Declaración del Frente de la
Izquierda y los Trabajadores, Anticapitalista y
Socialista. PTS-MAS-Izquierda Socialista
¡Que la crisis la paguen los
capitalistas,
no los trabajadores!
Las elecciones de del 28 de junio se
realizan en el marco de una crisis de la economía
capitalista-imperialista mundial. La más grave crisis desde
los años 30 del siglo pasado. Nunca como ahora se muestra
que el capitalismo no va más. El imperialismo, con Barak
Obama a la cabeza, junto a los gobiernos capitalistas
pretenden que la crisis la paguen los trabajadores y no los
que la provocaron: los capitalistas, los banqueros, las
multinacionales, los terratenientes y sus organismos
financieros internacionales como el FMI, el BM o el BID.
La
crisis capitalista internacional se está descargando sobre
los trabajadores y los oprimidos de todo el mundo. Millones
están siendo arrastrados al desempleo y la miseria,
mientras los gobiernos de los países imperialistas inyectan
billones de dólares para el salvataje de grandes bancos y
empresas. La crisis golpea tanto a las finanzas como a la
producción y el comercio mundial. Rápidamente han quedado
en el olvido las afirmaciones que sostenían que era posible
“desacoplarse” de ella. En la reciente reunión del
llamado G 20 la principal resolución fue reforzar al FMI
con el fin de que intervenga en las economías más
endeudadas, con nuevos préstamos a cambio de los
tradicionales “ajustes” con despidos y bajas de salarios
que tan bien conocemos en nuestro país y América Latina.
La
resistencia a estas medidas también está comenzando. Ya
han caído gobiernos en Islandia, Letonia y República
Checa. Hemos visto movilizaciones populares masivas en
Grecia, Italia, Irlanda, Ucrania y Francia. En este último
país se extienden las ocupaciones de empresas con tomas de
rehenes de patrones y ejecutivos, un método de lucha
radicalizado que no se veía desde hace décadas, que cuenta
con importante apoyo popular y que está despertando el
temor de la burguesía europea. Sin embargo, para evitar que
los costos de la crisis sean pagados por el pueblo
trabajador será necesario responder en un terreno superior.
Frente
al desastre producido por el imperialismo, las
multinacionales y sus banqueros, ahora quieren hacernos
creer que el problema se resuelve con un poco más de
intervención y regulación estatal. Pero lo cierto es que
los billones gastados por los estados no han estado al
servicio de evitar la caída en la miseria de los
trabajadores y el pueblo sino en salvar a los mismos
capitalistas que provocaron la crisis. No sólo esto sino
que están llevando a una explosión de la deuda estatal en
los EE.UU., con la amenaza de la quiebra del propio estado
norteamericano. Ante la crisis no hay medias tintas. Son
ellos o nosotros. El capitalismo no va más. Tenemos que
impulsar la acción común de los trabajadores y los pueblos
para terminar con este sistema de hambre y miseria e
instaurar gobiernos de trabajadores en la perspectiva del
socialismo.
Tanto el gobierno K como los
opositores patronales quieren que la crisis la paguemos los
trabajadores
En
nuestro país la crisis llegó para quedarse impactando
sobre un escenario pre-existente de división burguesa en
las alturas alrededor del conflicto gobierno K-patrones
rurales por el reparto entre ellos de la renta agraria.
Empezaron
los despidos y las suspensiones con rebajas salariales y los
tarifazos (gas, luz, transporte). Pero el gobierno prepara
un ajuste superior para después de las elecciones porque
sabe que la crisis se sigue profundizando y tiene que
cumplir con lo pactado con el imperialismo en las cumbres
internacionales, para que la crisis la pague el pueblo
trabajador.
