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Desde
Honduras en lucha contra el golpe
“¡La Constituyente viene y nadie la detiene!”
Informe de Leticia F.
Desde El Progreso
Para
Socialismo o Barbarie, 23/09/09
El
lunes 21 de septiembre el Frente Nacional contra el golpe de
estado se preparaba para seguir en pie de lucha. Ya se habían
definido las acciones para ese día en distintos puntos del
país, pero ante los rumores de la llegada de Manuel Zelaya
Rosales, presidente constitucional del país, el movimiento
popular se aglutinó en las calles, parques, instituciones
educativas públicas, y otros lugares.
Las
caravanas que salían hacia el centro de la ciudad en el
caso de Tegucigalpa y lugares aledaños, se desviaron para
el edificio de las Naciones Unidas a celebrar la venida de
Mel, ya que los rumores que circulaban era que se encontraba
resguardado en ese lugar. La euforia que se vivió en ese
momento fue espectacular, tanto que a nivel nacional se
suspendieron las clases en los centros educativos del
gobierno.
Mientras
tanto el presidente de facto, Roberto Micheletti, afirmaba
en cadena nacional que esos rumores no eran ciertos, que eso
se definía como “terrorismo mediático” y que
encarcelaría a los dos pseudoperiodistas que estaban
poniendo en zozobra al país. En algunas ciudades de el país,
se estaban levando acabo asambleas y foros respecto al golpe
de estado, así como el qué hacer en adelante contra la
dictadura.
En
el canal oficial de la dictadura golpista, se insistía que no
pasaba nada, se incitaba a las personas que no
salieran de sus casas. Que no se alarmaran, que si el “prófugo
de la cuarta urna” estuviera en el país, ellos lo
sabrían antes que todos. Al mismo tiempo, en CNN, un
representante de Washington en Honduras afirmaba que Manuel
Zelaya se encontraba en Tegucigalpa, en la embajada de
Brasil. La movilización hacia ese lugar por parte del
Frente y los pobladores simpatizantes de Mel, no se hizo
esperar. Del sur del país también se movilizaron para esa
zona. La gente gritaba a Zelaya que no firme el plan Arias y
que “hoy si la constituyente, viene porque viene”.
En
San Pedro Sula, la convocatoria al Parque Central fue obvia.
Las personas llegaron de todos partes de la ciudad,
gritaban, saltaban, coreaban consignas y se abrazaban unas a
otras. La represión policial no dio tregua y también salió
a las calles a atacar a los manifestantes. Estas fuerzas
represoras intentaron cerrar Radio Uno, pero la gente hizo
barricadas y defendió con palos y piedras uno de los pocos
medios que están con la resistencia popular. Al ver esto,
los agentes policiales comenzaron a tirar bombas lacrimógenas,
viéndose derrotados por la masa popular, que ante las
amenazas permanecía manifestándose contra el gorila de
Micheletti y celebrando la llegada por fin del presidente
constitucional del país.
En
El Progreso, Yoro [ciudad muy cercana a San Pedro Sula] se
estaba desarrollando en ese momento un Foro sobre el golpe.
En ese momento, los participantes ignoraban lo que acontecía
en Tegucigalpa. Al escuchar los rumores de la llegada del
presidente, se dirigieron a la “Plaza de la Libertad”,
para informarse y actuar en torno a ello.
Los
docentes en las escuelas, debido a la algarabía que se sentía,
salieron a la calle eufóricos de los salones de clases,
gritando: “¡La Constituyente viene y nadie la detiene!”. La suspensión
de clases y la aglomeración de los docentes, alumnos y el
pueblo en las plazas fue inmediata.
Las
personas llegaban por docenas, comentando la actitud estúpida
del gobierno de facto en mantener las cadenas de radio y
televisión en cadena nacional donde repetía la misma
entrevista insulsa y sin sentido. A todas luces se veía el
temor a la insurrección de las masas.
Al
gorila no le quedo más que dictar un toque de queda para
las cuatro de la tarde, anunciándolo por cadena media hora
antes En la “Plaza de la Libertad”, en El Progreso, el
Frente Nacional de Resistencia Popular acordó no acatar
esta orden impuesta por un gobierno usurpador, ya que era
ilegal. La policía quiso amedrentar a los manifestantes,
pasando muchas veces frente a este centro de protesta, tanto
en vehículos como en motocicleta, vigilando qué hacía la
resistencia. También amenazaban con cerrar Radio Progreso.
Las personas se ofrecieron a quedarse en vigilia, tanto en
señal de protesta como para resguardar la radio del pueblo.
Esa
noche fue de resistencia. Se demostró que el pueblo hondureño
defiende sus derechos y exige una Constituyente, una
nueva Constitución que incluya al pueblo pobre del país,
donde él pueda decidir en las toma de decisiones.
La
noche fue larga, pero los manifestantes se distrajeron
cantando, gritando consignas, jugando pelota, haciendo que
la resistencia fuera más amena. Los jóvenes, que eran
muchos, le dieron un toque de alegría a esta vigilia de
resistencia popular y
de
desacato a un ridículo toque de queda.
Al
día siguiente, la resistencia se aglutino nuevamente en el
parque de la ciudad, donde se sigue luchando contra el régimen.
Desde allí, a pesar de la extensión del toque de queda,
seguimos exigiendo la Constituyente, repudiando la violenta
represión por parte de la policía en las diferentes
ciudades del país, y
demostrando
que no tenemos miedo, porque ellos nos tienen miedo.
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