Basta
de represión: abajo el régimen gorila
Asamblea constituyente garantizada por
un
gobierno provisorio del FNRP
Presentamos a continuación dos informes enviados por
nuestro compañero Roberto Sáenz desde Honduras.
Según nos informa, al momento del cierre de esta edición,
desde los barrios populares de Tegucigalpa y otras regiones
del interior del país, se está desafiando el toque de
queda por parte de amplios sectores populares. De hecho, hoy
día miércoles 23, el toque de queda ha sido
"suspendido" desde las 10 de la mañana y a partir
de las cinco de la tarde será nuevamente reestablecido.
Está claro que los gorilas están "midiendo" la
situación que sigue basculando entre el reforzamiento del
golpe militar y el estallido de una suerte de rebelión
popular que los barra de la escena. Pero tampoco se puede
descartar un tercer escenario: una salida
"intermedia", negociada, que les salve el pellejo
a los golpistas por la vía de la imposición de las
elecciones fraudulentas del 28 de noviembre e impida que la
lucha popular deje piedra sobre piedra del régimen gorila.
En todo caso, desde nuestra corriente SoB y desde el
terreno mismo de los acontecimientos, empujamos para el lado
de una salida revolucionaria: la organización desde los
barrios de la huelga general y la imposición de una
Asamblea Nacional Constituyente garantizada por el gobierno
provisional del Frente Nacional de Resistencia Popular.
***
Escribe Roberto Sáenz, desde Honduras, para Socialismo o Barbarie,
21/09/09
¡Huelga
general para quebrar a los golpistas!
¡El Frente
Nacional de Resistencia debe
asumir el poder
como gobierno provisional!
El Progreso, Honduras, 21/09/09, 12:30 hs. -
En el momento que escribimos este artículo –desde el
terreno mismo de los acontecimientos– la situación se está
polarizando minuto a minuto. Mel Zelaya, al parecer, está
en algún lugar de Tegucigalpa, al tiempo que los gorilas
están en cadena nacional desmintiendo el hecho.
La realidad es que luego de las movilizaciones antigolpistas del
festejo del día de la independencia nacional (15 de
septiembre) se evidenció que con el correr de las semanas
los golpistas fueron quedando en minoría mientras que el
Frente Nacional de Resistencia Popular fue transformándose
en una referencia de masas, levantando las banderas
democráticas de la lucha.
Esa evidencia del golpismo en minoría, sumada a la extensión nacional
del Frente de Resistencia, es lo que, al parecer, terminó
decidiendo a Zelaya, luego de semanas y semanas de
cavilaciones, hacerse presente en el país.
De momento, la situación no está del todo clara. No se sabe si Zelaya
llegó con el apoyo de algún sector de las Fuerzas Armadas
y de los capitalistas o no. Tampoco se sabe, a ciencia
cierta, dónde se encuentra.[1]
Pero el hecho cierto es que el movimiento de masas hondureño está
saliendo en estos mismos momentos a las calles.
Frente a esto, Micheletti y los golpistas han salido a decir que todo
se trataría de un operativo de "terrorismo mediático"
y se han lanzado a cerrar o amenazar a los canales de radio
y televisión antigolpistas. Por eso, en el mismo momento
que escribimos esto –las 12:30 del lunes 21–, en varias
ciudades del país la población se está movilizando para
defender los medios de comunicación antigorilas.
A priori, entonces, lo que se puede anticipar, es una circunstancia de dura
polarización. Y
no será lo mismo si las FFAA están divididas o no. Esto no
es menor, porque no se puede descartar que, de un momento a
otro,
se produzcan fuertes enfrentamientos en las
principales ciudades del país.
Ya habíamos señalado en otras oportunidades, desde Honduras mismo,
que la situación de "golpe de noche, rebelión popular
de día" no podía sostenerse. Lo evidente era que el
golpe lucía demasiado débil para ser tal. Y ha ido
perdiendo legitimidad de manera creciente. Ha ido perdiendo
la mayoría de la opinión pública y, a la vez, no ha
logrado ser todo lo duro y represivo que es necesario a un
golpe militar.
