Reportaje
a un trabajador de Envases del Pata realizado por A. y S.
Zona Oeste
Resistiendo a los despidos y a la rebaja salarial
SoB:
Contános un poquito sobre la fábrica, ¿qué producen y qué
cantidad de trabajadores hay?
Compañero:
Nosotros hacemos todo lo que sea envases de aluminio,
hacemos bandejas, los envases de desodorantes, los papeles
de los cigarrillos, etc.
La
empresa exporta el 25% de la producción, principalmente
trabaja con una empresa multinacional, que se llama Unilever
que son los dueños de todo, tienen el monopolio de los
productos de limpieza y de higiene personal, también los
caldos Knorr, etc.
En
la planta de acá del Palomar hay 400 obreros y también hay
otra planta en San Luis.
Trabajamos
con un sistema de trabajo que se llama “americano”, es
decir trabajamos cuatro días y descansamos dos, las
jornadas son de doce horas por día, de seis de la mañana a
seis de la tarde, y el otro turno es de seis de la tarde a
seis de la mañana, sin rotación, con turnos fijos.
SoB:
¿Cómo fue el inicio y el desarrollo de
este último conflicto?
C.:
Con el conflicto del campo ya se empezaron a sentir las
consecuencias en la fábrica. Porque la fábrica tenía
problemas con el abastecimiento de la materia prima en la
planta de San Luis que es donde está la fundición.
Entonces ahí empezaron las vacaciones adelantadas y las
suspensiones y como nosotros teníamos unos delegados que no
hacían nada, te la tenías que comer. Después con el tema
de la crisis ahí sí que se empezó a sentirse más la
cosa. Igualmente, yo creo que la empresa no tiene crisis, pero aprovecha. La empresa
aprovechó la ocasión para intentar cambiar el turno, lo
que implicaba una rebaja salarial del 50%. Nosotros no íbamos
a aceptar esto tan fácilmente, entonces la empresa empezó
a suspender trabajadores, todas las semanas suspendía a 100
trabajadores más o menos, principalmente a los más
activistas. Empezamos con las asambleas para ver qué hacíamos.
En el medio de todo esto hay elecciones al sindicato donde
gana la lista que está ahora, yo quería que ganara la otra
lista, que era opositora. Después, el 17 de diciembre hubo
elección de delegados acá en la fábrica y nosotros
exigimos mediante asambleas que las elecciones sean limpias
porque en las del año pasado, el sindicato no le dio los
avales a la lista opositora que se iba a presentar. El
resultado de las últimas elecciones fue que de
15 delegados que tiene en total la fábrica, hay 12 nuevos,
que son independientes, que tiran para los obreros, nada que
ver con la burocracia, una experiencia distinta.
Estos
nuevos delegados hacen la denuncia al Ministerio de las
suspensiones y que nos querían cambiar el turno. La empresa
les dice que tenemos que elegir entre este cambio de turno
ó 60 compañeros afuera, que la empresa está en crisis.
Entonces vamos al Ministerio de Trabajo de Morón a una
audiencia y nuestros delegados le piden a la empresa que
abra los libros contables para que realmente se constate que
la empresa está en crisis y al otro día (30 de diciembre) la empresa responde con 12 despidos. A las 6 de la tarde hacemos una
asamblea donde estábamos todos y ahí le paramos la planta.
Le paramos todo, desde los albañiles, todo, la gente re
bien, no hubo ningún carnero.
SoB:
¿Cómo fue el paro y qué apoyo tuvieron del sindicato?
C.:
El paro duró una semana, lo hicimos adentro del portón,
marcábamos tarjeta, pero no entrábamos a la planta porque
si se rompía una máquina, nos podían acusar de sabotaje.
Y con esta excusa la patronal te hecha más gente. Hicimos
olla popular, etc. El sindicato lo único que nos dio fue sólo
unos chorizos un día.
El
paro duró una semana y nuestra consigna era: todos adentro.
El Ministerio dicta la conciliación obligatoria una semana
después y manda un inspector para que corrobore que los
despedidos entran y que nosotros levantamos el paro. Pero
cuando vamos a entrar, la
empresa no deja entrar a los despedidos.
SoB:
¿Cómo es actualmente la situación?
C.:
La situación actual es que de los 12 compañeros
despedidos, cuatro
decidieron irse, cuatro están adentro y cuatro licenciados,
es decir, no entran a trabajar, pero se les paga el salario.
Obviamente los cuatro
licenciados son los más activistas. Yo creo que el
sindicato es quien los mandó al muere.
Todavía
estamos en el marco de la conciliación obligatoria, el 30
de enero que es cuando termina la conciliación vamos a ver
qué pasa, porque si
no reincorporan a los compañeros, seguro que vamos al paro.
Por
otro lado los delegados están intentando negociar con la
patronal una rebaja de salario que no nos sea tan
desfavorable a cambio de que no haya más despidos. El
cambio de turno implicaría un cambio de sistema de trabajo
y una rebaja de salario, se pasaría a laburar turnos de
3x3. Es decir se estaría resignando un día de trabajo para
que labure otro compañero y así no habría despidos.
Igualmente todavía no tenemos nada decidido, porque todo
lo que decidamos va a ser por medio de asamblea. Lo que
sí tenemos en claro es que si no aceptamos esta propuesta
de la patronal, vamos a la guerra total, porque
ahí sí que va a haber despidos masivos.
SoB:
¿Al día de hoy qué conclusiones vas sacando de todos esos
procesos de lucha?
C.:
Creo que los trabajadores de Envases del Plata tenemos que
tomar un poquito más de conciencia de lo que está pasando,
del tema de la crisis, de lo que se viene, la importancia de
defender el puesto de trabajo, pensar en el salario pero con
todos adentro.
Lo
bueno que veo es que somos trabajadores todos de una
generación nueva y tenemos muchas ganas de hacer algo, de
ir para adelante, no sabemos bien cómo, pero ese
sentimiento está.
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