SMATA:
aumento salarial insuficiente impuesto con intimidación
La patota no podrá acallar a los trabajadores
Mecánicos del Nuevo mas
El martes 25, a
modo de desagravio, más de 30 compañeros de la regional
norte, fueron a las puertas de VW a repartir el volante que
reproducimos más abajo. En momentos de hacer esta
actividad, nuevamente la patota de la verde salió a hacer
“justicia por mano propia”, pero se llevaron la sorpresa
de la cantidad de compañeros y de la decisión para
defender la actividad de los compañeros del partido. La
actividad se realizó ante la mirada de odio y la bronca de
la burocracia, que quedó impotente. Ésta tuvo mucha
repercusión al interior de la planta donde el comentario
generalizado era la patota “se comió el mazo”. Más allá
de los comentarios zocarrones, lo que es evidente es que la
burocracia tiene una crisis muy profunda en su relación con
su base obrera y esta crisis se encamina hacia la emergencia
de una nueva vanguardia independiente al interior de los núcleos
más concentrados del proletariado industrial.
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La patota no podrá acallar a los trabajadores
El
viernes 14 de agosto, 4 militantes del nuevo MAS fueron salvajemente golpeados por una patota de la Verde mientras repartían
un volante. ¿Qué decía aquel volante? Expresaba
nuestra opinión sobre la oferta salarial hecha por
las empresas y aceptada por la directiva: que el 15% más el
12,8% en cuotas y por 18 meses era muy insuficiente
y llamábamos a votar
por el no en las asambleas. Esto puso muy nerviosa a la
directiva porque sabía que la propuesta no
caía bien entre los trabajadores, cosa que se vio
claramente en las asambleas en Ford y VW donde en votaciones
muy ajustadas a la mayoría de los compañeros les quedó la
sensación que había ganado el NO y la directiva dijo que
ganó el SI… En General Motors, el 70 % votó contra la
oferta salarial y realizaron un paro de 4 horas en repudio a
la insuficiencia del aumento.
Repudiar a la patota
Lo
que está en juego en la golpiza que estamos denunciando, no
es un golpe más o menos: es, sencillamente, una cuestión
muy elemental: la libertad de expresión, el derecho de cada compañero a expresar lo
que piensa, la democracia entre los trabajadores. Es
esto lo que se ataca cuando se golpea a los compañeros del
MAS. Porque no hay que confundirse, no fue sólo un ataque a
los “zurdos”. Es
un ataque a todos los trabajadores de VW y de todo el gremio
que opinaban lo mismo que señalábamos en nuestro volante: ¡que
el aumento de las patronales es una miseria!
Es
una advertencia de que no tendrán miramientos en
“apurar” y “apretar” a cualquier compañero que se
oponga a sus designios. Es una advertencia para
que los trabajadores no se organicen como quieran para
pelear por sus derechos.
Esto
es lo que desde la izquierda llamamos burocracia sindical y
quizás muchas veces los compañeros no terminan de
entender: el método
de la patota para acallar las opiniones democráticas de los
trabajadores.
Se
trata de una situación escandalosa: los trabajadores no sólo
tenemos que aguantar la explotación patronal… sino que
también tenemos que cuidarnos de “nuestros dirigentes”
gremiales.
Desde
el nuevo MAS repudiamos
enérgicamente este método y garantizaremos nuestro derecho
a expresarnos y de esta manera colaboramos para que los
trabajadores del gremio puedan discutir democráticamente
sus opiniones contra la imposición de la Verde o de
cualquier sector llámese como se llame.
Organizarse desde abajo para imponer una nueva dirección
Parte
de la libertad y de la democracia de los trabajadores es terminar con el domino de la lista única que impera en el gremio desde
hace añares. No es una tarea sencilla porque la mayoría
de las veces, los propios “dirigentes” se encargan de
“deschavar” a los compañeros más activos frente a la
propia empresa. Frente a esta realidad está planteada una
tarea perentoria para que no nos sigan imponiendo aumentos
miserables o condiciones de trabajo explotadoras desde las
patronales o los gobiernos: desde
abajo y en forma clandestina, los trabajadores deberemos dar
una pelea encarnizada para recuperar los sindicatos para sus
verdaderos dueños: la propia clase obrera.
Y
este no es un
invento de los “zurdos”: hasta la justicia patronal ha
procesado al ex Secretario General por malversación de
fondos de la obra social además de su escandalosa
complicidad con la dictadura militar.
Porque
el control burocrático, la falta de democracia sindical, no
es para mejorar las condiciones del conjunto de los
trabajadores, sino para el provecho personal de unos pocos que usando sus cargos sindicales
se han convertido en millonarios.
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