Socialismo o Barbarie, periódico Nº 164, 20/11/09
 

 

 

 

 

 

Elecciones para el CNBA

¿Por qué Tinta Roja no hace frente con el FEL?

Agrupación Tinta Roja

El 4 de diciembre se realizarán las elecciones a Centro de Estudiantes en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en éstas se presentará por primera vez la agrupación Tinta Roja, la cual viene de cumplir un papel de primer orden organizando a los activistas durante la toma de diez días en contra de las sanciones que aplicó la rectora González Gass por la “falta” de haber participado en la emblemática marcha en recuerdo de los secundarios desaparecidos en la trágica Noche de los Lápices. A continuación reproducimos la declaración de los compañeros a la campaña oportunista del FEL (expulsados de la UJS-PO) de cara a las elecciones.

La vía concientista, o “qué aprendimos de 2008”

El 4 de diciembre son las elecciones para renovar conducción del Centro de Estudiantes. Desde Tinta Roja nos presentamos con el objetivo de construir un centro realmente independiente de la rectora, del gobierno nacional y de su oposición derechista. Un centro que pueda organizar a los estudiantes democráticamente desde la bases, para salir a pelear por la democratización y por la defensa de la educación pública, en unión con los trabajadores.

Y esto, para nosotros, significa construir un centro diferente al que proponen agrupaciones como Desde Bolívar (que quiso negociar el campo de deportes y se jugó a levantar la toma), o como El Resto (que nunca dejó en claro cuál era su posición con respecto a ningún tema importante). La toma de hace unos meses puso a prueba a cada una de las agrupaciones y demostró qué le puede aportar cada una al movimiento estudiantil.

Durante la toma, desde Tinta Roja impulsamos junto a compañeros independientes y otras agrupaciones, los plenarios pro-toma, que permitieron que nos organicemos todos de forma unitaria y democrática para evitar que la medida fuera levantada. Esto es algo que reivindicamos y consideramos muy importante, poder trabajar en conjunto con los activistas y las agrupaciones en aquellos temas específicos en los que estamos de acuerdo.

Pero esto no significa que confundamos a esos valiosos espacios de unidad, con frentes políticos o electorales. Que uno pueda ponerse de acuerdo para realizar acciones en común en ciertas cuestiones con corrientes con las que tiene diferencias, no significa que esas diferencias dejen de existir o que se puedan barrer debajo de la alfombra. Por eso es que desde Tinta Roja consideramos que un frente con el FEL es inviable y que no le sirve al movimiento estudiantil.

En primer lugar, debemos recordar que no estamos hablando de una agrupación “nueva” y que todavía no fue puesta a prueba, sino de una fuerza que tuvo responsabilidades de conducción en el CENBA durante el año 2008. En ese momento, el sector que ahora se llama “FEL” era la UJS-PO, y encabezaba un frente que llevaba ese nombre (del cual se terminó apropiando unilateralmente luego de su disolución).

A lo largo de todo un año, el movimiento estudiantil pudo hacer una experiencia con esa corriente, y los resultados no fueron nada positivos. Por el contrario, el saldo fue un movimiento estudiantil alejado de su propia organización y con poca confianza en sus métodos históricos de lucha. Fue necesario que la CEBA ganara la conducción del centro a fines de año, para que pudiera ponerse en pie nuevamente un movimiento estudiantil masivo, combativo y organizado desde las bases, alrededor de la pelea por el campo de deportes. Y fue necesario que pasaran nueve meses de clase hasta que pudieron disiparse los fantasmas de la toma y los estudiantes recuperaran esta forma de lucha.

Todo esto ocurrió porque, durante 2008, los compañeros que ahora forman el “FEL” impulsaron un modelo de centro de estudiantes cerrado a la participación, donde todo parecía resolverse entre cuatro paredes y en el mejor de los casos debía ser “refrendado” más adelante en alguna asamblea. Esto tuvo como resultado que los estudiantes se sintieran ajenos a sus propias luchas. Por esa razón, la toma de 2008 dejó una muy mala impresión en la mayoría de los compañeros, pese a que se trataba de una lucha correcta y que debemos reivindicar.