Mientras
los desocupados continuaron recibiendo apenas $ 150
mensuales, los Kirchner pagaron al FMI y al Banco Mundial
alrededor de 25 mil millones de dólares, pese a lo cual la
deuda externa sigue rondando los U$S 150 mil millones. Más
del 40% de la clase obrera trabaja en negro con salarios de
hambre, que son cuatro veces inferiores al costo de la
canasta familiar, hoy calculada en $ 4.300. Más allá de la
retórica “nacional y popular” las mineras, pesqueras y
petroleras continuaron en estos años obteniendo ganancias
fabulosas. Y lo recaudado por las retenciones a las
exportaciones agropecuarias no fue destinado a satisfacer
las necesidades populares sino para pagar la deuda externa y
subsidiar a capitalistas amigos, que también se
beneficiaron de los negociados de la obra pública. El poder
y los beneficios de las grandes exportadoras cerealeras y
aceiteras no fueron afectados en lo más mínimo ni tampoco
modificada la propiedad agraria, donde sólo 4.000 grandes
propietarios –que son a su vez capitalistas agrarios-
poseen la mitad de todas las tierras utilizables para
agricultura y ganadería, unas 84 millones de hectáreas. Y
mientras este poder no se toca, los trabajadores rurales se
cuentan entre los más explotados del país, con salarios de
hambre y la mayoría trabajando en negro. Aún así, las
patronales agropecuarias, las mismas que con Martínez de
Hoz ocuparon el Ministerio de Economía con Videla, se
oponen a toda medida que afecte aún limitadamente su alta
rentabilidad y bregan por transformarse en el núcleo dinámico
de un nuevo realineamiento de fuerzas al interior de la
clase dominante. Un sector al cual se han adaptado sectores
de la izquierda como el MST y el PCR, que han hecho
seguidismo completo a la Mesa de Enlace.
Hoy
el gobierno kirchnerista se encuentra fuertemente
debilitado, perdiendo aliados por derecha y por izquierda.
El adelanto de las elecciones y el recurso a las llamadas
“listas testimoniales” en la provincia de Buenos Aires
son maniobras propias de un gobierno en retirada. Con la
derrota segura en Córdoba, Santa Fe, Capital Federal y
Mendoza, el kirchnerismo quiere salvar la ropa asegurándose
la victoria en la Provincia de Buenos Aires, jugando a la
figura de Scioli y de los intendentes para evitar la fuga de
votos hacia el “peronismo disidente” del empresario De
Narváez y el ex Secretario de Agricultura de Menem, Felipe
Solá. Los Kirchner quieren presentar la elección como una
disputa entre “modelos”, pero lo cierto es que están
permitiendo pasar los despidos y suspensiones y se aprestan
a una nueva negociación con el FMI pasado el 28 de junio,
mientras sacuden el bolsillo popular con un tarifazo tras
otro y apoyan la postergación de las paritarias.
Con
el kirchnerismo debilitado, estas elecciones son vistas por
parte de los políticos capitalistas como una forma de
posicionarse hacia el recambio presidencial del 2011 o ante
una salida adelantada del actual gobierno. Así, las
distintas fracciones de la clase dominante alistan a sus
voceros y representantes, mientras alientan una devaluación
que provocaría una inmediata caída del salario obrero
(algo en lo que coinciden tanto la UIA como las patronales
agrarias nucleadas en la Mesa de Enlace), como ya ocurriera
en el 2002. Las patronales agrarias, que se han beneficiado
en estos años con el aumento de los precios de las materias
primas y alientan la baja o aún liquidación de retenciones
para la producción sojera, están poniendo representantes
en las distintas coaliciones de la oposición patronal.
Tanto la alianza del PRO-peronismo “disidente”,
Reutemann, Schiaretti-Mondino, como el acuerdo entre la
Coalición Cívica, la UCR, el “cobismo” y el Partido
Socialista son profundamente antiobreros. Macri y De Narváez
son directamente empresarios, hacen de la mano dura contra
el pueblo y la juventud marginada uno de sus ejes de campaña.
Carrió es, de la mano del ex funcionario de la banca JP
Morgan, Adolfo Prat Gay, una vocera de las políticas
neoliberales, no sólo planteando el fin de toda retención
a las patronales agropecuarias sino proponiendo quitar todo
tipo de impuestos a los empresarios, algo que sólo se
atreven a plantear los republicanos en Estados Unidos.
El
desgaste del kirchnerismo está también provocando
distintos reagrupamientos de centroizquierda, como los que
encarnan Pino Solanas y Proyecto Sur o Martín Sabatella.
Son intentos de recrear algo similar al Frente Grande o al
Frepaso, con planteos basados en la quimera que el cáncer
de la crisis capitalista puede enfrentarse con aspirinas.
