24 de marzo en Mar del Plata
Dos actos, tres convocatorias
Por Fernando Dantés
Frente a este nuevo aniversario del
golpe genocida se dieron en Mar del Plata serias discusiones
políticas sobre qué orientación darle a la convocatoria
del acto correspondiente. Estuvo clara desde el principio la
absoluta imposibilidad para las corrientes de izquierda de
hacer cualquier llamado en común con las organizaciones de
derechos humanos históricas (Madres, Hijos, etc.). No
solamente porque no estaban dispuestas a moverse un milímetro
de su furiosa política oficialista, sino también porque
decían abiertamente que nadie tendría voz en “su” acto
salvo ellos. Ese acto no tendría más eje que el del
reclamo por el castigo a los genocidas de la dictadura y el
apoyo político (fervoroso o vergonzante) al gobierno.
Merece ser mencionado que el PCR fue parte
convocante de este acto de forma absolutamente acrítica. ¡No
contentos con su ya de por sí oportunista política de
apoyo a las patronales agrarias fueron absolutamente
inconsecuentes con ellos mismos y convocaron a un acto K con
la burocracia sindical de la CTA y con el aparato del PJ!
El acto independiente
Paralelamente a esta convocatoria fue organizado
desde la izquierda, sectores independientes y los
trabajadores de Leter en lucha, un acto independiente. Sin
embargo, no había unanimidad sobre qué
orientación
darle
a este acto. Desde el nuevo mas
sosteníamos que era
necesario jerarquizar la crisis capitalista y, en
consecuencia, marcar nuestra independencia de todo sector patronal. Si bien la consigna: ¡Que la
crisis la paguen los capitalistas! fue convocante, muchas
corrientes parecían considerarla de importancia menor y
cerraban la discusión en la campaña de la “mano dura”
o el gatillo fácil.
La convocatoria universitaria
De todas formas hubo un hecho que fue mucho más
llamativo. Si bien la existencia de dos actos generaba
cierta confusión, a nada aportó la convocatoria de las
corrientes universitarias a una marcha desde la Universidad.
Esta convocatoria estaba firmada por corrientes firmantes de
ambos actos y no llamaba a participar a ninguno de ellos.
Peor aún fue la ambigüedad política del llamado: la única
consigna que hacía referencia a un hecho político actual
era la del pedido de aparición con vida de Jorge J. López;
después de eso fue puro consignismo testimonial de los
aniversarios del golpe. Increíblemente, esta
convocatoria fue firmada entre otras, tanto por agrupaciones
fervientemente sojeras como son la CEPA y Tranquera
Abierta de Agrarias como por En Clave Roja-PTS,
que decía sostener la necesidad de un acto independiente.
Todo esto aportó a desarmar políticamente a la
vanguardia a la hora de entender cuál es la tarea política
fundamental que marcaba a este 24 de marzo: luchar por
enfrentar el ajuste, las suspensiones, los despidos, es
decir, porque la crisis la paguen los capitalistas.
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