Socialismo o Barbarie, periódico Nº 164, 20/11/09
 

 

 

 

 

 

Shimon Peres en Buenos Aires

Cristina recibe al genocida de Qana

“Fue una masacre. Desde Sabra y Chatila no había visto una masacre de inocentes como ésta. Estaban en los refugios, las mujeres, los niños y los hombres a montones, les faltaban las manos o los brazos o las piernas, decapitados o con las entrañas afuera. Había cientos de ellos. Ví a un bebé sin cabeza. Los ataques israelíes habían bombardeado los refugios de las Naciones Unidas donde se encontraban, creyendo que estarían seguros bajo la protección del mundo. Como los musulmanes de Srebrenica [ex Yugoslavia], los musulmanes de Qana estuvieron equivocados.”[1]

Con estas palabras, Robert Fisk, el famoso corresponsal de guerra inglés, describía como testigo presencial la masacre de Qana, localidad del sur del Líbano. Desde el 11 de abril 1996, los israelíes habían iniciado una campaña de bombardeos aéreos, conocida como “Operación Uvas de la Ira”, contra las inermes aldeas libanesas. Aterrorizados, sus habitantes buscaron amparo en Qana, un campo de refugiados de la ONU. Pensaron que allí encontrarían protección. Pero el 18 de abril, los sionistas atacaron también el refugio de las Naciones Unidas. La concentración de tanta gente allí les daba una extraordinaria oportunidad para masacrar a gran escala. Y, por supuesto, no querían desaprovechar la oportunidad de asesinar en masa.

El hombre que dio directamente la orden de bombardear el refugio de la ONU fue el “Premio Nóbel de la Paz” Shimon Peres, recibido con todos los honores, por la Sra. Cristina Fernández, que junto a su esposo Néstor Kirchner se presenta como “el gobierno de los derechos humanos”.

Pero la vergüenza de que semejante genocida sea recibido con bombos y platillos en la Casa Rosada, va más allá de la persona de Shimon Peres. La mayor infamia es mantener relaciones “normales” con un Estado, como el de Israel, organizado en un régimen de apartheid colonial-racista peor que el que existió en Sudáfrica. Un Estado que existe gracias a la “limpieza étnica” estilo nazi que viene realizando desde 1948, mediante la cual ha ido despojando al pueblo palestino de casi todo su territorio, para encerrarlo en inmensos guetos o campos de concentración como el de Gaza.

Por esos motivos, desde el Nuevo MAS no sólo repudiamos la presencia del genocida Shimon Peres, sino también el mantenimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado racista de Israel.


1- Robert Fisk, “Qana - Massacre in Sanctuary”, The Independent, April 19, 1996.