Un fenómeno de reorganización independiente y antiburocrático
empieza a recorrer, al calor de las luchas, a sectores del
movimiento obrero. Experiencias que si bien todavía no
llegan a influenciar masivamente (o todavía falta para
llegar a disputar los grandes gremios), son muy valiosas y
sirven al conjunto de los luchadores como guía.
Hablamos
de los casos que han marcado mojones de pelea y organización
como los trabajadores del Subte, de FATE y el Neumático,
los compañeros del Hospital Garrahan o Zanón y los
ceramistas, así como la actual pelea en Terrabusi entre
muchas otras, que se combinan con nuevos delegados
combativos que surgen en distintas estructuras y fábricas.
Los rumbos que van tomando estas experiencias, y la
izquierda clasista y revolucionaria, son de importancia para
la organización independiente de los trabajadores, y de
su desarrollo y confluencia puede gestarse una punta de
lanza para conformar un bloque político clasista en el
movimiento obrero.
Como en todas estas experiencias hay compañeros de
distintas corrientes de la izquierda encabezando o
participando, las orientaciones políticas de los partidos o
corrientes terminan cobrando una importancia fundamental.
Hoy hay una discusión sobre la mesa: la entrada del
Sindicato Ceramista de Neuquén a la CTA, propuesta
impulsada por el PTS para los obreros ceramistas, que para
el nuevo MAS podría significar graves peligros para esta
valiosa experiencia del movimiento obrero.
¿Entrar a la CTA es el camino a seguir?
Lo primero que queremos remarcar desde el nuevo MAS, es
que somos incondicionales partidarios de la democracia de
los trabajadores y respetamos y acompañamos todas las
decisiones que tomen los ceramistas en asamblea. Pero
queremos polemizar fraternalmente sobre esta orientación
impulsada por el PTS, corriente con influencia en la fábrica
y la directiva.
Que la CGT es una burocracia repodrida, no es ninguna
novedad, de hecho son los que aportan los matones y las
patotas para reventar los conflictos. Moyano es hombre del
gobierno en la CGT. Romper esa loza burocrática se hace una
necesidad imperiosa. Pero si de defender la política del
gobierno nacional se trata, la conducción de la CTA a
nivel nacional ha dado mostradas pruebas de sumisión
en más de una oportunidad: desde su participación en
el Consejo del Salario, que le puso techo a la discusión
salarial, hasta haber boicoteado gran cantidad de luchas de
trabajadores. Entre
las tantas figuran los docentes, los estatales o los obreros
del Neumático (de la mano del nº 2 de la CTA, Pedro
Wasiejko), etc. Nunca se jugó a un paro nacional
para que triunfe ninguna lucha y mas bien actuó de bombero
del gobierno nacional y las patronales. Con esto lo que
buscamos es mostrar una pequeña parte de la verdadera cara
de la burocracia de la CTA, que tiene pose y discurso de “combativo”, y en los hechos no sólo no
mueve un dedo para salir a luchar, sino que al que sale
también lo manda al bombo.
Se
podría llegar a argumentar, para justificar la política
del PTS, que la CTA Neuquén “es distinta” y eso
justificaría el ingreso del SOECN; pero las cosas son como
son: Chervabaz (Judiciales) reivindicó públicamente a
Sapag cuando se votó la expropiación de Zanón (¡vaya
independencia política!); Guagliardo (ATEN) no sólo está
transando un nuevo estatuto docente que revienta a los
maestros, sino que se negó al paro por tiempo indeterminado
para voltear a Sobisch cuando fue el asesinato de nuestro
compañero Carlos Fuentealba; el mismo camino siguió la CTA
provincial, perdonándole la vida al asesino, con la
complicidad de la CTERA y la CTA nacional.
Otra posibilidad, perfectamente atendible, sería que en
la CTA Neuquén haya una rebelión de las bases, o se
expresara por ese canal un proceso de organización desde
abajo y Zanón pudiera cumplir un rol de dirección o de
canalización independiente de esa experiencia: tampoco
es lo que sucede.
Sin ir más lejos, mientras amplísimos sectores de
trabajadores, estudiantes y la población en su conjunto, se
mostraban indignados por la represión en Kraft, ¿qué hizo
la CTA nacional y provincial para defender la lucha de los
obreros de Terrabusi? La respuesta es simple: nada.
No impulsaron ninguna lucha ni campaña nacional, y a
nivel provincial, ni fueron al corte de la ruta
provincial el día de la represión, ni al corte del puente
Neuquén-Cipoletti ni participaron de la multisectorial en
apoyo. La CTA brilló por su ausencia.
Al fin y al cabo, como no hay ninguna necesidad imperiosa
(como sí la tuvieron los trabajadores del Subte, que la UTA
no los dejaba organizarse democráticamente) y ningún hecho
de la lucha de clases o del proceso de recomposición sobre
el que Zanón pueda actuar entrando a la CTA, se corre
mas bien el riesgo, siendo éste un gremio cristalizado y
dirigido por la burocracia, que los ceramistas queden
expuestos a la presión de la burocracia. Los burócratas
de la CTA se van a presentar, frente a la base obrera
ceramista, como “compañeros” de lucha... de la misma
forma que lo hizo el traidor de Wasiejko con los
trabajadores del Subte (en oportunidad del paro de la CTA
del 27 de mayo, Wasiejko se apersonó a la reunión del
cuerpo de delegados para que se sumen a la jornada).
Por un bloque político-sindical
La línea del PTS respecto a la CTA fue de un zigzagueo
vacilante a lo largo del año. Primero de confianza en
la CTA: desde nuestras páginas en abril debatíamos
abiertamente (respecto al paro del 27 de mayo) que mientras
nosotros denunciábamos que el paro era un “saludo a la
bandera” de la burocracia, ya que no impulsaba ninguna
medida de fuerza real, el PTS ponía expectativas y sostenía
que “todos los sindicatos llamen al paro”.
Luego viraron y pasaron a la denuncia a ambas centrales,
planteando correctamente al momento actual pelear “tanto
en la CGT como en la CTA”. Si ahora han modificado la línea
y la pelea es en ambas centrales, no se entiende por
qué continúan insistiendo con el ingreso de los ceramistas
a la CTA. O el PTS
sufre de “esquizofrenia” o tiene un doble discurso: por
un lado denuncia a ambas centrales, pero por el otro impulsa
la entrada a la CTA. ¿No es que hay que pelear en ambas? ¿Entonces,
por qué el SOECN sale de la CGT para entrar en la CTA?
Con el conflicto de Terrabusi tenemos la última evidencia
de que la CTA no se juega por ningún conflicto obrero, y
con las luchas de los trabajadores, incluso enmarcados en su
propia central, como buena burocracia, si te tiene que
reventar, ni lo duda.
Por eso desde el nuevo MAS sostenemos que la experiencia
de Zanón no tiene que ir detrás de la burocracia por más
“progresista” que se quiera pintar, sino ser parte de
construir un verdadero llamado de las comisiones internas
combativas, cuerpos de delegados y partidos de la izquierda
para conformar un bloque político-sindical que sirva
para pelear por la independencia política de la clase
trabajadora, apoyar todas las luchas obreras, que se
enfrente a toda variante patronal y puje por desbordar a la
burocracia sindical, tanto de la CGT como de la CTA. Una
confluencia de la izquierda clasista y revolucionaria con
las mejores experiencias del movimiento obrero, que sirva
como punto de referencia para el conjunto de los
trabajadores, es el paso que tenemos planteado dar.
Periódico SoB nº
152, www.mas.org.ar