En
definitiva: ¡alertamos que gane quien gane las próximas
elecciones –las que denunciamos como las más antidemocráticas
y fraudulentas en los últimos años– ambos sectores
patronales más allá de sus matices se aprestan a aplicar a
partir del 29 de junio un durísimo ajuste económico contra
la clase trabajadora y el pueblo!
Apoyamos
a los trabajadores en lucha
Durante
todos estos años, la CGT de Moyano ha venido siendo un aliado fundamental del gobierno, permitiendo la continuidad de la
fragmentación de los trabajadores (entre “efectivos” y
“contratados”, “en blanco” y “en negro”, etc.) y
garantizando año tras año los “topes salariales”. Así,
mientras las ganancias capitalistas se multiplicaban, los
salarios apenas recuperaban en 2007 los niveles del 2001,
para comenzar desde entonces una nueva caída. Ahora mismo
la CGT está aceptando la postergación de las paritarias y
permiten que pasen los despidos y suspensiones. Apoyan también
el chantaje patronal de imponer bajas de salarios a cambio
de no despedir, así como los nuevos ritmos de producción
que se están generalizando en muchas fábricas de la mano
de la crisis.
Por
su parte, los dirigentes de la CTA, no
han venido haciendo nada muy distinto, aunque con otro
discurso. Dicen que la crisis “no la podemos pagar
los trabajadores” pero no llaman a ninguna medida de lucha
seria. Por el contrario, acaban de entregar las luchas
docentes de Capital, Provincia de Buenos Aires y, sobre
todo, Río Negro y Neuquén por chirolas. En los distintos
gremios son cómplices directos de las políticas
patronales, como en el neumático y en telefónicos, donde
en nada se han distinguido de la CGT en materia de entregar
las conquistas, los convenios, aceptar e imponer la
flexibilización laboral, así como “conseguir” aumentos
salariales muchas veces inferiores incluso a los obtenidos
por la CGT.
Pese
a esto, los trabajadores están comenzando a enfrentar la
crisis con paros, piquetes y movilizaciones. En la zona Sur
del Gran Buenos Aires se viene desarrollando una lucha de
importancia en la papelera Massuh, que está colocando a la
orden del día el problema de la estatización bajo control
de sus trabajadores de la empresa. En el mismo sentido,
pequeñas fábricas como Arrufat, Indugraf, Filobel y Disco
de Oro se enfrentan a los vaciamientos de sus patrones con
la ocupación y puesta a producir de sus fábricas
actualizando el ejemplo de Zanon (que sigue su lucha por la
expropiación definitiva luego de 7 años de gestión
obrera) y las fábricas recuperadas, desarrollado al calor
de la crisis de 2001.
En
Córdoba, los contratados y efectivos de IVECO están
enfrentando a la patronal y a la propia persecución de la
burocracia del SMATA local contra los delegados que se
oponen a los despidos, también luchan los judiciales,
viales y trabajadores legislativos. En Villa Mercedes, San
Luis, todo el cordón industrial ha parado en apoyo a los
trabajadores de TERSUAVE. Los obreros de la Carne se han
movilizado en reclamo de aumento salarial, como no ocurría
desde hacía muchos años. En Rosario los aceiteros le
torcieron el brazo a los despidos y la precarización de
Cargill y Dreyfuss, dos de los principales pulpos
exportadores y en la autopartista Mahle sus trabajadores la
tomaron para evitar el cierre. Docentes y estatales de
distintas provincias reclaman también aumentos salariales.
En
la zona Norte del Gran Buenos Aires, distintas fábricas
enfrentan despidos y persecuciones contra el activismo. Es
el caso de FATE y su cuerpo de delegados que sigue siendo un
punto de referencia para la vanguardia de la zona. En esta
misma región, distintas experiencias de resistencia se han
venido dando en PABSA, DANA, LEAR, Terrabusi y actualmente
en Pilkington (Blindex).
Hay
que alentar y apoyar a todos los sectores combativos y
antiburocráticos que se han desarrollado en estos años y
que son atacados por la patronal, el gobierno y la
burocracia sindical, como el cuerpo de delegados y el nuevo
sindicato independiente de los trabajadores del Subte, el
SOECN de Neuquén, el Cuerpo de Delegados de los
Ferroviarios del Sarmiento, la seccional San Fernando del
SUTNA, los SUTEBAS opositores, etc. Frente a la ofensiva
patronal está planteado que la clase obrera golpee de
conjunto: es necesario imponer a las direcciones de la CGT y
la CTA un plan de lucha y un paro nacional, al tiempo que se
sigue impulsando la rebelión obrera desde abajo para
desbordarlas, todo esto con el objetivo de lograr que la
crisis sea pagada por los capitalistas y no por la clase
obrera.
