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Colegio Nacional de Buenos Aires
Se disolvió la CEBA, la lucha continúa
Por Ocho y Ale B.
El día 4/7 la
Corriente Estudiantil del Buenos Aires (CEBA), conducción
del Centro de Estudiantes, decidió finalmente disolverse
tras un largo período de discusiones políticas internas.
Esta agrupación se había fundado en el año 2007, como
espacio de organización democrático y abierto del
activismo, con un grupo muy heterogéneo de compañeros.
Este grupo fue cristalizándose como combativo e
independiente de la rectora González Gass, y hacia fines de
ese año se presentó a elecciones junto a la UJS
conformando el FEL, para dar pelea contra aquellas
agrupaciones que tenían una postura ambigua frente a las
autoridades. El FEL tuvo la conducción del CEBA durante el
año 2008 y se rompió a mediados de año, por las
diferencias de método existentes entre la CEBA y la UJS
(que atropellaba permanentemente a los activistas
independientes). Luego de la ruptura del FEL, la CEBA fue
consolidando nuevamente un perfil propio, que seguía siendo
independiente y combativo, pero con contradicciones que se
derivaban de su heterogeneidad, falta de experiencia de la
mayoría de los miembros, etc.
Durante el año 2008, militantes del Ya Basta ayudaron a
los compañeros de la CEBA a resistir el desmoralizante
proceso de ruptura del FEL, y mantuvieron una relación política
fluida con varios de sus miembros. Hacia fines de 2008 este
trabajo político se intensificó con el ingreso de varios
compañeros del colegio al Ya Basta, que se pusieron al
hombro la tarea de construir la CEBA, por considerar que era
el espacio que necesitaban los activistas combativos para
organizarse democráticamente y salir a luchar por sus
demandas.
La CEBA ganó las elecciones de fines 2008, y durante los
primeros meses del año 2009 encabezó la vigorosa lucha
estudiantil en defensa del Campo de Deportes, como vienen
reflejando varias notas publicadas en este periódico.
Sin embargo, a lo largo de esta lucha fueron surgiendo
discusiones cuando un sector de la agrupación, encabezado
por el Presidente del Centro y la secretaria del Turno
Tarde, comenzaron a oponerse a denunciar a la rectora González
Gass, diciendo que “no era el momento para hacerlo”, es
decir, planteando una estrategia de “alianzas” con las
autoridades delegadas del Consejo Superior que ataba de pies
y manos al Centro de Estudiantes. En varias notas de este
periódico señalamos la responsabilidad de la rectora en
las negociaciones sostenidas entre el Consejo Superior de la
UBA y la Corporación Puerto Madero, por lo cual una
estrategia de “Frente Único” con las camarillas no podía
sino resultar en un desastre para la lucha. Este grupo
mantuvo esa línea de “no denunciar a la rectora”
durante todo el año, oponiéndose abiertamente al programa
histórico de la agrupación y a su plataforma electoral
(votada por los estudiantes) que sostenía de forma inequívoca
la independencia frente a las autoridades.
Pero eso no fue todo: tras la exitosa marcha a la
legislatura del día 7/5 (que también fue comentada en este
periódico), ese grupo de compañeros comenzó a plantear
que había que aceptar el acuerdo que CAPMSA le ofrecía a
la UBA alrededor de los títulos del campo de deportes, lo
cual significaba abandonar la lucha y rendirse ante los
negociados privatistas. La mayoría de la agrupación se
opuso, se fue a votación y ganó la postura de continuar la
lucha sin aceptar negociaciones. Viéndose en minoría, ese
grupo planteó que no se podía seguir con el método de la
votación, y que la agrupación debía fraccionarse en un
“frente” en el que cada parte tuviera libertad para
actuar por su cuenta. De esta forma, podían utilizar sus
cargos para llevar adelante una política distinta a la
delineada democráticamente por la agrupación y que había
sido votada por los estudiantes. Ante la negativa de muchos
compañeros, ellos consideraron que la agrupación debía
disolverse, cosa que terminó ocurriendo.
Un grupo de 12 compañeros de la CEBA publicamos una
declaración explicándole a los estudiantes las causas de
esta disolución, cuya responsabilidad recae exclusivamente
sobre esa minoría por haber abandonado el programa de la
agrupación, haberse negado a funcionar con democracia de
base y finalmente haber llevado a la ruptura. Llamamos a
mantener la independencia política del Centro frente a las
autoridades y las corporaciones capitalistas, amenazada por
este giro político de sus principales figuras públicas.
Convocamos también a un plenario (a realizarse en las próximas
semanas) para conformar una nueva agrupación, que mantenga
el programa y la tradición de lucha de la CEBA. Los
secundarios del Ya Basta seguiremos impulsando este proceso
de organización democrática del activismo combativo e
independiente del Buenos Aires, para llevar las luchas hasta
el final.
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