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Impresiones
de Venezuela
Impacto
de la crisis y desgaste de Chávez
Por
María Lionza
Desde
Caracas para Socialismo o Barbarie
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Ni
Chávez ni oposición de derecha
Es
necesaria una alternativa
obrera independiente
La
combativa clase trabajadora venezolana ha venido dando
importantes batallas en todos estos años. Las mismas
nacionalizaciones (como la de Sidor) y otras conquistas han
sido productos directos o indirectos de las luchas obreras y
populares. Pero también presenta un flanco muy débil: no
tiene una alternativa política propia e independiente
frente al nacionalismo burgués de Chávez y la oposición
de derecha.
La
posibilidad que en un momento dado fue la UNT (Unión
Nacional de Trabajadores), que se constituyera como una
nueva central obrera que marcara también una posición
independiente frente a todos los sectores patronales, se
frustró hace tres años con la cooptación y capitulación
al gobierno de una buena parte de sus dirigentes.
Pero
últimamente hay un curso no menos negativo de un sector que
se había mantenido independiente, el encabezado por Orlando
Chirino y la C-CURA (Corriente Clasista Unitaria,
Revolucionaria y Autónoma).
En
julio pasado, se constituyó formalmente el llamado
“Movimiento de Solidaridad Laboral”, del que forma parte
Chirino y la C-CURA. En el MSL han confluido, junto con
Chirino, los burócratas sindicales más siniestros de la
oposición burguesa de derecha, como Froilán Barrios,
Alfredo Ramos, Carlos Navarro y otros. Eran burócratas de
la antigua CTV y hoy son además dirigentes
políticos de partidos burgueses de derecha, como COPEI
(democristianos), Causa R., etc. Varios de estos personajes
participaron, además, del fallido golpe de abril de 2002.
¡Y Froilán Barrios, al mismo tiempo que fundaba junto a
Chirino el MSL, publicaba
artículos en la prensa venezolana apoyando el golpe gorila
en Honduras![1]
La
justificación de Chirino y su corriente política para dar
este desastroso paso es la de defender la autonomía de los
sindicatos frente a los ataques del gobierno. ¿Pero qué
independencia o autonomía obrera van a defender con estos
burócratas canallas, que toda su vida se dedicaron a
someter a las organizaciones sindicales a los dictados de la
patronal y sus gobiernos de turno? Personajes cuya única
diferencia con la burocracia chavista es que sirven a un
sector distinto de la patronal. ¡A nivel político y
sindical, esto sólo puede provocar aún más confusión en
la vanguardia obrera!
Este
Movimiento de Solidaridad Laboral no es una mera “unidad
de acción” circunstancial –algo que, por ejemplo,
cualquier organización clasista podría (y debería) hacer
en medio de un conflicto obrero con cualquiera que lo
apoye–. ¡Nada de eso!: el MSL es una organización político-sindical; es una tendencia político-sindical
permanente, con
un programa que no
tiene nada que ver con la lucha por la independencia política
de los trabajadores, algo además inconcebible en compañía
de semejantes personajes.
1.-
Froilán Barrios, "Honduras
¿Golpe o Contragolpe?", Analítica.com,07/07/09.
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Estar
un año ausente de un país, sobre todo si uno nació allí,
sirve para registrar qué tanto cambiaron las cosas en esos
doce meses. Lo primero que sentí este mes de agosto que pasé
en Caracas, es cómo la crisis ha pegado dramáticamente
sobre los trabajadores, los jóvenes y los más pobres... Y
cómo el gobierno de Chávez, igual que otros de América
Latina, primero dijo que la crisis no iba a tocar al país,
y ahora no hace nada en serio para que el pueblo no sea el
que pague los costos.
La
inflación, unida al estancamiento de la actividad económica,
está haciendo la vida cada vez más difícil para el
pueblo. Hay mucha preocupación en los rostros. No parece
que la mayoría de la población esté pensando en
cuestiones “ideológicas”: es el alto costo de la vida
(y cada vez mayor) lo que preocupa al venezolano.
El
gobierno ha logrado controlar un poco el precio de la
comida, sobre todo mediante los mercales.[1] Pero todos los
otros productos aumentan de semana en semana. El gobierno da
dólares preferenciales para la importación de los artículos
de primera necesidad, medicinas y ciertos electrodomésticos.
Pero las medicinas desaparecen de las farmacias con
frecuencia. La vida de los enfermos y ancianos es muy difícil.
El
año pasado, Chávez puso en circulación el “bolívar
fuerte”, la nueva unidad monetaria que iba a acabar con la
inflación. Hoy ya se ha depreciado casi la mitad. Caracas
es una de las ciudades más caras de América Latina.
Pero
no sólo la inflación crece: también el desempleo, el
subempleo y el empleo “informal”. El problema de la
falta de viviendas es también cada día más grande.
Después
de proclamar que Venezuela estaba a salvo, ahora dicen que
todo es culpa de la crisis mundial. Pero pasaron diez años
de gobierno chavista, con altos precios del petróleo y no
se resolvieron los problemas más urgentes de los
venezolanos. ¿Adónde fueron a parar las decenas de miles
de millones que entraron estos años por el boom petrolero?