Por la independencia política de los trabajadores
El
PTS, Nuevo MAS e Izquierda Socialista, más allá de
nuestras diferencias, apostamos a que la fuerza social que
expresan los trabajadores en su lucha, organización y peso
social, tenga también una expresión en el plano político,
como una alternativa que plantee una salida a las
necesidades imperiosas del conjunto de la sociedad ante el
decadente capitalismo semicolonial argentino.
Buscamos
evitar que el desgaste del gobierno sea capitalizado por las
variantes patronales de derecha o por callejones sin salida
como el que plantean las variantes de centroizquierda.
En
ese sentido sostenemos que tenemos que aprovechar la
instancia electoral del 28 de junio para plantear la
necesidad de lograr la independencia política de la clase
trabajadora. Llamamos a las agrupaciones y organizaciones
obreras combativas, a los activistas antiburocráticos, a
los sectores del movimiento estudiantil combativo y a los
partidos que se reclaman obreros y socialistas, a conformar
un polo por esta salida.
La
respuesta a dar en el terreno electoral por parte de la
izquierda obrera y socialista debe ser un punto de apoyo en
este sentido, en el camino de la construcción de una
alternativa socialista y revolucionaria, peleando para que
sean los trabajadores y trabajadoras los que empiecen a
ocupar el centro de la escena política nacional.
Un
Frente de la Izquierda y los Trabajadores, Anticapitalista y
Socialista
El
PTS, Nuevo MAS e Izquierda Socialista concretamos un acuerdo
electoral en defensa de la independencia de clase ante las
coaliciones y partidos de los capitalistas y frente a las
patronales de la ciudad y el campo, las que hoy están
descargando la crisis sobre las espaldas de la clase obrera
y los sectores populares.
Queremos
ayudar a elevar la actual lucha reivindicativa de los
trabajadores a la lucha política, sin depositar ninguna
confianza en los mecanismos de esta democracia patronal, hoy
mas fraudulentos que nunca. Las tres fuerzas llamamos públicamente
al Partido Obrero a concretar una alternativa unitaria, pero
lamentablemente se ha negado.
Nuestro
Frente levanta estas propuestas, orientadas a que la crisis
la paguen los capitalistas
•
No
a los despidos y suspensiones de efectivos y contratados.
Prohibición de despidos y suspensiones. Reparto de las
horas de trabajo sin tocar el salario. Salario mínimo
equivalente al costo de la canasta familiar ($ 4.300),
mensualmente indexable según el aumento real del costo de
vida. Paritarias libres que incluya a todos los
trabajadores, con paritarios electos en asamblea. 82% móvil
para los jubilados. Por la administración de los
trabajadores y jubilados de los fondos jubilatorios.
Eliminación del IVA de la canasta familiar. Subsidio
universal a todos los desocupados de $2000 por mes. Pase a
planta permanente de los contratados, pasantes y
trabajadores en negro y derogación de todas las leyes y
decretos de flexibilización laboral. Por la nacionalización
bajo control y administración de los trabajadores de toda
empresa que cierra, despida o suspenda masivamente. Por la
unidad de los trabajadores del campo y la ciudad. Abajo la
ley videlista que transforma a los trabajadores rurales en
los más explotados del país, mantenida en vigencia por el
gobierno de los K. Por la expropiación de la oligarquía
terrateniente, de los grandes pools de siembra, así como de
los monopolios cerealeros, aceiteros y frigoríficos. Por la
nacionalización de la tierra, comenzando con la expropiación
de los 4000 principales propietarios, respetando los
derechos de los campesinos pobres, pueblos originarios y
pequeños chacareros que no exploten mano de obra
asalariada. Por la nacionalización de la banca y el
comercio exterior bajo control
y administración de los trabajadores. Por la
nacionalización de la minería, el petróleo, la pesca y la
gran industria. Por la reestatización sin pago de todas las
privatizadas para ponerlas bajo control y administración de
trabajadores y usuarios.
