para zafar, para ganar tiempo. Pero es sólo
por un rato... ya que se vienen anunciando gran cantidad de
despidos y suspensiones en toda la industria de Córdoba
para el año que viene que se sumarían a los 1.500
trabajadores cesanteados en los últimos 45 días.
Unidad para frenar los despidos
Para poder ganar los trabajadores debemos romper todas
las divisiones que la alianza
patronal-gobierno-consultoras y sindicatos vienen haciendo.
No se puede confiar en la gente del SMATA a los que únicamente
les interesa que el momento pase sin que los trabajadores
hagan algo en serio, defendiendo únicamente los intereses
de las patronales..
Por eso es preciso lograr toda la unidad de todos los
sectores de la fábrica. Todos peleamos por lo mismo. No hay
que seguir separando entre contratado eventual, contratado a
plazo fijo, efectivo, contratado de tercerizada, etc. Todos
formamos parte de las plantas.
Al mismo tiempo, no alcanza con una conciliación
obligatoria, ni que nos den “suspensiones” (en realidad,
en la mayor parte de los casos, despidos a plazo fijo) al
75%: es necesario pelear por ningún despido y ninguna
suspensión. Que las empresas abran los libros
contables. Que muestren lo que facturaron todos estos años
que vivieron a base de subsidios. Que sean ellos lo que
paguen la crisis.
Todos los trabajadores adentro, todos tenemos que trabajar.
Y para lograrlo, es necesario que haya un paro general por
tiempo indeterminado hasta conseguir que se dé vuelta todo
despido y toda suspensión en todo el gremio de las
automotrices y sus derivados como son las autopartistas.
.Schiaretti reprocha a las
automotrices por los despidos. www.lavoz.com.ar
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