Las elecciones estudiantiles que se acercan en Medicina
tienen que servir para que los estudiantes discutamos a
fondo cuál es el camino para de una vez por todas pararle
la mano a Hoja de Roble.
Este año, nuevamente, parecía que empezaba a cambiar la
historia cuando ante el proyecto de restringir la
regularidad se dio una contundente respuesta con una
asamblea masiva que terminó en la toma de la facultad….
Pero la movida se desinfló y el mes pasado la gestión se
salió con la suya al aprobar su iniciativa.
Lamentablemente, no es una novedad que la fuerza
estudiantil surja con todo,
acorrale a Hoja de Roble y se esfume como si nunca
hubiera pasado nada.
Dos años atrás, en el marco de la lucha por
democratización en el conjunto de la Universidad, Medicina
ganaba las calles con columnas de más de mil estudiantes de
los cuatro mil que llegamos a movilizarnos. Además, se hizo
un escrache a la casa del entonces decano Salvioli, que
estaba contra las cuerdas. Pero en un abrir y cerrar de
ojos, las autoridades reabsorbieron la rebelión motivada
por el odio a la política privatista y excluyente de Hoja
de Roble.
UNITE: ¿con el rectorado de la LES o con los que
luchan?
El callejón sin salida en el que termina cada una de las
luchas tiene un responsable: la política de la UNITE. El
ejemplo de este año es claro: cuando había que profundizar
la organización y lucha estudiantil para derrotar la
iniciativa de Hoja de Roble contra la regularidad,
desmovilizó y llamó a confiar en el debate en las
comisiones del Consejo Académico donde Hoja de Roble es
mayoría. En vez de fortalecer las asambleas, recurren a los
plebiscitos. En
vez de unir la lucha de los estudiantes “regulares” a la
de los ingresantes y cancelados, las mantiene por carriles
separados; en vez de unirnos a los estudiantes de las otras
facultades en asambleas interfacultades, levanta un muro
entre Medicina y el resto y nos lleva atrás del rectorado
de la Franja Morada y los kirchneristas que aplican la Ley
de Educación Superior (LES) menemista en toda la
Universidad.
Los estudiantes debemos aprovechar los roces entre Hoja de
Roble y el rectorado, por ejemplo, movilizándonos para que
se tome el examen a los ingresantes del año pasado. Pero
sin atar nuestra suerte al rectorado que no puede llegar más
lejos que eso. En
su adaptación al rectorado de la LES, la UNITE no levanta
el ingreso irrestricto, sólo se limita a buscar atenuar el
examen de ingreso. Y así en todos los terrenos de la Ley de
Educación Superior, empezando por
el ajuste presupuestario.
Hay fuerzas para construir una alternativa
Se puede derrotar al decano Martínez y Hoja de Roble si
somos capaces de construir una alternativa que le dispute a
la política de la UNITE. Que confíe en las fuerzas del
movimiento estudiantil, que una todas las reivindicaciones,
que sea realmente democrática en base a asambleas,
que se ligue al resto de los estudiantes de las
facultades en interfacultades, que abra la cabeza y se
juegue para apoyar a los trabajadores como los de Terrabusi
que luchan contra la política de los patrones, la
burocracia sindical y el represor gobierno K, que apoye la
resistencia hondureña para que en nuestro continente no
vuelva el tiempo de los golpes de estado.
Así como en el terreno estudiantil la UNITE (CEPA) nos
lleva atrás del rectorado, en la política nacional hizo lo
mismo llamando a confiar en la Mesa de Enlace encabezada por
la Sociedad Rural. Debemos construir una alternativa
independiente de todas las autoridades de la LES y de todos
los bandos patronales.
Es posible construir esta alternativa unitaria con los
muchos estudiantes que se niegan a aceptar la resignación a
la que lleva la política de la UNITE y que saben que
Articular, lejos de ser una opción, es una nueva versión
de la Franja Morada que destruye la educación pública.
Queremos debatir a fondo con los compañeros de Sinapsis,
que mantienen una posición crítica hacia la política de
la UNITE. Sin embargo, a veces se quedan a mitad de camino
como cuando señalan que la situación de los estudiantes
“es responsabilidad de todos”, que parte del sano espíritu
de ver qué hicimos mal pero que pierde de vista que la
responsabilidad central es de quién conduce. Y que en tal
caso, nuestra responsabilidad es la de construir una
alternativa con una política clara para que avance el
movimiento estudiantil, imposible de construir sin ir a
fondo en clarificar el proyecto de la UNITE. En ese sentido,
nuestra responsabilidad es abrir un diálogo sincero,
fraternal pero sin miedo a discutir el verdadero alcance de
acuerdos y diferencias. Y con la vocación de construir un
espacio que sea el primer paso para aglutinar a los muchos
estudiantes expectantes por poner en pie algo nuevo en
Medicina.
Desde el ¡Ya Basta! nos comprometemos, como hicimos todo
el año, a trabajar por este camino.
Desde
el ¡Ya Basta! nos estamos jugando con todo a construir en
Medicina una alternativa democrática, independiente y de
lucha. Si estás de acuerdo con nuestros planteos, podés
aportar dándonos tu nombre para construir una lista con
esta perspectiva.