Socialismo o Barbarie, periódico Nº 164, 20/11/09
 

 

 

 

 

 

UBA

Organizar el rechazo a la fraudulenta
Asamblea Universitaria

Por Nacho Vargas

El próximo 14 de Diciembre está convocada la Asamblea Universitaria, que tiene como prioridad, designar al próximo rector de la Universidad de Buenos Aires, con el fin de avanzar en la “normalización” e “institucionalización” de la UBA. En sintonía con los intentos de “normalización conservadora” impulsados desde el gobierno nacional. Si bien estaba originalmente planificada para marzo 2010, las camarillas reaccionarias y ultra minoritarias que dirigen la UBA, echaron a rodar la maniobra del adelantamiento con el objetivo de curarse en salud, realizando la asamblea a fin de año, con los estudiantes metidos en los finales o directamente de vacaciones.

Gobiernan para las empresas y el gobierno, con la policía

El Chancho Hallú, actual rector de la UBA y candidato a ser reelecto, llegó al cargo en diciembre de 2006. Asumió luego de una importantísima lucha por la democratización de la univerdad, con la venia del gobierno de Néstor K, que le facilitó las instalaciones del Congreso Nacional así como una importante cantidad de efectivos policiales para reprimir a los estudiantes que nos movilizamos para repudiar la elección. Y ésta fue la tónica de todo el mandato Hallú. La permanente instalación de vallas policiales en el Rectorado, violando la autonomía universitaria, la persecución a los estudiantes que fueron partes de las luchas, como el caso de los compañeros procesados a instancias del Rectorado por repudiar el cierre del CBC de Merlo, el avance de las empresas sobre la Universidad, como las prácticas pre profesionales, gratuitas y obligatorias para poder recibirse, la aceptación de los fondos de la minera contaminante La Alumbrera, y un largo etc. Se trata de una gestión de, para y por los intereses del gobierno nacional y las empresas privadas y contra los estudiantes y docentes que defendemos la educación pública.

La lucha por la Democratización

El 2006 fue un año convulsionado en la UBA. Por primera vez en mucho tiempo se puso al desnudo todo lo antidemocrático y por lo tanto, reaccionario, del régimen de co-gobierno universitario, donde una minoría de 250 profesores tienen el 50% de la representación, en detrimento de miles de docentes, y cientos de miles de estudiantes, que son los que sostienen el funcionamiento cotidiano de la Universidad. Todo el año los estudiantes nos movilizamos contra la elección de rector y logrando en varias oportunidades impedir su elección, al punto que la desesperación del gobierno y las camarillas mandaron a la patota del gremio no docente, APUBA, a apalear a los estudiantes que estábamos tomando la Facultad de Medicina. Haber instalado el tema de la democratización fue sin duda la conquista más importante, sin embargo eso no alcanzó para ganar.

Lo que faltó fue un programa claro de democratización para ganar al conjunto del movimiento estudiantil. Y esto fue así porque la FUBA del PO, el PCR-CEPA y el MST se opuso virulentamente a que los estudiantes votemos en asamblea cuál era el programa para democratizar. Desde el ¡Ya Basta!, en el congreso de la FUBA de ese año planteamos la necesidad perentoria de que la Federación se pronunciara por mayoría estudiantil, claustro único docente, disolución del claustro de graduados, voz y voto para los no docentes y elección directa. La dirección de la FUBA llegó al escándalo de contra-mocionar que el congreso no tenía autoridad para votar un programa propio, quitándole así al movimiento estudiantil su principal atributo y firmándose un cheque en blanco. Así, pudieron mantener a salvo el acuerdo de aparato con el PCR-CEPA, que se sumaba a la presidencia de la FUBA, y está en contra de la mayoría estudiantil. Esto no hizo más que desgastar al movimiento, ya que por responsabilidad de su dirección la lucha no tenia ningún objetivo claro y concreto, no había una salida por la positiva, se tratar de impedir la elección ad-eternum…

Impidamos la Asamblea Universitaria, relancemos la lucha por la democratización

El adelantamiento de la Asamblea Universitaria encuentra al movimiento estudiantil con los ecos de aquella derrota a cuestas, y con sus filas bastantes dispersas, por eso mismo es imperioso tener una política audaz para dar la pelea contra las camarillas. Desde el ¡Ya Basta!, opinamos que la FUBA y los centros de estudiantes dirigidos por organizaciones que se dicen de izquierda e independientes, no pueden dejar pasar más tiempo y tienen que ponerse a la cabeza de organizar la resistencia del movimiento estudiantil, los centros de estudiantes deben convocar sin dilaciones a asambleas en todas las facultades y discutir qué medidas de difusión y lucha se deben tomar.

Lo ocurrido en Filosofía y Letras la semana pasada es un ejemplo. Frente a la elección de Decano, desde el ¡Ya Basta! en El Bloque, propusimos tratar de impedir la reelección de Trinchero, un ejemplar de decano “progre” que no hizo más que autoajustar la Facultad a la miseria presupuestaria. La Juntada, encabezada por La Mella, que tiene los 4 consejeros del claustro estudiantil, se posicionó en contra mostrando su actuar cómplice con el decanato y resignando toda lucha contra las camarillas, pero la asamblea votó impedir la sesión, mandatando a los consejeros. El miércoles 4 en medio del repudio estudiantil y de agresiones de funcionarios de la Facultad, de manera inexplicable e inexplicada Trinchero se proclamó reelecto, con la particularidad de que no participó ningún representante del claustro estudiantil. Una vez más se evidencia cómo los estudiantes, que somos los principales defensores de la Universidad pública, no tenemos arte ni parte en este régimen antidemocrático y que por lo tanto tenemos que ponerlo de cabeza.

Creemos que en el tiempo que nos queda debemos trabajar para volver a poner el debate de la democratización en la palestra, convocando al conjunto del movimiento estudiantil a discutir en plenarios y asambleas el programa para barrer con las camarillas de la Universidad, apuntar a impedir la próxima Asamblea Universitaria en la perspectiva de relanzar con todo la lucha por la verdadera democratización del régimen universitario, para que seamos los estudiantes a la cabeza, junto con los docentes y no docentes, los que decidamos los destinos de la UBA, por una Universidad al servicio de las necesidades de los trabajadores.