Esta circunstancia hay que atribuirla no a Mel Zelaya ni a las
incontables e importantes gestiones en las alturas diplomáticas,
sino al hecho que la heroica resistencia de los
explotados y oprimidos ha marcado un jalón histórico en la
lucha de los pueblos latinoamericanos, al
resistir abiertamente por más de 80 días un golpe
militar.
En estas circunstancias, en estos mismos momentos, se está produciendo
una prueba de fuego: es probable que los golpistas
intenten jugar la carta represiva. Por otro lado, de
parte del movimiento popular, se trata de poner en marcha
una verdadera huelga general que paralice el país y derrote
a los golpistas.
Pero ahora, más que nunca, ya no se trata meramente de la restitución
de Mel. ¡No señor! Se puede y se debe ir mucho más allá.
Mel ya está hablando de "pacificación" y
"unidad nacional": pero no puede haber ninguna
unidad nacional con los golpistas. Se los debe juzgar
y castigar, incluso con la pena de muerte.
Por otra parte, en estos momentos el poder está en las calles:
la puesta en marcha de la huelga general, de la movilización
de masas, la ocupación de los lugares de trabajo y estudio
pueden dejar el poder en manos de los explotados y oprimidos.
Incluso más, el Frente Nacional de Resistencia Popular, que se ha
extendido nacionalmente,
es el que debería hacerse cargo
del poder, para garantizar las tareas democráticas y
sociales que la lucha ha puesto en la palestra.
En primer lugar, lo que está en todas las voces: una Asamblea
Nacional Constituyente que barra con todas las
instituciones de los golpistas y rediscuta la reorganización
de arriba abajo del país.
Pero además, de polarizarse el enfrentamiento, se va a plantear
perentoriamente la necesidad de organizar la autodefensa
popular. Ya mismo la población se está movilizando
para defender las radios y los canales de comunicación
antigolpistas.
Ese es el camino que hay que seguir: poner en pie finalmente una
gran rebelión popular que barra a los gorilas,
quiebre a las FFAA golpistas y que coloque en el
poder a las instituciones de la resistencia popular, que
se han extendido a lo largo y ancho de la nación.
La tarea de la huelga general y la autodefensa es ahora
mismo la más perentoria, porque es casi inevitable que si
las FFAA y la cipaya burguesía michelettista quieren
resistir, inevitablemente va a haber enfrentamientos que
podrían ser de magnitud.
Sin embargo, las perspectivas de la lucha son enormes. Es posible
quebrar a los golpistas y abrir una nueva página en la
lucha de clases de Latinoamérica: una página que no sea
meramente de tareas democráticas o reformas –como las que
han encarnado un Chávez o un Evo Morales– sino que
abra la vía de la transformación social, la vía de
cuestionar
ahora al capitalismo mismo como tal!
• Viva la lucha antigolpista en Honduras!
• Huelga general para echar y quebrar a los gorilas!
• Organizar la autodefensa!
• Asamblea Constituyente que barra con todas las instituciones de los
golpistas!
• Que sea el Frente Nacional de Resistencia Popular y sus
organizaciones en todo el país, las que asuman el poder
como gobierno provisional para garantizar todas estas
tareas!
Nota:
1. Posteriormente se confirmó que está en la embajada de Brasil en
Tegucigalpa.
2º
informe desde algún lugar de Honduras, de
Roberto
Sáenz, 22 de septiembre de 2009, 15:00 hs.
