Escándalo
en Venezuela
La
policía de una gobernación chavista
asesina dos obreros en desalojo de planta
Cuando aún
sigue sin esclarecerse la muerte de tres dirigentes obreros
del estado de Aragua – Richard Gallardo, Luis Hernández y
Carlos Requena, asesinados por sicarios en noviembre pasado
[1]–, otros dos compañeros obreros han caído en el
brutal desalojo policial de la planta de Mitsubishi, en
el estado Anzoátegui.
Javier
Marcano, de 36 años, y Pedro Suárez, de 24,
fueron abatidos cuando más de 100 trabajadores de
Mitsubishi mantenían ocupadas las instalaciones de esa
empresa, exigiendo el reenganche de 135 obreros tercerizados
de Induservis, que presta servicios a la transnacional
japonesa. Además, hay seis trabajadores heridos de bala y
otros con golpes y perdigones.
Esta vez,
no hay ningún “misterio” en el asesinato de los
luchadores. Cayeron bajo las balas de la policía de Anzoátegui,
que está bajo el mando del gobernador chavista de ese
estado, Tarek William Saab. El desalojo fue ordenado por
jueces que son también de ese estado.
Esta vez no
pudo haber disculpa por la acción de sicarios anónimos, ni
porque la gobernación esté en manos de algún “escuálido”,
como fue el caso de la masacre de Aragua. Ahora, en este
caso, los responsables materiales (la policía) e ideológicos
(el gobernador y los jueces) están al descubierto.
Quizá por
eso, a dos meses de lo de Aragua, esta nueva matanza tuvo
una gran repercusión en todo el país, en el movimiento
obrero y también en el aparato chavista, desde el estado
Anzoátegui hasta la Asamblea Nacional y el mismo
presidente. Esto se da, además, en plena campaña por el
referéndum sobre la enmienda constitucional para habilitar
la reelección de Chávez, que se vota el 15 de febrero.
El
gobernador se apresuró a echarle la culpa a la policía. Chávez,
por su parte, no calló durante cuatro días, como en la
anterior ocasión, sino que también condenó el hecho de
inmediato… aunque no asuma ninguna responsabilidad por él
precedente que significa la impunidad que sigue rodeando la
matanza de Aragua.
Finalmente,
cinco agentes y un sub inspector fueron detenidos el lunes 2
por estar implicados en las muertes. “Con esta aprehensión,
la impunidad queda derrotada”, enfatizó el gobernador
Saab.
En verdad,
las cosas son muy distintas de lo que opina el gobernador:
hasta ahora, lo único que queda claro es que
“el hilo se corta por lo más delgado”. En este
caso, los policías que cumplieron las órdenes de arriba de
desalojar Mitsubishi. Es que las responsabilidades abarcan
también a los que dieron esas órdenes. A ese nivel “la
impunidad” no quedó derrotada aún.
En
Venezuela, como en cualquier otro país capitalista, las
patronales están haciendo pagar la crisis a los
trabajadores mediante despidos en masa. Los obreros –los
de Mitsubishi y de todas las empresas– tienen todo el
derecho de resistir esa condena a muerte por hambre que
la barbarie capitalista quiere imponerles para preservar sus
miserables ganancias.
En esta
pelea, está perfectamente claro de qué lado se ubican
las instituciones “bolivarianas” y sus autoridades: del
lado de Mitsubshi y demás patronales. ¡Fueron ellas las
que dieron la orden de desalojar!
Nota:
1
Ver Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 141,
04/12/08 o www.mas.org.ar/periodicos_2008/per_141al142/
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