Wasiejko no es “Mostaza” Merlo. FATE, Firestone y
Pirelli no son el
Racing Club
No al paso a paso de
Pedro
Por Rodolfo F. Torres
En junio del 2006 se terminó
firmando el nuevo convenio que dejó sin efecto y cambió
totalmente el viejo convenio del ‘75. Este nuevo convenio
tendría duración por dos años, desde el momento de su
homologación. Por distintos motivos se homologó recién el
1º marzo del 2007, por tanto hasta marzo de este año la
discusión convencional estuvo cerrada y los trabajadores,
regidos por el convenio 486/07 casi por tres años. En las
últimas semanas se empezó a conocer cuál es la política
de Pedro Wasiejko y la Violeta de cara a la discusión de la
paritaria convencional.
La “idea” de la
Violeta
El año pasado, en el marco de la paritaria salarial y a
pedido de la seccional San Fernando, las patronales
“aceptaron” discutir sólo un punto de los reclamos de
condiciones de trabajo. Luego vino el conflicto y no se
discutió… nada de
condiciones laborales.
El año pasado las
empresas no estaban obligadas legalmente a hacerlo,
por eso discutir un solo punto era un logro o un avance.
Este año las cosas son completamente distintas: vence
el convenio y las partes están legalmente habilitadas para
hacerlo.
Ahora Pedro propone discutir un solo punto por empresa (el que cada fabrica eligió el año
pasado) y luego, en 6
meses, “ver si da para discutir el convenio”…
Argumenta que “discutir todo el convenio ahora implicaría
el peligro de despidos masivos”, y que por “el contexto
de la crisis económica internacional no es conveniente
discutir ahora”. Por lo tanto su propuesta es ir
paso a paso, o más bien, postergarlo todo hasta no se sabe
cuando, ya que el “primer paso” sería discutir un punto y dentro de 6 meses
vemos…
El “posibilismo”
de Wasiejko
Wasiejko antes de subirse ya se está bajando. Apela
siempre a la misma manera de pensar: pedir lo que parece
“lógico” y “posible”. Wasiejko y la CTA pertenecen
a una corriente política e ideológica que se conoce con el
nombre de posibilista.
Un ejemplo de su posibilismo en acción lo vimos el año
pasado. La primera gran discusión fue cuánto se pedía de
aumento: Wasiejko decía el 25% porque era lo que aparecía
como “posible”,
dado que era el techo que estaba poniendo el gobierno.
Finalmente se consensuó pedir el 35% y se consiguió el 28
%. Si se empezaba
como decía Pedro ¡seguro que se terminaba por debajo del
25%!
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué lo que parece de
“sentido común”, lo “posible”, los “más lógico”,
termina siempre en que los que pierden son los trabajadores?
Porque la lógica de lo posible y del sentido común choca
con el “sentido común” de
la empresa y de los empresarios, que es el obtener la
mayor ganancia posible al menor costo posible.
Y esta misma lógica es la que explica que las empresas
persigan a los trabajadores que luchan por sus derechos y
que no respete a los representantes democráticamente
elegido por los trabajadores y que no cumpla siquiera con
las leyes, las más de las veces redactadas en su propio
beneficio.
Entonces, pedir lo que parece “lógico” y “posible”
es pedir lo que el
sentido común de la empresa puede aceptar como lógico,
como posible y desde ahí, se negocie lo que se negocie,
siempre va a estar por debajo de la realidad de las
necesidades de los trabajadores.
El contexto
internacional: cómo y para qué se lo usa
Todos sabemos que hay una crisis económica muy profunda y
que inevitablemente va pegar en todos los países. Todos los
días la radio y la TV nos aturden con noticias de la
crisis, pero poco y nada se dice de los motivos y cuando se
da alguna explicación son muy superficiales y mentirosas.
Por ejemplo, el cuento chino que la crisis la produjeron 5
avaros y codiciosos de Wall Street.
La cuestión es que así la crisis se termina
naturalizando, como si fuese un fenómeno natural. Como,
por ejemplo, la lluvia: “llueve y llueve, ¿qué le vamos
a hacer?”. “Entonces quédate en tu casa, no hagas
nada...” Así razona también el
posibilismo que venimos criticando de Wasiejko.
Pero esto no es así. Para el nuevo MAS esta crisis no es
una crisis más: es
una crisis del sistema capitalista mundial. Es decir,
una crisis de ellos, de los capitalistas y patrones de todo
el mundo. Es su sistema el que cruje, el que nos decían que era el mejor y que
traería bienestar y prosperidad para todo el mundo.