Los
fascistas juegan la carta represiva
Hay
que organizarse desde las barriadas populares para
preparar
la huelga general
Hace
falta una gran jornada continental de lucha
Hoy
Honduras amaneció con una extensión del toque de queda al
menos por todo el día (y en el momento que reescribimos
este informe, lo más probable es que siga por toda la noche
transformándose en un Estado de sitio en los hechos). Esta
medida se anunció por cadena nacional a altas horas de la
noche de ayer lunes 21 y se pudo ver el inmenso repudio
popular por el llamado de los oyentes a los canales de TV
expresando su odio a los golpistas. Claro: esto no quita
que el toque de queda se esté respetando, por el obvio
temor a ser detenido por el ejército y la policía.
Al
mismo tiempo, en la madrugada de hoy en Tegucigalpa, los
gorilas organizaron un amplísimo operativo represivo en
torno a la embajada de Brasil (donde está refugiado Zelaya)
para desalojar a los miles y miles de trabajadores,
estudiantes y vecinos que se habían agolpado para pasar la
noche en vigilia. Decenas de compañeros fueron heridos, hay
muchísimos detenidos y se habla de uno o dos compañeros
asesinados. Y a estas horas se está hablando de la
posibilidad de que por la noche, en medio de un apagón
nacional, el ejército intente allanar la embajada y detener
a Zelaya. No hace falta decir el salto represivo que
significaría esta medida.
El zarpazo represivo de un fascismo en minoría
¿Qué
significan estos hechos? Es obvio: se trata de un zarpazo
represivo. Es que el gobierno de Micheletti, sintiéndose
acorralado y apoyado en las FFAA, salió a jugar la carta
de la represión frente al retorno inesperado de Mel
Zelaya.
Es
decir, no parece dispuesto a retroceder aceptando una salida
negociada con Mel Zelaya. Esto mismo es lo que se expresa en
el cierre de todos los aeropuertos, dispuesto también en
horas de la madrugada de hoy 22 de septiembre. Esto tiene el
objetivo el impedir la llegada de alguna misión del
exterior (sea Miguel Insulza de la OEA, u Oscar Arias
presidente de Costa Rica) que los fuerce a una negociación.
Por
el contrario, se ve que los gorilas pretenden seguir
adelante con su plan de mantenerse en el poder cueste lo
que cueste, realizando las fraudulentas elecciones del
próximo 28 de noviembre como si nada pasara en el país, y
como si tampoco de nada valieran las repercusiones
internacionales que la nueva coyuntura abierta con el
retorno de Zelaya han planteado.
Sin
embargo, estos hechos ocurren en una circunstancia
particular: lo que se evidencia en el país es que
los
golpistas han quedado claramente en minoría.
Esto
es visible no sólo en las opiniones de la mayoría de la
población sino en el hecho de que el cerco mediático de
las radios y canales de televisión –tan importante en los
primeros meses del golpe– parece estar cediendo, dado que
si bien los medios siguen en una posición “centrista”,
ahora están informando sobre los acontecimientos. Su
mensaje es el siguiente: un llamado al “diálogo
nacional” entre las partes.
También
parece ser un hecho que comienza a haber divisiones. No aún
en las FFAA (si no Micheletti hubiera caído), pero sí en
fracciones burguesas y entre los políticos. Así, en un
programa de TV bien temprano esta mañana, se pudo escuchar
tanto a Porfirio Lobo como a Elvin Santos (los dos
principales candidatos presidenciales del bipartidismo burgués)
planteando que el régimen no podía “encerrarse en sí
mismo”, que no podía seguir de espaldas a los
“organismos internacionales” y que era hora que se
“inicie un diálogo sincero entre ambas partes...”
Los festejos del
15 de septiembre
¿Cuál
es el trasfondo de estos hechos? El hecho que marcamos en
nuestro informe del día de ayer: que en los festejos del día
15 de septiembre (aniversario de la independencia de
Centroamérica) se evidenció que los golpistas habían
quedado claramente en minoría en la opinión pública.
Y, también, que la resistencia estaba claramente en
ascenso, a pesar de que desde hace varias semanas no venía
haciendo acciones espectaculares por así decirlo.
