Socialismo o Barbarie, periódico Nº 149, 16/04/09
 

 

 

 

 

 

Elecciones de Consejo Resolutivo. Ganó la CEBA

El claustro estudiantil quedó en manos de la lucha

Por Ale K.

Los pasados días 8, 9 y 13 de abril se realizaron las elecciones para claustro estudiantil del nuevo Consejo Resolutivo del Colegio Nacional Buenos Aires. Los resultados arrojaron una rotunda victoria para la CEBA, con más del 30 por ciento de los votos.

Este Consejo se consiguió gracias a la lucha por la democratización que vienen dando los preuniversitarios desde el proceso del 2006, y que tuvo su pico en la toma del Pellegrini y del Buenos Aires durante el año 2007 (llevada a cabo contra la designación de rectores desde el Consejo Superior). Pese a esto, su conformación no es la que querían y habían votado los estudiantes y docentes de los preuniversitarios, porque el C.S. se negó a permitir que los nuevos Consejos pudieran elegir rector, que tuvieran una proporción de estudiantes más cercana a la paridad, etc.

Aún con estas limitaciones, el nuevo Consejo Resolutivo (conformado por 8 docentes, 4 estudiantes, 2 graduados y 1 no docente con voz pero sin voto) significa una cierta autonomía para las decisiones de los colegios en relación al Consejo Superior privatista, y por lo tanto un espacio más en el que el movimiento estudiantil debe dar la pelea por sus demandas. Así lo entendieron los estudiantes que participaron de la elección y le dieron el triunfo a la CEBA, permitiéndole meter 3 consejeros de los 4 que tiene el claustro estudiantil (el cuarto quedó en manos de la agrupación El Resto).

Los compañeros de la CEBA, que están al frente del Centro de Estudiantes, vienen impulsando la pelea en defensa del campo de deportes, contra los planes del C.S. de acordar con la Corporación Puerto Madero una “transferencia de títulos” funcional a la privatización (ver la nota “Un nuevo intento de acuerdo privatista” en SoB Nº 147). La rectora del Colegio, Virginia González Gass, había realizado una “contraoferta” igualmente privatista, y pretendía utilizar al nuevo Consejo Directivo para darle un barniz de legitimidad. La CEBA rechazó esta maniobra llamando a la movilización estudiantil, posición que fue aprobada en varias asambleas. Sin embargo, también se plantea la necesidad de dejar asentado el rechazo estudiantil adentro del Consejo Resolutivo: este fue uno de los ejes de la campaña de la CEBA, centrada en el repudio a la utilización del Consejo para legitimar la política de recursos propios y adaptación a la miseria presupuestaria que pretende la rectora.

El triunfo de la CEBA pone al claustro estudiantil del Consejo al servicio de la lucha contra González Gass y el Consejo Superior. Ni la UPC (agrupación pro-“diálogo contra las autoridades”), ni El Resto (con posiciones muy ambiguas sobre la rectora) servían para esta tarea. Por su parte, el FEL-PO viene en retroceso entre los estudiantes debido a su política de aparato, que lo llevó a ocupar un cómodo cuarto lugar en las elecciones. Los nuevos consejeros se someten a la voluntad de las asambleas de base, para dejar en claro que los verdaderos dueños de sus puestos son los estudiantes.