Nosotros decimos que
la crisis la paguen los que la provocaron: los
capitalistas. Insistimos: la
provocaron ellos, se llenaron de plata a dos manos con la
explotación obrera durante décadas y décadas. ¡Ahora que
la paguen ellos!
Esta sencilla explicación y definición es clave porque si
no a la crisis se la termina naturaliza y se la trata como
la lluvia, que llueve para todos por igual. Para obreros y
patrones. Y no es así: primero, porque la
provocaron ellos. Y después, porque ellos tienen
incontables medios económicos y políticos no sólo para
zafar y aguantar, sino también para descargar la crisis
sobre nuestras espaldas.
¿Qué convenio se
necesita?
Nuestra opinión del convenio
vigente es la siguiente: es una porquería antiobrera.
En realidad, son tres convenios, es decir, son
convenios por empresa, porque las partes decisivas o más
importantes están en los anexos. Esto rompe con un concepto
básico de los convenios por rama y del precepto
constitucionalizado que dice que a
igual trabajo igual salario.
Es decir, en el actual convenio no hay categorías
por función desempeñada para la rama. Entonces se da la
situación que los trabajadores de bambury, que hacen la
misma tarea en las tres empresas, ganan distinto y así en
todos los puestos. Esto viene de lejos y es una conquista
histórica ¡pero de la patronal! Ya en el viejo convenio
101/75 ya había anexos por cada empresa.
No le podemos achacar todo a Wasiejko… La crítica a
Wasiejko en este punto es que lo toma como un hecho dado y
punto. No está dentro de su cabeza, ni de su estrategia,
lograr un convenio único par la actividad donde haya
categorías únicas para las tres empresas. No puede: su
razón de ser es ser funcional a los patrones.
Ahora bien, el convenio 486/07 es el de Wasiejko y para él
es “muy bueno” y fue “un gran logro”. Para nosotros
la verdad es la contraria, como ya hemos señalado, este
convenio es una porquería antiobrera.
Ya está hecha la crítica general, ahora pasemos a la
“particular”. Este
convenio avanza en la segmentación y en la flexibilización
laboral a escalas inauditas: ¡es
uno de los convenios más flexibilizador del país! La
primera gran diferencia con el convenio del 75 es que no existía el trabajo continuo: éste fue
otro triunfo histórico de la patronal que lo impuso durante
los ‘90. El trabajo continuo y el
cambio en la forma de organización del trabajo (llámese
células en FATE o Kaizen en Firestone) significó
arrancarle a los trabajadores una productividad y un aumento
enorme en la explotación del trabajo.
La patronal logró derrotar una a una las luchas de los 90
(cierres de la Goodyear, Fate en el 91, Pirelli, etc.) e
imponer todas esos cambios antiobreros. El
convenio 486/07 legalizó todos esos los avances conseguidos
por las empresas. ¡Un verdadero escándalo!
Los trabajadores del neumático deben tener como estrategia
un nuevo convenio que
unifique a todos los trabajadores del gremio en condiciones
laborales y en escala salarial y que termine con la
flexibilización laboral, es decir, con el trabajo continúo
sin afectar el salario.
La
estrategia debe ser liquidar el convenio flexibilizador
Está claro que no se va a conseguir de una sola vez
cambiar todo y tirar abajo el convenio flexible 486/07. Pero
esa debe ser la estrategia y la patronal debe saber que es
lo que los trabajadores quieren: acabar
con un convenio de supe explotación que sólo les conviene
a ellas.
Los trabajadores tienen el derecho y la posibilidad, que se
da cada tanto, de plantar bandera alrededor de qué convenio
quieren. Y en la perspectiva de cambiar el actual convenio
se deben plantear inmediatamente la
mayor cantidad de modificaciones posibles. A esta
oportunidad no se la puede desaprovechar. Plantear la mayor
cantidad de puntos y sobre todo los más sentidos por el
conjunto de la base del gremio, teniendo la estrategia de
tener un convenio totalmente distinto.
Claro que sabemos que esto no quiere decir que mañana se
lo vaya a conseguir: eso
va a depender de la relación de fuerza entre los
trabajadores y las empresas en el contexto de cómo
evolucione el país. Por eso cada paso se debe evaluar
responsablemente y en asamblea de fábrica y general del
gremio. Pero si se empieza desde el vamos tirando la toalla
como pretende Wasiejko, ¡es
obvio que no se va a conseguir nada!
El primer paso es lograr que los trabajadores de las tres
empresas se expresen y pongan sobre la mesa de discusión
sus reivindicaciones convencionales más sentidas.
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