El jueves 22/10 se llevaron a cabo en el Carlos Pellegrini
las elecciones a Centro de Estudiantes y Consejo Resolutivo.
La novedad en esta ocasión fue la gran elección que
realizó la Lista 39, que salió segunda para el CECAP (por
solo dos votos de diferencia). El FEL (expulsados del
Partido Obrero) retuvo la conducción y el CR. La UEP-Franja
Morada hizo una elección bastante pobre, desmintiendo el
fantasma que azuzó el FEL para polarizar, y mostrando que
los estudiantes del Pellegrini siguen manteniendo un fuerte
espíritu de lucha.
La Lista 39 se formó este año por iniciativa de muchos
activistas combativos que, por distintos caminos, fueron
planteándose transformar
el modelo de CECAP cerrado y sin participación impuesto por
el FEL. Un modelo de centro que, pese a haber vivido
importantes luchas en los últimos años, generó una
brecha muy grande entre la conducción, el activismo y los
cursos, como resultado de la política del PO de
instrumentalizar al movimiento estudiantil para su propia
construcción. Un modelo que, en definitiva, no sirve para
organizar desde las bases la pelea contra el gobierno
nacional y su oposición derechista, contra el Rectorado y
todos los que quieren privatizar la educación.
La expulsión por parte del PO de la mayoría de los
miembros del FEL, tras 5 años de ser absolutamente hegemónico
en la izquierda del colegio, fue la gota que rebalsó el
vaso: abrió una pelea de aparatos que terminó de hartar a
muchos estudiantes combativos.
Por si esto no era suficiente, el mismo escrutinio se
convirtió directamente en un escándalo como producto de
esa pelea. El Partido Obrero (que no se estaba jugando
ninguna posición importante en las elecciones) acudió al
recuento de votos con una columna formada principalmente por
militantes y dirigentes universitarios, cuyo principal
objetivo era amedrentar a los expulsados. Estos, por su
parte, fueron al escrutinio preparados para una pelea física,
que no tardó en llegar. Los expulsados, que estaban en una
muy considerable inferioridad numérica y de edad, se
refugiaron en el interior del colegio y bloquearon las
puertas, rompiendo de esa forma muchas de las condiciones de
seguridad de la elección. Los militantes y dirigentes del
PO, en vez de calmar los ánimos, estuvieron varias horas
amenazando de muerte a los expulsados, dando un espectáculo
realmente triste para una corriente que se reivindica
socialista y revolucionaria.
Estos hechos dieron un pretexto a las autoridades para
avanzar en un ataque sobre el Centro de Estudiantes, poniéndole
sanciones a varios miembros de la conducción electa que de
esa forma perderían la regularidad. Desde el ¡Ya Basta!
repudiamos rotundamente la injerencia de las camarillas en
los asuntos del movimiento estudiantil: creemos que son los estudiantes, y sólo los estudiantes, los que deben
alzar su voz contra este tipo de comportamientos. Por
eso nos ponemos a disposición de los compañeros en
cualquier medida de lucha que tomen contra las sanciones.
Pero esto no puede hacer que dejemos de repudiar
la actitud del PO y de los expulsados, que cada vez
alejan más al activismo combativo y a la totalidad de los
estudiantes. La gran votación de la Lista 39 muestra que se
está empezando abrir un nuevo camino para los activistas
combativos, para construir un Centro de Estudiantes
organizado desde las bases, democrático, participativo, y
de lucha, independiente de todo sector capitalista y aliado
a los trabajadores. Ese camino es el que alentamos desde el
¡Ya Basta!, como demostró la experiencia de la CEBA y de
Tinta Roja en el Buenos Aires. Por eso felicitamos a los
compañeros de la 39 y nos ponemos a disposición para las
luchas que se vienen.