Córdoba: Automotriz IVECO

Cómo parar los despidos a plazo fijo

Por Adrián Peryam

El lunes 2 de febrero unos 200 trabajadores de la fábrica de camiones IVECO nuevamente salieron a las calles para protestar frente a los despidos a plazo fijo, realizando una caravana hacia el centro de la ciudad. La lucha de los compañeros puede marcar un camino para las otras fábricas que están en condiciones similares y tiene el potencial de servir de ejemplo, incluso, para las fábricas más pequeñas en las que los ataques patronales son aún mucho más salvajes que los de las grandes corporaciones.

La aparición en escena de trabajadores movilizados se da en un contexto en el que las automotrices no están trabajando normalmente ya que desde mediados de diciembre están prácticamente paradas.[1]

Los compañeros de IVECO ya han demostrado que su movilización puede cambiar la mano y eso quedó bien claro cuando el 1º de diciembre en forma autoconvocada (junto a un pequeño grupo de Gestamp), se sumaron a la movilización que la burocracia del SMATA llevaba adelante con los trabajadores de Volkswagen. Allí vieron cómo esa movilización obligó a que las patronales de todas las automotrices cordobesas junto al gobierno pactaran mantener a los contratados hasta el 31 de marzo con un salario que apenas supera los $1.000, suma que la empresa se hace cargo de algo más del 70% y el resto es pagado por el Estado.

Si esos trabajadores de IVECO no se hubiesen sumado a la movilización que sus pares de VW le arrancaron a la burocracia, la posibilidad de mantenerse en el verano en calidad de suspendido jamás hubiese existido y estarían en la casa sin absolutamente un peso.

El SMATA viene siendo socio del gobierno y las patronales ya que firmó los acuerdos empresa por empresa, separando el problema del conjunto y llevándolo a cada fábrica en particular siendo IVECO la última en acordar.

El acta que se firmó con IVECO el 14 de enero (a la que dos delegados se negaron a firmar y que casualmente son impedidos de entrar a la fábrica desde ese entonces) dice: “…la empresa (…) accede a la petición formulada por la representación sindical y el Sr. Secretario de Trabajo en el sentido de prorrogar hasta el día 31/3/09 los contratos mencionados considerándolos a ambos como contratos vencidos y debidamente preavisados, razón por lo que en la fecha antes indicada (31/03/09) se operará de pleno derecho y sin más trámite la extinción de tales contratos y por ende la desvinculación contractual del mencionado personal con la empresa. La empresa ofrece abonar a cada uno del personal a que se refiere el apartado anterior la suma de carácter no retributivo en concepto de asignación suspensión, en los términos del art. 223 bis LCT de pesos 1.350 mensuales…”. Esto fue lo firmado por el sindicato, más palabras no hacen falta.

Este tipo de acuerdos, junto a una política de retiros voluntarios que vienen llevando adelante las patronales automotrices logró que una parte de los trabajadores aceptaran esto y se fueran “solitos” de las fábricas.

Iveco, caso testigo contra los despidos y suspensiones

Indudablemente el certificado de defunción laboral anticipado que firmó la burocracia del SMATA y los trabajadores que firmaron el “retiro voluntario” no reventaron la lucha que los compañeros vienen llevando adelante y se están dando pasos importantes.

En la asamblea previa a la caravana al centro, se votó un plan de lucha consistente en ir al centro ese día para luego ir al sindicato[2]. Luego se votó una marcha para el miércoles 11 a la Casa de Gobierno provincial y participar de la marcha de los trabajadores de VW prevista para la segunda quincena de febrero.

Si bien esto es positivo para la lucha, hay varios obstáculos que los trabajadores debemos pasar.

La primera dificultad es la división interna en la fábrica, ya que la misma viene trabajando muy poco, de hecho no sólo trabaja una semana al mes, sino que los que trabajan son unos 200 empleados, sobre los aproximadamente 1.000 que venían haciéndolo. Entonces el primer obstáculo es el de cómo mantener un espacio de movilización y permanencia de los trabajadores en sus puestos de trabajo y buscar la forma de mantener un contacto permanente entre los trabajadores, tanto los efectivos como los contratados.

La unidad de los trabajadores es fundamental, hay que buscar esta unidad en todo momento y más en momentos en que la patronal intenta hacerse fuerte y no deja entrar a la planta a los dos delegados que se negaron a firmar el acta de la traición.

La patronal y la burocracia todo el tiempo buscan dividir y el no estar en el lugar de trabajo es la mayor división que enfrenta el movimiento obrero. Si no hay movilización, si los trabajadores abandonan o los sacan de sus puestos de trabajo, o se van a sus casas esperando que el sindicato o los delegados los llamen para ver qué hacer, es un problema grande.

Una posible solución a esto puede ser un acampe en puerta de fábrica u otro tipo de medida que mantenga a los trabajadores unidos en la planta, y no relajarnos con el alivio económico que significa el pago de las suspensiones, porque es pan para hoy y hambre para mañana.

Otros de los problemas es cómo garantizar una verdadera unidad de lucha con los trabajadores de las otras fábricas. En la asamblea realizada en puerta de fábrica del lunes 2 se votó que el sindicato llame a Asambleas tanto de IVECO como del gremio en general. Si bien esta política es correcta, sabemos que el sindicato no la va a garantizar, como bien gritaba un trabajador en el momento de la moción. Por tal motivo es bueno mantener la movilización permanente y comenzar a organizar encuentros con trabajadores de otras fábricas para dar una batalla de conjunto y no esperar que eso lo resuelva el SMATA.

Para ganar es necesario empezar a organizar no sólo a los trabajadores de IVECO, sino también ver cómo se puede unificar la lucha de ésta con las de las otras automotrices que hoy están suspendidas.

Los trabajadores de Iveco están dando un paso adelante y hay que apoyarlos con todas las fuerzas posibles para que triunfen. Para eso debemos trabajar también en ver la forma en la que las distintas organizaciones y sectores que venimos dando el apoyo a esta lucha aunemos un poco más nuestras fuerzas organizando un verdadero comité de lucha para ayudar en esta experiencia que vienen realizando los trabajadores.