Socialismo o Barbarie, periódico Nº 162, 22/10/09
 

 

 

 

 

 

Frente a la propuesta del PTS de hacer entrar al Sindicato Ceramista de Neuquén
(SOECN) a la CTA

Reflexiones a la luz de la lucha de Kraft

Por Sergio Revelli
Nuevo MAS Neuquén

Un fenómeno de reorganización independiente y antiburocrático empieza a recorrer, al calor de las luchas, a sectores del movimiento obrero. Experiencias que si bien todavía no llegan a influenciar masivamente (o todavía falta para llegar a disputar los grandes gremios), son muy valiosas y sirven al conjunto de los luchadores como guía.

Hablamos de los casos que han marcado mojones de pelea y organización como los trabajadores del Subte, de FATE y el Neumático, los compañeros del Hospital Garrahan o Zanón y los ceramistas, así como la actual pelea en Terrabusi entre muchas otras, que se combinan con nuevos delegados combativos que surgen en distintas estructuras y fábricas.

Los rumbos que van tomando estas experiencias, y la izquierda clasista y revolucionaria, son de importancia para la organización independiente de los trabajadores, y de su desarrollo y confluencia puede gestarse una punta de lanza para conformar un bloque político clasista en el movimiento obrero.

Como en todas estas experiencias hay compañeros de distintas corrientes de la izquierda encabezando o participando, las orientaciones políticas de los partidos o corrientes terminan cobrando una importancia fundamental. Hoy hay una discusión sobre la mesa: la entrada del Sindicato Ceramista de Neuquén a la CTA, propuesta impulsada por el PTS para los obreros ceramistas, que para el nuevo MAS podría significar graves peligros para esta valiosa experiencia del movimiento obrero.

¿Entrar a la CTA es el camino a seguir?

Lo primero que queremos remarcar desde el nuevo MAS, es que somos incondicionales partidarios de la democracia de los trabajadores y respetamos y acompañamos todas las decisiones que tomen los ceramistas en asamblea. Pero queremos polemizar fraternalmente sobre esta orientación impulsada por el PTS, corriente con influencia en la fábrica y la directiva.

Que la CGT es una burocracia repodrida, no es ninguna novedad, de hecho son los que aportan los matones y las patotas para reventar los conflictos. Moyano es hombre del gobierno en la CGT. Romper esa loza burocrática se hace una necesidad imperiosa. Pero si de defender la política del gobierno nacional se trata, la conducción de la CTA a  nivel nacional ha dado mostradas pruebas de sumisión en más de una oportunidad: desde su participación en el Consejo del Salario, que le puso techo a la discusión salarial, hasta haber boicoteado gran cantidad de luchas de trabajadores. Entre las tantas figuran los docentes, los estatales o los obreros del Neumático (de la mano del nº 2 de la CTA, Pedro Wasiejko), etc. Nunca se jugó a un paro nacional para que triunfe ninguna lucha y mas bien actuó de bombero del gobierno nacional y las patronales. Con esto lo que buscamos es mostrar una pequeña parte de la verdadera cara de la burocracia de la CTA, que tiene pose y discurso de “combativo”, y en los hechos no sólo no mueve un dedo para salir a luchar, sino que al que sale también lo manda al bombo.

Se podría llegar a argumentar, para justificar la política del PTS, que la CTA Neuquén “es distinta” y eso justificaría el ingreso del SOECN; pero las cosas son como son: Chervabaz (Judiciales) reivindicó públicamente a Sapag cuando se votó la expropiación de Zanón (¡vaya independencia política!); Guagliardo (ATEN) no sólo está transando un nuevo estatuto docente que revienta a los maestros, sino que se negó al paro por tiempo indeterminado para voltear a Sobisch cuando fue el asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba; el mismo camino siguió la CTA provincial, perdonándole la vida al asesino, con la complicidad de la CTERA y la CTA nacional.

Otra posibilidad, perfectamente atendible, sería que en la CTA Neuquén haya una rebelión de las bases, o se expresara por ese canal un proceso de organización desde abajo y Zanón pudiera cumplir un rol de dirección o de canalización independiente de esa experiencia: tampoco es lo que sucede.

Sin ir más lejos, mientras amplísimos sectores de trabajadores, estudiantes y la población en su conjunto, se mostraban indignados por la represión en Kraft, ¿qué hizo la CTA nacional y provincial para defender la lucha de los obreros de Terrabusi? La respuesta es simple: nada.

No impulsaron ninguna lucha ni campaña nacional, y a nivel provincial, ni fueron al corte de la ruta provincial el día de la represión, ni al corte del puente Neuquén-Cipoletti ni participaron de la multisectorial en apoyo. La CTA brilló por su ausencia.

Al fin y al cabo, como no hay ninguna necesidad imperiosa (como sí la tuvieron los trabajadores del Subte, que la UTA no los dejaba organizarse democráticamente) y ningún hecho de la lucha de clases o del proceso de recomposición sobre el que Zanón pueda actuar entrando a la CTA, se corre mas bien el riesgo, siendo éste un gremio cristalizado y dirigido por la burocracia, que los ceramistas queden expuestos a la presión de la burocracia. Los burócratas de la CTA se van a presentar, frente a la base obrera ceramista, como “compañeros” de lucha... de la misma forma que lo hizo el traidor de Wasiejko con los trabajadores del Subte (en oportunidad del paro de la CTA del 27 de mayo, Wasiejko se apersonó a la reunión del cuerpo de delegados para que se sumen a la jornada).

Por un bloque político-sindical

La línea del PTS respecto a la CTA fue de un zigzagueo vacilante a lo largo del año. Primero de confianza en la CTA: desde nuestras páginas en abril debatíamos abiertamente (respecto al paro del 27 de mayo) que mientras nosotros denunciábamos que el paro era un “saludo a la bandera” de la burocracia, ya que no impulsaba ninguna medida de fuerza real, el PTS ponía expectativas y sostenía que “todos los sindicatos llamen al paro”[1].

Luego viraron y pasaron a la denuncia a ambas centrales, planteando correctamente al momento actual pelear “tanto en la CGT como en la CTA”. Si ahora han modificado la línea y la pelea es en ambas centrales, no se entiende por qué continúan insistiendo con el ingreso de los ceramistas a la CTA. O el PTS sufre de “esquizofrenia” o tiene un doble discurso: por un lado denuncia a ambas centrales, pero por el otro impulsa la entrada a la CTA. ¿No es que hay que pelear en ambas? ¿Entonces, por qué el SOECN sale de la CGT para entrar en la CTA?

Con el conflicto de Terrabusi tenemos la última evidencia de que la CTA no se juega por ningún conflicto obrero, y con las luchas de los trabajadores, incluso enmarcados en su propia central, como buena burocracia, si te tiene que reventar, ni lo duda.

Por eso desde el nuevo MAS sostenemos que la experiencia de Zanón no tiene que ir detrás de la burocracia por más “progresista” que se quiera pintar, sino ser parte de construir un verdadero llamado de las comisiones internas combativas, cuerpos de delegados y partidos de la izquierda para conformar un bloque político-sindical que sirva para pelear por la independencia política de la clase trabajadora, apoyar todas las luchas obreras, que se enfrente a toda variante patronal y puje por desbordar a la burocracia sindical, tanto de la CGT como de la CTA. Una confluencia de la izquierda clasista y revolucionaria con las mejores experiencias del movimiento obrero, que sirva como punto de referencia para el conjunto de los trabajadores, es el paso que tenemos planteado dar.


[1] Periódico SoB nº  152, www.mas.org.ar