Socialismo o Barbarie, periódico Nº 147, 19/03/09
 

 

 

 

 

 

Wasiejko no es “Mostaza” Merlo. FATE, Firestone y Pirelli no son el Racing Club

No al paso a paso de Pedro

Por Rodolfo F. Torres

En junio del 2006 se terminó firmando el nuevo convenio que dejó sin efecto y cambió totalmente el viejo convenio del ‘75. Este nuevo convenio tendría duración por dos años, desde el momento de su homologación. Por distintos motivos se homologó recién el 1º marzo del 2007, por tanto hasta marzo de este año la discusión convencional estuvo cerrada y los trabajadores, regidos por el convenio 486/07 casi por tres años. En las últimas semanas se empezó a conocer cuál es la política de Pedro Wasiejko y la Violeta de cara a la discusión de la paritaria convencional.

La “idea” de la Violeta

El año pasado, en el marco de la paritaria salarial y a pedido de la seccional San Fernando, las patronales “aceptaron” discutir sólo un punto de los reclamos de condiciones de trabajo. Luego vino el conflicto y no se discutió… nada de condiciones laborales. El año pasado las empresas no estaban obligadas legalmente a hacerlo, por eso discutir un solo punto era un logro o un avance. Este año las cosas son completamente distintas: vence el convenio y las partes están legalmente habilitadas para hacerlo.

Ahora Pedro propone discutir un solo punto por empresa (el que cada fabrica eligió el año pasado) y luego, en 6 meses, “ver si da para discutir el convenio”… Argumenta que “discutir todo el convenio ahora implicaría el peligro de despidos masivos”, y que por “el contexto de la crisis económica internacional no es conveniente discutir ahora”. Por lo tanto su propuesta es ir paso a paso, o más bien, postergarlo todo hasta no se sabe cuando, ya que el “primer paso” sería discutir un punto y dentro de 6 meses vemos…

El “posibilismo” de Wasiejko

Wasiejko antes de subirse ya se está bajando. Apela siempre a la misma manera de pensar: pedir lo que parece “lógico” y “posible”. Wasiejko y la CTA pertenecen a una corriente política e ideológica que se conoce con el nombre de posibilista.

Un ejemplo de su posibilismo en acción lo vimos el año pasado. La primera gran discusión fue cuánto se pedía de aumento: Wasiejko decía el 25% porque era lo que aparecía como “posible”, dado que era el techo que estaba poniendo el gobierno. Finalmente se consensuó pedir el 35% y se consiguió el 28 %. Si se empezaba como decía Pedro ¡seguro que se terminaba por debajo del 25%!

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué lo que parece de “sentido común”, lo “posible”, los “más lógico”, termina siempre en que los que pierden son los trabajadores? Porque la lógica de lo posible y del sentido común choca con el “sentido común” de la empresa y de los empresarios, que es el obtener la mayor ganancia posible al menor costo posible.

Y esta misma lógica es la que explica que las empresas persigan a los trabajadores que luchan por sus derechos y que no respete a los representantes democráticamente elegido por los trabajadores y que no cumpla siquiera con las leyes, las más de las veces redactadas en su propio beneficio.

Entonces, pedir lo que parece “lógico” y “posible” es pedir lo que el sentido común de la empresa puede aceptar como lógico, como posible y desde ahí, se negocie lo que se negocie, siempre va a estar por debajo de la realidad de las necesidades de los trabajadores.

El contexto internacional: cómo y para qué se lo usa

Todos sabemos que hay una crisis económica muy profunda y que inevitablemente va pegar en todos los países. Todos los días la radio y la TV nos aturden con noticias de la crisis, pero poco y nada se dice de los motivos y cuando se da alguna explicación son muy superficiales y mentirosas. Por ejemplo, el cuento chino que la crisis la produjeron 5 avaros y codiciosos de Wall Street.

La cuestión es que así la crisis se termina naturalizando, como si fuese un fenómeno natural. Como, por ejemplo, la lluvia: “llueve y llueve, ¿qué le vamos a hacer?”. “Entonces quédate en tu casa, no hagas nada...” Así razona también el posibilismo que venimos criticando de Wasiejko.

Pero esto no es así. Para el nuevo MAS esta crisis no es una crisis más: es una crisis del sistema capitalista mundial. Es decir, una crisis de ellos, de los capitalistas y patrones de todo el mundo. Es su sistema el que cruje, el que nos decían que era el mejor y que traería bienestar y prosperidad para todo el mundo.

