Socialismo o Barbarie, periódico Nº 144, 05/02/09
 

 

 

 

 

 

Escándalo en Venezuela

La policía de una gobernación chavista
asesina dos obreros en desalojo de planta

Cuando aún sigue sin esclarecerse la muerte de tres dirigentes obreros del estado de Aragua – Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, asesinados por sicarios en noviembre pasado [1]–, otros dos compañeros obreros han caído en el brutal desalojo policial de la planta de Mitsubishi, en el estado Anzoátegui.

Javier Marcano, de 36 años, y Pedro Suárez, de 24, fueron abatidos cuando más de 100 trabajadores de Mitsubishi mantenían ocupadas las instalaciones de esa empresa, exigiendo el reenganche de 135 obreros tercerizados de Induservis, que presta servicios a la transnacional japonesa. Además, hay seis trabajadores heridos de bala y otros con golpes y perdigones.

Esta vez, no hay ningún “misterio” en el asesinato de los luchadores. Cayeron bajo las balas de la policía de Anzoátegui, que está bajo el mando del gobernador chavista de ese estado, Tarek William Saab. El desalojo fue ordenado por jueces que son también de ese estado.

Esta vez no pudo haber disculpa por la acción de sicarios anónimos, ni porque la gobernación esté en manos de algún “escuálido”, como fue el caso de la masacre de Aragua. Ahora, en este caso, los responsables materiales (la policía) e ideológicos (el gobernador y los jueces) están al descubierto.

Quizá por eso, a dos meses de lo de Aragua, esta nueva matanza tuvo una gran repercusión en todo el país, en el movimiento obrero y también en el aparato chavista, desde el estado Anzoátegui hasta la Asamblea Nacional y el mismo presidente. Esto se da, además, en plena campaña por el referéndum sobre la enmienda constitucional para habilitar la reelección de Chávez, que se vota el 15 de febrero.

El gobernador se apresuró a echarle la culpa a la policía. Chávez, por su parte, no calló durante cuatro días, como en la anterior ocasión, sino que también condenó el hecho de inmediato… aunque no asuma ninguna responsabilidad por él precedente que significa la impunidad que sigue rodeando la matanza de Aragua.

Finalmente, cinco agentes y un sub inspector fueron detenidos el lunes 2 por estar implicados en las muertes. “Con esta aprehensión, la impunidad queda derrotada”, enfatizó el gobernador Saab.

En verdad, las cosas son muy distintas de lo que opina el gobernador: hasta ahora, lo único que queda claro es que “el hilo se corta por lo más delgado”. En este caso, los policías que cumplieron las órdenes de arriba de desalojar Mitsubishi. Es que las responsabilidades abarcan también a los que dieron esas órdenes. A ese nivel “la impunidad” no quedó derrotada aún.

En Venezuela, como en cualquier otro país capitalista, las patronales están haciendo pagar la crisis a los trabajadores mediante despidos en masa. Los obreros –los de Mitsubishi y de todas las empresas– tienen todo el derecho de resistir esa condena a muerte por hambre que la barbarie capitalista quiere imponerles para preservar sus miserables ganancias.

En esta pelea, está perfectamente claro de qué lado se ubican las instituciones “bolivarianas” y sus autoridades: del lado de Mitsubshi y demás patronales. ¡Fueron ellas las que dieron la orden de desalojar!


Nota:

1 Ver Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 141, 04/12/08 o www.mas.org.ar/periodicos_2008/per_141al142/