MST
La
“Nueva Izquierda” campestre en bancarrota
Por Ana Vázquez
En su prensa los compañeros nos
critican porque nuestro frente anticapitalista y socialista
incluye a IS, que ha apoyado a la patronal agraria en el
conflicto del 2008 y ha firmado un acuerdo con sectores
provenientes del PC en San Juan. Según ellos, estas
posiciones de IS (que desde ya no compartimos)
“contaminan” nuestro frente y tendríamos que
“romperlo” porque estamos avalando a kirchneristas y
proestalinistas...
Se equivocan de cabo a rabo.
Cuando se estaba desarrollando el proceso de conversaciones
con los compañeros, hicimos pública nuestra posición (SoB
Nº 149 del 16/4/09). En relación a su posición
“campestre” en el conflicto del 2008, expresamos:
“...Esto no quiere decir que ‘vetemos’ la participación
de IS en un eventual frente. Pero creemos que sólo se podrá
avanzar en el caso que asuman un claro programa que tenga
como elemento categórico y central una delimitación de
clase de ambos bandos patronales: tanto respecto del
gobierno K como de la Mesa de Enlace (y también se debería
incluir a los ‘pequeños’ productores capitalistas de la
FAA...)”. Y en base a este punto programático central
se constituyó el Frente (los destacados son nuestros).
Lo que el MST no se anima a
decir claramente es que ratifica
su política de apoyo
a la patronal agraria, a la que, en una definición
vaciada de contenido de clase, la disfraza de “pequeños
productores a los cuales no defendería (refiriéndose a IS)
por el crimen de haber contratado un maquinista o trabajador
eventual”.(1)
Patronal que se presenta en
estas elecciones junto con los candidatos de los partidos
patronales de derecha, conformando una oposición a los K
que es una “verdadera oposición” reaccionaria, que
exige un ajuste más ortodoxo para con los trabajadores y más
mano dura con la juventud pobre y marginada.
Para ellos, denunciar a las
variantes patronales anti-K (por derecha) significa hacerle
el juego al gobierno. Ya hace tiempo no les entra en la
cabeza, ni en sus análisis políticos, la pelea por una
alternativa de la clase obrera y los trabajadores. Es que ni
siquiera han logrado mantener elementales criterios de clase
como se ve en el desliz de llegar a decir muy sueltos de
cuerpo que explotar trabajadores (“contratar maquinistas o
un trabajador eventual”)
no
sería un crimen de lesa explotación capitalista!
¿Qué frente es necesario?
Desde el Nuevo MAS venimos
sosteniendo la necesidad de poner en pie un bloque de
independencia de clase frente a los bloques capitalista en
que están divididos la patronal y la burocracia. En función
de esa perspectiva, la conformación de este frente
electoral es un correcto paso táctico en esa dirección.
Esto en un momento en que una nueva generación obrera
empieza a avanzar en su pelea contra las consecuencias de la
crisis capitalista y no hay en el plano político un polo
alternativo de la clase obrera. Y cuando estamos en una carrera
contra el tiempo para que la maduración de la
vanguardia y de las fuerzas de izquierda ayude a desarrollar
este proceso incipiente para profundizarlo hacia una salida
revolucionaria. Proceso en el que hay que intervenir políticamente
para que no lo absorban variantes patronales o burocráticas.
¡De vida o muerte para nuestra clase!
Este problema, por supuesto, le
es totalmente ajeno al MST, que viene haciendo escuela en un
alineamiento sin principios con los sectores de la patronal
agraria. Para su vergüenza, por ejemplo, en la Provincia de
Buenos Aires se ha aliado con el MIJD de Castells el que no
sólo no tuvo vergüenza de apoyar a Blumberg, sino que en
oportunidad del paro de las patronales agrarias cambió su
apoyo al mismo por unas decenas de vacas… ¡Impresentable!
Un verdadero “frente de
izquierda y los luchadores”, para el MST-Nueva Izquierda,
debería estar encolumnado detrás de un sector patronal (o
de la burocracia centroizquierdista). El frente de sus sueños
no es de izquierda ni independiente. Al parecer, así llegarían
al socialismo del siglo XXI…
“Dividen las luchas”
En esta acusación sin ninguna
fundamentación ni ejemplo concreto se alcanza un punto máximo
de combate a una posición clasista dentro del movimiento
obrero. Entendemos que se basa en que en los conflictos
tenemos una posición de enfrentamiento no sólo a la
patronal y al gobierno, sino a las burocracias que existen
en cada lugar, que se oponen a las decisiones de lucha de
los trabajadores no sólo con políticas sino con palos y
armas en la mano.
Si la intención es acusarnos
que las queremos dividir de la influencia nefasta de la
burocracia, les decimos claramente que sí. Esa es la experiencia que están haciendo los nuevos
delegados y el joven activismo en las luchas. Donde
triunfaron o pudieron avanzar en sus reclamos o en su
organización democrática, como en el Hospital Francés,
FATE, Massuh o Pilkington, fue
porque se dividieron de la burocracia, la desbordaron.
Donde no lo lograron,
retrocedieron o quedaron presos de acuerdos donde la crisis
mayoritariamente la pagan los trabajadores. Es el caso de
Paraná Metal de Villa Constitución, cuya dirección
vanagloria el MST. Además de que durante el conflicto
metieron por la ventana (desacatando una decisión de
asamblea) la incorporación de la FAA de Eduardo Buzzi a un
corte de ruta de los obreros, sus reclamos quedaron
estancados en un acuerdo que legaliza las suspensiones y
deja al frente de la planta a Cristóbal López, conocido
explotador y chupasangre.
Para el MST, no hay que seguir
la pelea para que no haya ninguna suspensión ni despidos,
que se repartan las horas de trabajo sin rebaja salarial y,
¡horror!, menos que menos por la estatización bajo control
obrero. Porque para
plantar esa bandera hay que “dividirse” de la dirección
burocrática de Piccinini y cía.
Para colaborar a conformar
direcciones independientes no basta con “apoyar las
luchas”; hay que intervenir para que avancen hacia una
perspectiva que supere los corralitos burgueses y burocráticos.
El MST ha decidido quedarse dentro de ellos.
En estas elecciones, llamamos a
votar en contra de este proyecto “de izquierda en
bancarrota”.
(1) Periódico del MST Alternativa Socialista Nº 498. Nota:
La izquierda “kambalache”.
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