Sabbatella y Solanas
Los candidatos de la CTA
Por Manuel Rodríguez
De cara a las elecciones, y tironeados por la crisis
capitalista mundial, los dirigentes de la CTA han salido a
hacer varias “jornadas de lucha” caracterizadas por su
inconsecuencia. En el terreno electoral,
han decidido poner un huevo en cuanta canasta
“progresista” existe en oferta. Así, en Capital
Federal apoyan a Pino Solanas y en Provincia de Buenos Aires
a Sabbatella. Eso sí, de dar un paso en el sentido de la
independencia política de los trabajadores, o de sostener
candidaturas obreras, ni hablar…
Sabbatella: progresismo de “gestión”
Sabbatella siempre fue un “niño mimado” de la progresía
local, primero por la Alianza (en el 99 asume como
intendente de Morón por dicha fuerza) y luego por el
kirchnerismo, formando parte de la ola “transversal”.
Consecuentemente con esta ubicación, toda su política para
Morón fue la
administración de la miseria (neoliberal) que profundizó
la Alianza y continuó (aunque con importantes cambios) bajo
el kirchnerismo, cuando se reemplazó el desempleo masivo
por… la superexplotación laboral y los salarios de miseria. Es irónico
que su campaña gire en torno a la “eficiencia y
calidad” (¿qué querrá decir con estas palabras?) de su
gestión como intendente.
¿Acaso se olvida de que en Morón, la Bonaerense sigue
asesinando impunemente como denuncia Correpi? ¿Y que hay
rebajas de salario y despidos (en Envases del Plata, por
ejemplo)? Es que no se le pueden pedir peras al olmo.
Sabbatella es uno de los últimos vestigios locales del “reformismo
sin reformas” que amenazó con conquistar al mundo
desde Porto Alegre y terminó muy cómodo gobernando de
manera más neoliberal que Wall Street, aplicando las pautas
ajustadoras del FMI y del Banco Mundial como
es el caso de Lula en Brasil.
Como todo reformismo, buscan “humanizar al
capitalismo”… pero
no terminar con él. Los cambios cosméticos, como el
“presupuesto participativo”: la posibilidad de que los
vecinos “decidan” si gastar un infinitesimal porcentaje
del presupuesto local entre tener 30 cuadras con iluminación
nueva o arreglar alguna plaza, o una simbólica defensa de
los “derechos humanos” (y de la mujer…), no pueden
mejorar la “calidad de vida de los vecinos”. Menos que
menos terminar con los despidos y la superexplotación. O
con el gatillo fácil. O con el hundimiento de la salud y
educación públicas. Sólo
pueden legitimar –con medidas cosméticas– a un
capitalismo que por más “progresista” que se pinte
nunca podrá dejar de ser explotador y opresor.
Se trata de una simple copia del “modelo de
gestión” del Partido Socialista / Sojero de Hermes Binner
(gobernador de Santa Fe): todo es pura “folletería”, nada
realmente cambia.
Ahora, desde que el barco de los Kirchner se hunde,
Sabbatella viene aglutinando a otros huérfanos menores del
kirchnerismo como “Libres del Sur” (“Huevo” Ceballos),
los ex aristas de “Solidaridad e Igualdad”, el
kirchnerista Partido Comunista (que presenta como candidato
a diputado K en la Ciudad de Buenos Aires a Carlos Heller),
la secta del Partido Humanista y el
apoyo de todas las fracciones de la CTA: de Yasky a De
Gennaro.
“Pino” Solanas: progresismo
“campestre”
Solanas se ha caracterizado por tocar fibras sensibles a
los sectores “nacionales y populares” con sus denuncias
de la situación de los trenes o de la explotación del petróleo
bajo el suelo argentino o su exigencia de un impuesto a la
renta minera, reclamos justos pero absolutamente limitados;
donde además, donde lo que nunca entra,
son las necesidades y luchas de los trabajadores. Este
cineasta es una
expresión del nacionalismo burgués venido a menos,
como el peronismo histórico o el chavismo hoy.
Esto es, aquellos proyectos políticos que buscaban la
independencia nacional del imperialismo y el desarrollo
(burgués) del país sin romper con el capitalismo; esto es,
en alianza con sectores burgueses “progresivos”; o bien
desde el mismo aparato estatal, capitalismo de Estado mediante.
Desde esta ubicación, sería lógico que Pino haya
comprado el buzón del kirchnerismo. De hecho, sin ser nunca
K de ley, le reconoció una serie de “méritos” al
gobierno de los Kirchner en materia de derechos humanos, lo
apoyó en la creación de Enarsa y se mostró seducido por
algunos aspectos de los K.
Esto fue así… hasta
que se hizo sojero de punta a punta. ¡En el principal
conflicto nacional de los últimos tiempos, Solanas tomó
abiertamente partido por la apropiación privada de la
extraordinaria renta agraria y por toda la burguesía rural,
pequeña, mediana y grande acompañando en el Congreso
(desde Diputados) el voto no positivo de Cobos!
El cineasta se embarca, desde Proyecto Sur (que conforma
con el Partido Socialista Auténtico y el economista
“sojero” de la CTA, Claudio Lozano) junto a los ex
aristas de “Solidaridad e Igualdad” y algunos sectores
de la CTA (como De Gennaro), en la complicada tarea de crear
una especie de
progresismo antikirchnerista y procampestre…
La paradoja es que denuncia “la traición K al pueblo
argentino”… pero desde la
vereda de la oligarquía terrateniente, en todo caso
como su flanco de “izquierda”. Como montando un caballo
al revés, Solanas se suma al “polo sojero” y preanuncia
una “nueva era del peronismo”, de vuelta “democrático,
nacional y popular” con él en el 2011 como Presidente…
El capitalismo no va más
Como dice la declaración del Frente de la Izquierda y de
los Trabajadores, Anticapitalista y Socialista: “Ante la
crisis no hay medias tintas. Son ellos o nosotros. El
capitalismo no va más. Tenemos que impulsar la acción
común de los trabajadores y los pueblos para terminar con
este sistema de hambre y miseria e instaurar gobiernos de
trabajadores en la perspectiva del socialismo.”
Desde esta perspectiva,
desde el nuevo MAS llamamos a rechazar al reformismo sin reformas de
Sabbatella y el callejón sin salida del “nacionalismo”
de Pino Solanas y sumarse y votar al Frente de la Izquierda
y de los Trabajadores que conformamos en común con los
compañeros del PTS e IS.
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