Por el triunfo de la lucha de
los docentes de Neuquén y Río Negro
Sí al
salario. No a la impunidad
Por Sergio Revelli
Los docentes neuquinos, a la par
de los rionegrinos, están llevando adelante una heroica
lucha por salario y ponen sobre la mesa la
necesidad de salir a enfrentar los planes de ajuste de
Cristina y los gobernadores Sapag y Saiz.
Hasta ahora la respuesta de los
gobiernos provinciales y el nacional fue sostener a
rajatabla que no iba
a haber un peso para el salario, con la excusa de que la
crisis mundial les impide destinar más fondos para educación.
Pero a la política de ajuste y
confrontación con el reclamo de los docentes ahora se le
sumó otro ataque, que golpea de lleno a la causa bien
sentida por los docentes de esta zona, que es el castigo a
los responsables del asesinato de Carlos Fuentealba: el
sobreseimiento de 14 policías imputados en la causa de
Carlos fue un baldazo de agua fría en medio de la lucha.
Frente a este ataque global del
gobierno y la justicia que dice no
al salario y sí a la impunidad, es necesario pasar en
limpio por qué se llegó a esta situación y cuál fue la
política de la burocracia de ATEN, que en todos los planos
tendió a contener la lucha y no a impulsarla y
desarrollarla, confiando en el gobierno y la justicia
burguesa. Un plan de lucha tiene que estar atado a discutir otra estrategia política,
ya que la orientación propuesta por la conducción llevó a
los docentes a un callejón sin salida.
Desbordar a la burocracia de la
contención
Frente al reclamo la última
oferta realizada por el gobierno neuquino fue una verdadera
burla, casi una
provocación: 100
pesos en negro por única vez y sólo para aquellos docentes
que tengan hijos en edad escolar, en concepto de ayuda
económica para útiles escolares. Esto fue rechazado de
plano por los docentes, que continúan con el plan de lucha.
Sectores del activismo ven que
la confianza que ha depositado la conducción de ATEN en el
gobierno de Sapag ha desarmado la movilización. Se confió
más en la “mesa por el salario” para sentarse a
discutir con el gobierno que en salir a luchar en serio, con
movilizaciones que apunten a confrontar con el gobierno de
Sapag y los K. De hecho hubo, prácticamente todo el año
pasado, una especie de pacto social entre ATEN y el
gobierno.
Hoy ATEN sale a cacarear contra
Sapag, luego de haber ido al pie una y otra vez. Para el
nuevo MAS los trabajadores de la educación de Neuquén
deben desbordar la contención que imponen los “cuerpos
orgánicos” de la burocracia del gremio, y no
aceptar que las decisiones tomadas en la asamblea después
sean modificadas en los plenarios de secretarios generales y
denunciar la trampa de la CTERA de no llamar a un paro
nacional docente.
La política de CTERA de “que
cada provincia haga su plan de lucha” es desarmar la
pelea, es esconder bajo la alfombra que los docentes de todo
el país necesitan un plan de lucha unificado para lograr la
recomposición salarial. La CTERA transa migajas con
el Gobierno K a espalda de los maestros. La política de
CTERA hoy sólo sirve para que los conflictos de los
docentes de Neuquén, y sus pares rionegrinos, sean
derrotados. ¡Más que nunca impulsar la lucha desde abajo,
coordinarla con todos los sectores en lucha y exigir un paro
nacional a CTERA!
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