El gobierno ha vuelto a la carga en la cuestión de las
tarifas de electricidad y gas. La suspensión del aumento de
las mismas hace dos meses atrás, restituyendo los
subsidios, fue un retroceso obligado del gobierno ante la
presión política y popular. En esa oportunidad dijimos:
“El retroceso del gobierno kirchnerista en los aumentos
tarifarios muestra claramente la situación de debilidad política
de Cristina K y su incapacidad para sostener una medida
coherente. Y vuelve a echar sobre el aumento de las tarifas
la alfombra de los subsidios. Pero esta alfombra se ha ido
deshilachando y la restitución de los subsidios significara
un costo fiscal de 500 millones de pesos y será por algunos
meses. Los vaivenes del gobierno, por otro lado,
significaran bastonazos de ciego dirigidos hacia los
trabajadores” (SoB nº 157, 13/8/09))
Ahora el gobierno ha resuelto cumplir el plan de ajustes
de tarifas que se había programado quitando los subsidios
en forma escalonada como lo había dispuesto en agosto el
Ministerio de Planificación a cargo de Julio De Vido. Ante
la imposición de esta medida y la temporada estival que se
avecina, en donde el consumo alcanza registros altos, el
gobierno “abre el paraguas antes de que llueva” diciendo
que las subas serán, fundamentalmente para los usuarios de
alto consumo. Y que “el 92 % de los hogares queda excluido
de la medida” ya que los aumentos regirá para las zonas
que abastecen Edenor, Edesur y Edelap.
En relación a las tarifas gasíferas, entre el 1º de
octubre y el 31 de mayo según voceros de Planificación
“se aplica el “Cargo Gas” para los usuarios
residenciales de consumos altos, de acuerdo a un umbral que
varía según cada provincia, y que en el caso del área
metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es de 1.000 metros cúbicos
anuales” (Momento 24) Este “Cargo Gas” o “cargo
específico” fue impuesto para cubrir las importaciones de
gas de Bolivia y del GNL que
llega vía marítima. Esto redituaría en un aumento
del 400%.
Mientras que el gobierno trató de dar explicaciones como
un mago fracasado que quiere sacar conejos de la galera y no
puede, los empresarios de la electricidad rápidamente
salieron a apoyar la medida. En una solicitada que se publicó
en el diario Buenos Aires Económico, el día lunes 5 de
octubre afirman que “la eliminación de los subsidios es
un primer paso en la dirección correcta" y concluyen
diciendo "las empresas firmantes reiteran su compromiso
de colaborar en el diseño de medidas futuras que permitan
invertir en la calidad del servicio, la eficiencia energética,
el cuidado del medio ambiente y que posibiliten a las
empresas alcanzar una rentabilidad justa y razonable".
Las empresas firmantes son entre otras, AES Alicurá S.A.,
Central Dock Sud., Central Térmica Loma La Lata, EDESUR, EDENOR, EDELAP, EDESA, y Transener.
Sin duda este apoyo de los empresarios no es formal. Las
empresas, con los subsidios que les otorgó el gobierno
siguieron manteniendo sus ganancias. Pero como toda empresa
capitalista su voracidad exige mayores beneficios. Por
supuesto, a costa de los, cada vez más pobres, bolsillos
obreros que deberán exprimirse aún más para pagar las
facturas tarifarias.
El gobierno de Cristina K por su parte, mientras reprime a
los trabajadores que luchan contra despidos y suspensiones
como en Terrabussi Kraft, no dice como siguen enriqueciéndose
estas empresas. Para “muestra basta un botón”: ahora el
dueño de EDENOR quiere ingresar en el negocio del gas.
Marcelo Mindlin, cuyo grupo Pampa Energía que nuclea
empresas como EDENOR, Transener y otras cinco generadoras se
apresta a poner pie en Wall Street cotizando sus acciones. El desarrollo de
este grupo es una expresión concreta de la política que ha
tenido el gobierno de Cristina K en el rubro energético.
Pampa Energía “tuvo ingresos por más de $ 2.000 millones
en los primeros seis meses del año (la mitad gracias a
EDENOR) En el período ganó $196 millones” (Clarín,
5/10/09) Pero las apetencias de Mindlin no quedan ahí. Este
pulpo capitalista está extendiendo sus tentáculos y
necesitan para sus usinas eléctricas una determinada
provisión de gas. Un recurso natural que en nuestro país,
en manos de los capitalistas empieza a escasear. Por esto,
Mindlin ha comenzado a negociar con YPF y otras compañías
su entrada en el mercado patronal del gas.
Los trabajadores se encuentran frente a otra pelea: parar
el tarifazo en la luz y el gas. Y como en otros terrenos
de lucha no cuenta con más aliados que sus propias fuerzas.
La oposición burguesa parlamentaria ha convocado a una sesión
especial para tratar dos proyectos para derogar los decretos
que convalidan los aumentos tarifarios. Lo hacen especulando
con los problemas políticos y económicos que enfrenta
Cristina K. Pero no podemos confiar en que salga algo bueno
que salga de esa
cueva de parlanchines ladrones que
es el Congreso de la Nación. La prueba es que durante
los meses en que estuvo suspendido el aumento no se
preocuparon por tomar resoluciones legislativas para
resolver esta cuestión. Tampoco la CGT y la CTA son
confiables. Moyano se ha prendido del gobierno y la CTA ha
sido incapaz de enfrentarlo consecuentemente. El movimiento
obrero y los sectores populares tiene que organizarse desde
las bases para luchar por voltear el tarifazo a partir de
exigir un aumento salarial inmediato que permita cubrir el
aumento de tarifas y el costo de vida en general y poner en
un marco más estratégico la pelea por la nacionalización
y el control directo de los trabajadores de las empresas
energéticas a partir de la movilización unitaria y democrática.