Desastre
y corrupción en las empresas nacionalizadas
Otro
combustible que el gobierno y la crisis aportan a la oposición
de derecha es la administración de las empresas
nacionalizadas. Igual que en PDVSA, la empresa estatal de
petróleo, Chávez se opone al control obrero de las
industrias nacionalizadas.
Entonces,
se está yendo a algo parecido a lo que fue el PRI en México:
una corrupción a gran escala en el manejo de las empresas
expropiadas o recuperadas (y medidas represivas para
defender eso). Cada empresa que se ha nacionalizado, es
tomada por asalto por una burocracia de “técnicos” y
“administradores” que busca ante todo llenarse los
bolsillos, asignarse salarios enormes. Esto desilusiona a
los trabajadores que habían apoyado las estatizaciones,
pero que se ven excluidos de cualquier forma de control
democrático, que sería un obstáculo para que estos
funcionarios hagan de las suyas. Pero otra consecuencia
grave son los problemas productivos y financieros que van
teniendo estas empresas (y que ahora se agravan con la
crisis).
La
oposición de derecha gana sectores populares
La
oposición de derecha se toma de todo esto para hacer su
negocio. Esto explica otro hecho que me impresionó. Nos
cruzamos con la marcha de la oposición contra la Ley de
Educación. Era realmente impresionante. Había muchísima
gente enardecida. Pero ya no estaban solamente, como antes,
los ricos y pequeñoburgueses bien vestidos. Había también
pobres, negros y muchos jóvenes. Llevaban pancartas contra
la corrupción, contra los ataques a la libertad de expresión
y la vida cara.
Estábamos
allí justo en el momento en que los policías lanzaron
bombas lacrimógenas para disolver la manifestación. No
vimos que haya habido provocación de parte de los
manifestantes. Pero esto le sirve a la oposición de derecha
para llenarse la boca hablando de “falta de democracia”.
El
gobierno y la oposición engañan a los trabajadores y al
pueblo, por ejemplo, con lo de la Ley de Educación. Esta
Ley no es ni revolucionaria ni socialista. No suprime la
educación privada y hasta promueve la participación de las
empresas capitalistas en las actividades educativas. Pero la
oposición aprovechó su fraseología “socialista” como
catalizadora del malestar social que señalamos, y logró
llevar a la calle a mucha gente, que antes no era clientela
habitual de la derecha.
El
gobierno también le da excusas con otras medidas, como el
cierre de emisoras que tenían vencida la concesión. Muchas
de ellas eran emisoras de provincia, sobre todo musicales,
que no hacían programas políticos. La gente no comprende
bien estas medidas o directamente se opone a ellas, porque
no hay ninguna participación de los trabajadores ni del
pueblo en estos cierres. Las emisoras van parar a manos del
aparato chavista y sólo sirven para acentuar el monólogo
del gobierno.
Hablamos
con un responsable chavista que nos explicaba que ya saben
que la oposición está creciendo. Según las propias
encuestas del chavismo, nos dijo que Chávez tendría 5
millones de votantes firmes. Pero la oposición hoy tendría
unos 7 millones. A fines del año que viene hay elecciones a
la Asamblea Nacional. Si la oposición ganase, aunque Chávez
tiene mandato hasta el 2013, se le haría difícil gobernar.
Pero
las cosas no son tan simples. La oposición está muy
dividida, con una guerra por liderazgos en el interior de
los propios partidos de derecha. Además, hay divisiones políticas,
entre los que son totalmente proyanquis y los que prefieren
políticas más independientes.
Sin
embargo, aunque no vaya a caer, es perceptible no sólo el
fortalecimiento de la derecha sino también síntomas de
debilitamiento de Chávez. En todo este tiempo, no ha
llamado al pueblo a hacer una gran movilización, para
medirse con las movilizaciones de la derecha y superarlas,
como hacía antes.
Frente
al golpe de Honduras, nunca convocó al pueblo a la
movilización. Tampoco por la Ley de Educación, y ni
siquiera contra las bases yanquis en Colombia ha llamado a
las masas a la calle, a pesar del grave peligro que
representan para todo el pueblo venezolano.
Para
apoyar su nueva Ley de Educación, tampoco llamó a una
marcha. Sólo a concentraciones menores en determinados
sitios, también en barrios, que aquí se llama a las zonas
más pobres. Por comentarios, incluso de chavistas, se decía
que había temor de no superar a la derecha si se convocaba
una gran movilización.
Por
fin, en septiembre, Chávez se decidió a hacer un llamado.
La derecha también había convocado. Ambas marchas se
hicieron el sábado 5. No estaba ya en Caracas y no pude
verlas, pero pareciera que la derecha logró, por lo menos,
igualar.
La
política del chavismo facilita el trabajo de la oposición
de derecha y del imperialismo, porque confunde a los
trabajadores y al pueblo. Cuando no hay verdadera democracia
socialista, democracia de los trabajadores, la gente se va
desmoralizando.
1.-
Mercales: mercados de alimentos subvencionados por el
gobierno (Nota de SoB).
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