La patronal del diario Crónica lanzó un nuevo zarpazo
contra los trabajadores el jueves 29 de octubre: despidió a unos 50 trabajadores gráficos –todos los que trabajan
en la redacción de calle Mitre y algunos de los que cumplen
tareas en el edificio de avenida Garay–, en el marco de
que el Ministerio de Trabajo dejó en
suspenso el pedido de procedimiento preventivo de
crisis. Como se recordará, ese expediente le permitiría al
Grupo Olmos, dueño del diario (son gerentes de la obra
social de la UOM) despedir 150 trabajadores con la mitad de
la indemnización. El procedimiento requiere del acuerdo de
los sindicatos, que se opusieron. Pero el Ministerio tampoco
rechazó de plano el pedido de la empresa, sino que instó
a “seguir negociando”.
Con los despidos, ese mismo día los trabajadores gráficos
pararon y bloquearon la entrada a la redacción. Los
trabajadores de prensa, por supuesto, apoyaron el reclamo de
los gráficos y se negaron a trabajar, resistiendo las
presiones de la empresa. El viernes 30 el
diario no salió, aunque se imprimió una mini edición
fantasma (no más de 500 ejemplares de calidad vergonzosa) a
cargo de algunos carneros del sector gráfico. Finalmente,
el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria con todos los compañeros adentro.
El sábado 31, los trabajadores que llegaban al diario se
enteraban de que había seis
despidos en prensa, algunos claramente en represalia por
la asamblea, a media cuadra del diario, que el 29 había
decidido no carnerear. La redacción quedó tomada y el
diario estuvo parado hasta que esa noche la patronal aceptó
levantar los despidos, anular los telegramas y dejar entrar
a los compañeros, recibidos con una ovación.
Por el momento, la ofensiva patronal más brutal está
frenada. Ahora vuelve a la “línea blanda” de ofrecer retiro voluntario (ya aceptaron unos 60 gráficos y tres o cuatro
de prensa), siempre con presiones varias. Pero no hay
ninguna garantía de que no vuelvan a las andadas más
pronto que tarde, además de que corren los 15 días de la
conciliación obligatoria. El sindicato gráfico reclamó en
una solicitada que intervenga el gobierno (¿poniendo
plata?); la Comisión Interna de Prensa sigue firme en la
defensa de los puestos de trabajo y llama a confiar únicamente
en la fuerza y la movilización de los trabajadores.
El
conflicto, con o sin nuevas provocaciones patronales, está
muy lejos de haber terminado. De modo que "ya habrá más
informaciones para este boletín".