Nosotros decimos que la crisis la paguen los que la provocaron: los capitalistas. Insistimos: la provocaron ellos, se llenaron de plata a dos manos con la explotación obrera durante décadas y décadas. ¡Ahora que la paguen ellos!

Esta sencilla explicación y definición es clave porque si no a la crisis se la termina naturaliza y se la trata como la lluvia, que llueve para todos por igual. Para obreros y patrones. Y no es así: primero, porque la provocaron ellos. Y después, porque ellos tienen incontables medios económicos y políticos no sólo para zafar y aguantar, sino también para descargar la crisis sobre nuestras espaldas.

¿Qué convenio se necesita?

Nuestra opinión del convenio vigente es la siguiente: es una porquería antiobrera. En realidad, son tres convenios, es decir, son convenios por empresa, porque las partes decisivas o más importantes están en los anexos. Esto rompe con un concepto básico de los convenios por rama y del precepto constitucionalizado que dice que a igual trabajo igual salario.

Es decir, en el actual convenio no hay categorías por función desempeñada para la rama. Entonces se da la situación que los trabajadores de bambury, que hacen la misma tarea en las tres empresas, ganan distinto y así en todos los puestos. Esto viene de lejos y es una conquista histórica ¡pero de la patronal! Ya en el viejo convenio 101/75 ya había anexos por cada empresa.

No le podemos achacar todo a Wasiejko… La crítica a Wasiejko en este punto es que lo toma como un hecho dado y punto. No está dentro de su cabeza, ni de su estrategia, lograr un convenio único par la actividad donde haya categorías únicas para las tres empresas. No puede: su razón de ser es ser funcional a los patrones.

Ahora bien, el convenio 486/07 es el de Wasiejko y para él es “muy bueno” y fue “un gran logro”. Para nosotros la verdad es la contraria, como ya hemos señalado, este convenio es una porquería antiobrera.

Ya está hecha la crítica general, ahora pasemos a la “particular”. Este convenio avanza en la segmentación y en la flexibilización laboral a escalas inauditas: ¡es uno de los convenios más flexibilizador del país! La primera gran diferencia con el convenio del 75 es que no existía el trabajo continuo: éste fue otro triunfo histórico de la patronal que lo impuso durante los ‘90. El trabajo continuo y el cambio en la forma de organización del trabajo (llámese células en FATE o Kaizen en Firestone) significó arrancarle a los trabajadores una productividad y un aumento enorme en la explotación del trabajo.

La patronal logró derrotar una a una las luchas de los 90 (cierres de la Goodyear, Fate en el 91, Pirelli, etc.) e imponer todas esos cambios antiobreros. El convenio 486/07 legalizó todos esos los avances conseguidos por las empresas. ¡Un verdadero escándalo!

Los trabajadores del neumático deben tener como estrategia un nuevo convenio que unifique a todos los trabajadores del gremio en condiciones laborales y en escala salarial y que termine con la flexibilización laboral, es decir, con el trabajo continúo sin afectar el salario.

La estrategia debe ser liquidar el convenio flexibilizador

Está claro que no se va a conseguir de una sola vez cambiar todo y tirar abajo el convenio flexible 486/07. Pero esa debe ser la estrategia y la patronal debe saber que es lo que los trabajadores quieren: acabar con un convenio de supe explotación que sólo les conviene a ellas.

Los trabajadores tienen el derecho y la posibilidad, que se da cada tanto, de plantar bandera alrededor de qué convenio quieren. Y en la perspectiva de cambiar el actual convenio se deben plantear inmediatamente la mayor cantidad de modificaciones posibles. A esta oportunidad no se la puede desaprovechar. Plantear la mayor cantidad de puntos y sobre todo los más sentidos por el conjunto de la base del gremio, teniendo la estrategia de tener un convenio totalmente distinto.

Claro que sabemos que esto no quiere decir que mañana se lo vaya a conseguir: eso va a depender de la relación de fuerza entre los trabajadores y las empresas en el contexto de cómo evolucione el país. Por eso cada paso se debe evaluar responsablemente y en asamblea de fábrica y general del gremio. Pero si se empieza desde el vamos tirando la toalla como pretende Wasiejko, ¡es obvio que no se va a conseguir nada!

El primer paso es lograr que los trabajadores de las tres empresas se expresen y pongan sobre la mesa de discusión sus reivindicaciones convencionales más sentidas.