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FULP:
un año más para el Frente Popular
Darío Santillán
¿Que
hay de nuevo, viejo?
Por
Ernesto Alaimo
El
domingo 6/9 se realizó el Congreso Ordinario de la Federación
Universitaria de La Plata (FULP). Asistieron apenas 200
estudiantes, la inmensa mayoría de las organizaciones y
algunos pocos activistas independientes que lograron
enterarse del evento. Ningún centro de estudiantes se
preocupó por convocar en su facultad y ni hablar de hacer
asambleas previas. El clima del Congreso fue el que se vio
en su “acto de apertura” el viernes 4, que se demoró
casi 2 horas y duró menos de 30 minutos, porque los
estudiantes del Frente Popular Darío Santillán, cabeza de
la conducción de la FULP, se retiraron a poco de pisar la
calle, llevándose incluso la bandera de la Federación, a
modo de señal política. La marcha que estaba convocada
nunca arrancó. Con un eje antirepresivo, sin ejes políticos
ni reivindicaciones estudiantiles, hubo un acto sin el FPDS
ni Insurrectos –que acompaña al FPDS– en la
presidencia.
El
Congreso puso de manifiesto la crisis que atraviesa la
dirección del movimiento estudiantil en la región, pero lo
que es más grave, su actitud de hacer la plancha y negarse
a discutir y hacer balances, con lo que desarman para los
duros tiempos que se vienen.
Las
tareas y los límites
En
este Congreso había una responsabilidad central para
nosotros, fuera de toda discusión: poner en el centro del
movimiento estudiantil la lucha contra el golpe en Honduras.
Organizar la lucha, exigir a Chávez una jornada continental
de movilización contra el golpe. También teníamos que
reafirmar el Ni–Ni que votamos el año pasado, pero
rechazando la gambeta de “que la crisis no la pague la
educación”, que no dice quién debe pagarla, quién es el
culpable, contra quién hay que luchar; había que
pronunciarse “porque la crisis la paguen los
capitalistas”, desde una alianza clara con los
trabajadores en lucha como los de Terrabusi y el SUTEBA La
Plata que enfrenta el fraude de la CTA. Teníamos que
reafirmar la independencia estudiantil de las autoridades de
la LES, preparándonos para enfrentar la reaccionaria
Asamblea Universitaria del 2010. Teníamos que ser claros en
cuanto a la democratización de la propia FULP, no diciendo
fácilmente “asambleas, mesa representativa, etc.”, sino
consolidando una política firme que garantice la lucha e
imponga la democracia desde la base ante cualquier intento
conciliador con los decanos.
Todas
estas tareas implicaban de por sí un balance de este año
de “nueva” FULP: la conducción no movió un dedo por
Honduras en dos meses, igual que Chávez. No movió un dedo
por las luchas obreras como Massuh y Pilkington que el Ya
Basta! difundió en las facultades, ni aportó a los fondos
de huelga. No enfrentó la reaccionaria Asamblea
Universitaria del 2008 que quitó el poder de veto al
claustro estudiantil para elegir autoridades y que avanzó
con la aplicación de la LES, sino que legitimó la sesión
dando por cerrado el ciclo de lucha por la democratización
de la UNLP; por último, tampoco hizo un solo congreso o
interfacultades en todo el año de su conducción, dejando
desarmadas todas las luchas, salvo cuando se jugó a
aplacarlas, como ocurrió con la lucha de los comedores el
cuatrimestre pasado.
Pero
todas estas tareas, que son centrales y urgentes para
consolidar al movimiento estudiantil de cara a las futuras
luchas, fueron consecuentemente gambeteadas por el FPDS,
ante lo cual las organizaciones a su izquierda como el
CAUCE, el PO, el PTS, no dieron una lucha, ni siquiera un
debate consecuente pese a que manifestaran diferencias, con
lo que quedaba muy claro hacia dónde se encaminaban todos y
quién es el que manda en la FULP por más diferencias que
haya. En las comisiones de debate, la COPA alegó que “no
somos quién para exigirle a Chávez nada”, sin aclarar
quién es “quién”; defendió la consigna “que la
crisis no la pague la educación” con el mismo criterio
amplio de la CTA, y su balance del año de conducción de
FULP fue ni–ni: “ni bueno ni malo”, burlándose prácticamente
de la palabra debate. Pese a que las fuerzas de izquierda
hacían balances distintos. Por ejemplo, que la Asamblea
Universitaria del 2008 fue una derrota, que la del 2010 será
reaccionaria y hay que enfrentarla, o que fue un problema
que la FULP no haya abierto ningún espacio de participación.
De todos estos planteos no se desprendía ningún cambio
concreto, el “espacio de construcción” seguía siendo
para todos la FULP del Frente Popular Darío Santillán, ésta
que durante un año entero no hizo nada, excepto privilegiar el diálogo con el Rectorado que votó
poder utilizar la policía cuando la requiera y que pone cámaras
de seguridad en las facultades. Y como para soldar esta
nueva alianza sin balances, la CEPA sirvió de aglutinante
al defender sin escrúpulos su alianza con la Mesa de
Enlace, ante lo cual hasta el FPDS se la podía dar de
combativo.
Resultados
y perspectivas
En
la conducción de la FULP quedaron intactos todos los
integrantes que el año pasado formaron la 1º de Mayo, a
excepción del ¡Ya Basta!, que dio por suficiente la
experiencia de este frente que no cumplió ninguno de los
puntos del programa firmado, y que llamó a los compañeros
de izquierda, PTS, PO e independientes, a conformar un
bloque que encarnara la alternativa política que necesita
el movimiento estudiantil ante el autonomismo chavista
desmoralizante del Frente Popular Darío Santillán. En el
propio Congreso, al calor de su autocrítica sobre el rol en
la Asamblea Universitaria, también ampliamos el llamado al
CAUCE–MIU. Al no encontrar respuesta presentamos nuestra
propia lista, para dejar claro la necesidad de crear una
alternativa. Como segunda y tercera fuerza quedaron la CEPA
y la alianza kirchnerista del PC, Sur y Miles.
En
el futuro cercano, sin descartar ataques previos a los
comedores, los centros de estudiantes o los planes de
estudio, las autoridades preparan una Asamblea Universitaria
reaccionaria. La vienen preparando desde su relegitimación
en el 2008, quitándonos el quórum perfecto, votando a
principios de año que el rector puede hacer uso de la policía,
instalando cámaras de seguridad en el Rectorado, metiendo
la “guardia edilicia” (léase patota del rector) por
todos los rincones de la UNLP. Así se preparan las
autoridades, que sacan balances de sus enfrentamientos con
el movimiento estudiantil y actúan en consecuencia, quitándonos
las herramientas de lucha, preparando la represión.
El
movimiento estudiantil, en vez de prepararse a la misma
altura, sigue como si nunca pasara nada: no votó ninguna
resolución sobre la Asamblea Universitaria pasada ni la que
viene, porque “no hubo consenso”, y en los congresos de
la FULP del FPDS sin activismo, no se vota.
Si
algo quedó demostrado en este Congreso, una vez más, es
que esta FULP no puede (y en gran medida no quiere) dirigir
al movimiento estudiantil, y no tiene nada para proponerle
que se distinga de cuando conducía la CEPA. Lo que quedó
demostrado es que hoy más que nunca el movimiento
estudiantil necesita una alternativa, que se juegue por las
luchas de estudiantes y trabajadores, que se atreva a
denunciar y enfrentar a los golpistas, al gobierno y las
patronales, al rector y los decanos, que se juegue por el
activismo y el movimiento estudiantil.
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