Latinoamérica
La
llave la tienen las clases obreras de Brasil y México
Hemos
escrito en otro lado que el traslado de la nueva situación
mundial abierta por la crisis económica a la lucha de
clases y a las distintas regiones del mundo no puede ni debe ser pensada mecánicamente1. Esto tiene
su expresión hoy en varios países de importancia en
Latinoamérica y es de importancia cardinal para la región
y nuestro país entenderlo. Ocurre que la crisis llega en
las circunstancias políticas creadas por una coyuntura
regional marcada por la emergencia de oposiciones
burguesas reaccionarias que vienen polarizando la escena
política con los gobiernos “progresistas”, lo que
parece todavía seguir ocurriendo en Venezuela, Bolivia o
mismo la Argentina, más allá de las desigualdades de los
casos. Así, está en juego precisamente en qué medida, con
el “desembarco” de la crisis económica en la región,
finalmente la clase obrera logrará romper esta polarización patronal que los ha venido dejando en el
último período como “fuera de la escena” logrando
hacer un reingreso como actor central de la situación política.
Hace
unas semanas decíamos: “No podemos desarrollar aquí el
posible impacto de la crisis económica mundial sobre el
ciclo de rebeliones populares latinoamericano, el que venía
atravesando una coyuntura regional de creciente polarización
entre los gobiernos ‘progresistas’ y las emergentes
oposiciones burguesas de derecha. ¿Qué panorama se abre de
aquí en más? No es posible todavía dar una respuesta
categórica. Si por un lado esas fuerzas de oposición
neoliberal podrían aparecer ahora deslegitimadas, no por
ello cabe esperar el traslado mecánico e inmediato a la
lucha de clases, torciendo la coyuntura a favor de la clase
trabajadora”2.
En
todo caso lo más importante en el panorama latinoamericano,
lo que realmente sería decisivo para que se produzca un
salto cualitativo, es que los pesos pesados de la región, México,
y fundamentalmente él Brasil, finalmente se desestabilicen.
Si esto ocurriera, está claro que categóricamente
significaría un barajar
y dar de nuevo. Y precisamente, justo en el momento que
escribimos este texto, están llegando noticias de que en
diciembre pasado fue para Brasil el mes con más despidos en
los últimos años: ¡algo
en torno a la friolera de 650.000 trabajadores dejados en la
calle! Al tiempo, han comenzado a haber movilizaciones
obreras como el caso de la paralización por unas horas de
la General Motors en San Pablo, entre otras.
En
síntesis: la región está atravesada por una contradicción
entre sus tendencias recientes a una “inclinación” política
más hacia la derecha y la situación material creada por la crisis económica mundial más dramática
desde los años ‘30. Esta situación podría llevar el péndulo
político hacia una renovada
emergencia de la lucha de los trabajadores en medio de
un más o menos difuso nuevo giro hacia la izquierda del péndulo
político.
Notas:
1-
Ver Roberto Sáenz, “El retorno del viejo fantasma”,
revista SOB n°22.
2-
Revista SOB n°22, ídem.
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