Como
señalábamos en dicho informe, la cuestión es que el
Frente Nacional de Resistencia Popular, lejos de haberse
debilitado, se ha extendido nacionalmente,
adquiriendo un imponente carácter de masas, más allá
de todas las desigualdades del caso.[1]
Es
en estas condiciones que se produce el redoble de la carta
represiva por parte de los gorilas. Es decir, en condiciones
de una situación cada vez más minoritaria, cuando
comienzan a producirse divisiones en las alturas y con un
altísimo aislamiento internacional. En esa situación, a
Micheletti y las FFAA no parece quedarles otra carta que mostrar
su control represivo del país.
Claro
que esto es sumamente peligroso... pero no sólo para los de
abajo, sino también para los de arriba. De ahí la multiplicación
de sectores que están llamando al “diálogo”. Es
peligroso, obviamente, para la heroica resistencia, por la
realidad de que la represión está pegando un salto en
calidad. Pero es peligroso también para los gorilas y la
clase dominante hondureña ante la eventualidad que la
respuesta de masas pegue también un salto y vaya mucho más
allá de los objetivos puramente antigolpistas de Mel
Zelaya, que desde que llegó a la embajada del Brasil sólo
ha tenido palabras para el “diálogo” y la “pacificación
nacional”, insinuando una salida que incluiría la impunidad
y amnistía para los fascistas asesinos entre otros muchos
puntos conciliadores.
Resistir desde los
barrios populares
En
el contexto que estamos señalando, hay que precisar qué
debe hacer a estas horas la resistencia. Las FFAA tienen
el control de las calles. Los compañeros han sido
violentamente desalojados de la puerta de la embajada del
Brasil y se anuncian al menos uno o dos compañeros muertos.
Ayer todo era algarabía y hoy todo es desconcierto. Pero no
se trata de una ni otra cosa: ni ayer estaban derrotados los
golpistas, ni hoy lo está la resistencia de masas que se ha
extendido a lo largo y ancho del país en más de 80 días
de heroica e histórica lucha.
De
lo que se trata es de determinar qué hacer a estas horas.
De parte de los compañeros del PST y de la corriente SoB
Internacional, creemos que hay que organizar en estos
momentos la resistencia desde las barriadas populares.
No
se trata de salir a tientas y locas a las calles; hay que
organizar los barrios obreros y populares y defender,
además, los medios de comunicación antigolpistas,
para que los fascistas no logren nuevamente imponer el
silencio informativo.
Creemos
que a partir de “atrincherarse” en estas horas en los
barrios, hay que ir construyendo una verdadera huelga
general: una vez que se derrote el Estado de sitio hay
que parar y tomar los lugares de trabajo y estudio,
imponiendo una huelga general y una movilización de masas
que termine por barrer a los golpistas.
Llamado
internacional
Por
último, hacemos desde las tierras “catrachas” un
llamado:
de una buena vez hay que poner en marcha una
movilización continental de masas.
En
Honduras hay un golpe de Estado que está matando al pueblo
y no puede ser que los explotados y oprimidos de Latinoamérica
permanezcan pasivos por culpa de sus direcciones.
Hay
que encontrar la manera de sacar a las calles en todos los
países a decenas de miles, a cientos de miles. Porque esa
es la manera de hacer valer el apoyo internacional sin
confiar en unas “negociaciones” en las alturas que hasta
ahora no han servido para otra cosa que para que los
golpistas sigan en el poder.
•
Viva la heroica resistencia del pueblo hondureño!
•
Construir la huelga general desde los barrios populares!
•
Alto a la represión, basta de Estado de sitio!
•
Abajo Micheletti y todas las instituciones golpistas!
•
Asamblea Nacional Constituyente!
•
Gobierno provisional del Frente Nacional de Resistencia
Popular!
•
Jornada continental antifascista ya!
Nota:
1.
Uno de los graves problemas de la misma es que su dirección
melista (consolidada en estos meses) subordinó siempre la
resistencia a las decisiones de Mel Zelaya y sus
negociaciones en las alturas.
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