•
Por
la coordinación entre los sectores en lucha con los métodos
de la democracia obrera; la unidad de clase entre ocupados y
desocupados; la necesidad de recuperar las comisiones
internas, cuerpos de delegados y sindicatos, derrotando a la
burocracia sindical. Fuera la burocracia sindical. Que las
centrales sindicales rompan el pacto con el gobierno y las
patronales y llamen a un plan de lucha nacional. Por nuevos
dirigentes obreros, clasistas, antiburocráticos y
combativos.
•
Por
el no pago de la deuda externa, para aumentar los
presupuestos de salud y educación y promover un plan de
obras públicas bajo control de los trabajadores. Plata para
salario, trabajo, salud, educación y vivienda, no para la
deuda externa. Por una educación nacional única, estatal,
gratuita y laica. Por un sistema de salud estatal único,
gratuito y bajo control de los trabajadores.
•
Estamos
en la primera línea en la defensa del Hotel Bauen bajo
gestión de sus trabajadores y trabajadoras, de Arrufat,
Indugraf y demás fábricas recuperadas. Por la expropiación
definitiva de Zanon y todas las fábricas recuperadas. Por
la defensa y el reconocimiento legal del Sindicato
independiente de los trabajadores del subte. Por la defensa
del SUTNA San Fernando: no a la persecución de sus
dirigentes y delegados. No a la intervención del INDEC.
•
No
a la “mano dura” y las políticas de criminalización de
la pobreza que impulsan tanto el gobierno como la oposición
patronal. Desmantelamiento y disolución del aparato
represivo y de las fuerzas de seguridad. No a la baja de la
edad de imputabilidad. Fuera la gendarmería y la policía
de los barrios populares. Aparición con vida de Luciano
Arruga. Castigo a los asesinos del “gatillo fácil”.
Aparición con vida de Jorge Julio López. Cárcel a los
asesinos materiales y políticos de Carlos Fuentealba.
Juicio y castigo a todos los genocidas y cada uno de los
responsables militares, policiales, civiles y eclesiásticos
de los 30 mil desaparecidos. Nulidad de los indultos a los
genocidas. Anulación de la ley antiterrorista. Libertad de
todos los presos políticos. Amnistía o desprocesamiento de
los luchadores populares. Cárcel a Isabel Perón y a los
responsables de los crímenes de la “Triple A”.
Restitución de la identidad de los más de 400 jóvenes
apropiados por los genocidas. Derecho al aborto seguro,
libre y gratuito en los hospitales públicos.
Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Libertad inmediata a Romina Tejerina.
•
Exigimos
el inmediato retiro de las tropas de Haití y de las tropas
imperialista en Irak y Afganistán. Apoyo al la heroica
lucha del pueblo palestino contra el sionismo racista e
imperialista. Nos solidarizamos con todas las luchas del
mundo contra el imperialismo y los planes de ajuste para que
la crisis la paguen los trabajadores. No a los planes del G 20
ni del G8 y demás cumbres capitalistas. Fuera el bloqueo a
Cuba. Fuera ingleses de Malvinas. Defendemos a Cuba y
Venezuela de toda ataque del imperialismo. Bregamos por la
organización política y sindical independiente de los
trabajadores en Venezuela, para luchar verdaderamente contra
la patronal y el imperialismo, y no por el falso
“socialismo con empresarios” que sostiene el chavismo. Cárcel
a los asesinos materiales y políticos de los dirigentes
clasistas de la UNT de Aragua, Richard Gallardo, Luis Hernández
y Carlos Requena.
Todas
estas reivindicaciones llevan al enfrentamiento con el
gobierno, el régimen y el estado capitalista, y a promover
la unidad con los trabajadores y pueblos oprimidos de América
Latina y el mundo. Su resolución definitiva y duradera sólo
será posible con un gobierno de los trabajadores y el
pueblo, que impulse la lucha internacionalista de la clase
obrera para lograr la Federación de Repúblicas Socialistas
de América Latina.
Llamamos
a los trabajadores y demás sectores populares a apoyar
activamente estas propuestas y a los candidatos del Frente
de la Izquierda y los Trabajadores, Anticapitalista y
Socialista.
Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) -
Movimiento al Socialismo (MAS) - Izquierda Socialista
Buenos
Aires, 25 de abril de 2009
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