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UNTER:
Nervi y Cía.
“La casa está en orden”
Por
Guillermo de Fivke Menuco
La
Presidenta y su gabinete pueden continuar su mandato por
unos meses más, sin grandes problemas políticos que
resolver, al menos en Río Negro y Neuquén, gracias a que
tienen a su lado, además de los políticos
“opositores”,
los dirigentes sindicales que le garantizan, paz
social y “felices Pascuas”.
La
visita, el 8 de abril en el desierto de Río Negro, para
inaugurar la tercera parte del asfalto de la ruta 23, fue sólo
la excusa para venir a darle todo su respaldo al gobernador
ante la embestida de los trabajadores de la educación que
dieron una clase
“casi” magistral de lucha contra la intransigencia
gubernamental. La misma intransigencia que tiene Sapag
pues apenas soltó la miseria de $ 150 ante el paro y la
amenaza de corte de ruta hecha por los docentes neuquinos.
Pero ahí también los dirigentes le “salvaron las
papas” al gobierno. Guagliardo [1] mostró que lo
único rojo que tiene es la barba, al salir a defender
la oferta salarial.
Nervi
y Cía. [2] desde el 23/02, mostraron claramente que no querían llegar hasta el fondo, cuando llevaron fardos de pasto
para cortar la ruta nacional 22 en Chichinales. Parece una
ironía pero no lo es. Desde el primer camión que arrasó
con el pasto y cuanto docente había en el asfalto, hasta el
corte en el cuello que sufrió un compañero en manos de dos
fascistas, la conducción de UNTER calló su voz, incluso
ante el fallecimiento de uno de los integrantes de la mesa
central; quedó solo como un accidente, sin relacionarlo con
el conflicto.
Se
salió a reclamar $
2.300 en blanco, no al descuento de los días de paro,
derogación de las resoluciones discriminatorias del
Ministerio de Educación. Salimos con $ 100 bonificables no
remunerativos, nos pagarían el 75 % de los días de huelgas
adelantando los haberes del mes de diciembre próximo, una
promesa de seguir discutiendo en paritarias el 25 % restante
y la derogación de las resoluciones. Debemos decir también,
que logramos que el resto de los estatales que se agrupan en
distintos gremios, le aumentaran $ 200 en negro.
Muy
poco para semejante huelga.
El
piquete: centralizó la
experiencia
Más
de 40 días en el piquete, permitió a los militantes de la
UNTER ver cómo los dirigentes iban para un lado y ellos
para el otro o mejor dicho ver cómo
los dirigentes y el gobierno hacían todo lo posible para
levantar ese curso acelerado de lucha. Los activistas
discutían cómo
enfrentar al gobierno hasta conseguir las demandas. Cientos
de trabajadores en su mayoría jóvenes, lucharon contra los
planes de hambre y miseria que nos impone el sistema
capitalista y su gobierno.
Queda
claro que los dirigentes sindicales, en su gran mayoría,
están para preservar
o defender este sistema de explotación, que cuando se
pone en riesgo el plan económico y social llevado adelante
por los gobiernos de turno, despliegan su experiencia, su
ingeniería y todo la estructura sindical, para frenar
o directamente traicionar el avance de los trabajadores en
lucha. En este sistema hacen su diferencia, muchos se
llenan de plata, otros se lo pasan de licencia durante años.
Casi
siempre es así. Los
trabajadores van para adelante y sus dirigentes, para atrás.
El piquete de Chichinales unificó
por primera vez en la historia del gremio, a todos los
sufridos militantes que año tras año salen a enfrentar al
gobierno y a su plan económico, pero solo con el paro y la
movilización. En una provincia donde las ciudades están
muy dispersas, hacía falta un lugar de concentración y de lucha. El corte permitió
actividades conjuntas, asambleas generales, discusiones políticas,
desarrollar tácticas y estrategias ante los ataques que se
sucedían día tras día, por parte de camioneros del
sindicato, patoteros del gobierno o de aquéllos que se hacían
los valientes y encaraban al piquete.
Con
el resultado a la vista, la conclusión debe ser que con lo
hecho tampoco alcanza. Hay
que cambiar a estos dirigentes por compañeros que acaten lo
que resuelve la base, por compañeros que estén
dispuestos a enfrentar al poder político y sus planes de
hambre, por compañeros que estén dispuestos a cambiar la
estructura del sindicato y su método de participación y
decisión, por compañeros que en definitiva estén
dispuestos a cambiar todo, porque como dice la canción, “el que no cambia todo, no cambia nada”.
Notas:
1- Marcelo Guagliardo, es el secretario general de ATEN
provincial
2- Nervi es el secretario general de la UNTER.
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