Socialismo o Barbarie, periódico Nº 162, 22/10/09
 

 

 

 

 

 

Kraft: cómo actuó la justicia “independiente”

Lo que escapa a la “balanza” de la justicia

Por Patricio
Abogados Laboralistas de Izquierda

A la hora de analizar cómo actuó la justicia en este conflicto, es conveniente trazar una línea divisoria desde el momento que los medios ponen el foco sobre el mismo, haciéndolo parte de su agenda diaria, a raíz de lo cual el poder político se ve obligado a intervenir.

Durante el mes de agosto y parte de septiembre, hasta que los hechos empezaron a tomar relevancia pública, la única presencia judicial que se podía apreciar vinculada a los despidos y a las consecuentes protestas de los trabajadores, era la de los fiscales penales que se presentaban para “cuidar” el orden, es decir, impedir que los trabajadores se manifestaran por todas las medidas injustas que había tomado la empresa. Podemos enumerar algunas: la no toma de recaudos por la emergencia sanitaria, no acatar la conciliación obligatoria establecida desde el Estado para llegar a una solución, el despido de delegados que por la protección que la ley les acuerda sólo pueden ser excluidos por una orden previa de la justicia, etc. En ninguno de estos casos la justicia había actuado tan fervientemente como cuando desde la empresa se solicitó su intervención para desbloquear las actividades sindicales de los trabajadores y de esa forma poder seguir el curso normal de la producción.

La esfera penal de la justicia siempre actúa para reprimir a pedido de los más poderosos porque son los que tienen las palancas para mover los engranajes necesarios. Sólo basta con tratar de buscar algún ejemplo en el cual la policía, que recibe ordenes por parte de la justicia, haya actuado en defensa de los trabajadores. Es costoso encontrarlo. O acaso algún fiscal se apersonó a la planta para labrar un acta por la desidia con que la empresa se maneja en términos de seguridad laboral, las condiciones infrahumanas a las que somete a sus empleados o el entorno de salud en el cual viven día a día los operarios de la planta.

Por otra parte, encontramos lo que son las garantías laborales que la ley acuerda a los trabajadores. Cuando éstas fueron violadas, lo cual suscitó  la protesta de los trabajadores, ningún resorte judicial se activó para que esta actitud empresarial se detuviese. Todo lo contrario, la ley les cayó a los trabajadores por reclamar que los exploten un poco menos, o que lo hagan como lo dice la ley.

Kraft no dejaba entrar a ninguno de los delegados cuando sólo en uno de los casos (Hermosilla) la justicia había dictaminado que en forma cautelar debía aguardar la resolución del juicio puertas afuera de la fábrica. En cuanto al resto de los delegados, sólo una vez que el conflicto estuvo muy avanzado y que la opinión pública había empezado a volcarse a favor de los trabajadores, obligó a Kraft a permitir el ingreso de los delegados. Es más, inclusive en el caso de Hermosilla, se decidió permitirle el ingreso para “observar su comportamiento” durante 3 días.

Se puede ver claramente que la balanza de la justicia se vuelca de un lado o de otro según como esté dada la relación de fuerzas en el plano político. En la mayoría de los casos, los jueces  siempre buscan desentenderse de la situación, sacarse el problema de encima, más cuando saben que no son ellos en última instancia quienes resolverán el conflicto. Los trabajadores estaban en muy buena relación de fuerza y eso permitió que halla fallos favorables en la justicia, inclusive dar vuelta la situación de Hermosilla.

Pero esta decisión judicial está encadenada a la presión que sienten en el Ministerio de Trabajo por la repercusión que tuvo el conflicto en la opinión pública. Si los trabajadores no hubieran permanecido firmes hoy serían unos “negros de mierda” que cortan autopistas y estarían todos sometidos a juicios penales.

Para concluir, en la justicia no se decidirá nada, porque los jueces no son independientes y sólo quieren permanecer pasivos a la espera de que el conflicto se resuelva fuera de su órbita. Los fallos sólo son la vara que mide el nivel de fuerza de cada parte.