Algunos de quienes ahora formamos parte de Tinta Roja, en 2008 éramos parte de la CEBA, y por lo tanto del viejo FEL. Los mismos vicios antidemocráticos que veíamos en el centro, se repetían adentro del frente, en el cual intentaban acallarnos de todas las formas posibles. Por esa razón es que dimos por cerrada la etapa del frente, y relanzamos la CEBA poniendo como centro de nuestro proyecto, la importancia fundamental de la participación de los estudiantes, de la democracia de base, de la formación de una conciencia de lucha. A esto lo llamamos “perspectiva concientista”, y es nuestra mayor diferencia con los compañeros que ahora forman el “FEL”.

Los estudiantes tomaron partido claramente tras la disolución del viejo FEL: en las elecciones de 2008, mientras la CEBA fue electa como conducción del CENBA con más del 30 por ciento de los votos, el “nuevo FEL” recogió el justo repudio del movimiento estudiantil, que los ubicó como 4ª fuerza, a pesar de haber roto la veda electoral para beneficiarse. Siguiendo la lógica de aparato, se acercaron al escrutinio con la intención de romper la elección, generando un clima de tensión y haciendo un cordón en la puerta para impedir el ingreso de los escrutadores (mientras los preceptores decían que “si no entrábamos rápido se suspendía la elección”). Esto fue acompañado por todo tipo de agresiones de su parte hacia la conducción recientemente electa.

Durante la primera mitad de 2009, la CEBA demostró que era posible construir otro modelo de Centro, basado realmente en la participación de lo estudiantes y la democracia de base. De esta forma se pudo impulsar a fondo la lucha del campo de deportes (en la que obtuvimos importantes triunfos parciales) y reanimar al CENBA en general. Tras la ruptura de la CEBA, seguimos impulsando este camino desde la agrupación Tinta Roja. Este contraste se puede ver claramente en la forma en que nos manejamos en la reciente toma de 2009, muy diferente a como se manejó el FEL en 2008. Mientras el FEL durante 2008, decidió todo entre cuatro paredes, cerrándose a los estudiantes y al activismo, desde Tinta Roja no sólo impulsamos este año los plenarios pro-toma, sino incluso abrimos los propios espacios de nuestra agrupación. Invitamos a participar de los plenarios de la misma a valiosos activistas que, a pesar de sus posibles diferencias con nosotros, pudieron discutir en conjunto, de forma democrática, la política a seguir para continuar con la toma. Es decir, prestamos nuestra agrupación al movimiento para que éste creciera, en vez de intentar crecer a costa de él. Ésa es la gran diferencia en nuestra lógica política, lo cual nos lleva a rechazar el frente.

Por otra parte, consideramos que la propuesta ni siquiera es coherente con la forma en que el FEL viene dirigiéndose hacia nuestra agrupación. Ahora dicen que estamos del lado de la lucha, pero desde 2008 que venían diciendo todo lo contrario. Lanzaron todo tipo de acusaciones contra nosotros: que la CEBA supuestamente se subordinaba a la rectora, que traicionaba la lucha del campo, que Tinta Roja le había “entregado la conducción” a la minoría negociadora, que desconocía los mandatos de base, etc. Resulta que según el FEL, en los últimos dos meses (cuando se acercaron las elecciones), Tinta Roja pasó de ser entreguista a ser luchadora. Nos parece muy poco creíble ese “giro”, que tiene mucho de oportunismo electoral. No tenemos que sorprendernos de que inmediatamente después de esta respuesta, vuelvan a decir que “entregamos el centro” y toda la catarata de calumnias habituales.

Por todas estas cosas, no consideramos que reeditar el viejo FEL de 2008 sea una salida para el movimiento estudiantil. Por el contrario, creemos que para construir un centro que sea realmente independiente de González Gass, del gobierno K y de la oposición derechista, que pueda luchar por la democratización, por más presupuesto y en unión con los trabajadores, hace falta organizar a los estudiantes de forma democrática, desde las bases, favoreciendo la participación, explicando con paciencia en vez de agrediendo e imponiendo. Este es el camino por el que queremos seguir avanzando desde Tinta Roja.