Socialismo o Barbarie, periódico Nº 164, 20/11/09
 

 

 

 

 

 

25 de noviembre: día de la No Violencia hacia las Mujeres

El gobierno K, la Iglesia y el Estado,
responsables de la violencia

Las Rojas
lasrojas@gmail.com

La Iglesia está preocupada por la violencia y salió a decir dos veces en la misma semana que la democracia se debilita por la conflictividad de las calles y las rutas. Susana Giménez dice: “no se puede tomar un país, no se pueden cortar las calles. Si no se reprime, es un caos” (Clarín, 14/11/09).

Y la Iglesia, las Susanas y el gobierno están todos “preocupados” por la supuesta “violencia” de los y las trabajadoras.

Pero estos mismos personajes callan frente a la verdadera violencia, la que es sufrir los ataques contra las y los trabajadores. Y callan frente a una violencia y una epidemia que recorre el mundo, que es la violencia hacia las mujeres.

Y lo callan sencillamente porque son los garantes de que esa violencia ocurra.

En Argentina cada tres días muere una mujer víctima de violencia. Los datos que aparecen sobre los femicidios son alarmantes, pero a la vez no son certeros ni coincidentes. Así, algunos dicen que en 2008 murieron 108 y otros dicen que murieron más de 120 mujeres por golpes, violaciones, y ataques de su pareja, pariente o vecino. Precisamente los datos no coinciden porque el Estado, que es el que tiene los instrumentos para recabar la información, no lo hace. Y no lo hace porque tiene un interés en ocultar las verdaderas cifras de la muerte. Ante la presión de la llamada “agenda de género” de los organismos internacionales, el gobierno implementa algunos programas para recibir denuncias. Así en un programa que atiende denuncias de violencia doméstica, se recibieron más de 84 mil llamados en lo que va del año.

La violencia que viven las mujeres por la ilegalidad del aborto, hace que cientos de mujeres mueran al año víctimas de abortos clandestinos mal realizados. La violencia hacia las mujeres hace que Romina Tejerina haya sido condenada a 14 años de prisión, siendo ella la víctima. Y la violencia hacia las mujeres hace que el negocio de las redes de trata sea uno de los más rentables del mundo, detrás del negocio de las armas y las drogas.

De esa violencia, el Estado es responsable. Porque las redes de trata y prostitución sólo pueden funcionar si están amparadas por la red de complicidad política, policial y judicial. Porque no hay ningún tipo de ayuda para las mujeres en situación de violencia. Salvo contados programas, la mayoría de las mujeres no tiene dónde recurrir. Ni a dónde ir. La falta de trabajo y la situación de miseria, aumentó la violencia hacia las mujeres y su falta de perspectiva para poder decidir libremente.

La falta de educación sexual científica y feminista, provoca embarazos no deseados, contagio de enfermedades de transmisión sexual totalmente prevenibles, y violencia hacia las mujeres jóvenes.

Justamente en una semana en que las trabajadoras y los trabajadores del subte, en lucha por el reconocimiento de un sindicato que no responde a la podrida burocracia sindical, fueron atacados por el gobierno, por Moyano y por los medios.

Frente a la crisis capitalista, que ellos mismos provocaron, los patrones y los gobiernos tratan de descargar sus pérdidas sobre los trabajadores. Y para ello no dudan en reprimir, despedir y descabezar las internas independientes, como en el caso de Terrabusi. Sin embargo, los trabajadores y las trabajadoras vienen dando muestras de su fuerza y de su poder cuando se organizan, luchan y resisten. A pesar de la derrota, los y las trabajadores de Terrabusi, votaron una interna independiente del gobierno, de la patronal y de la burocracia y siguen peleando por la reincorporación de los despedidos. Por su lado, los y las trabajadores del subte muestran el camino de la organización independiente, en la pelea por un sindicato propio. Ante esto la Iglesia, las patronales, el gobierno y los fascistas desbocados se unen a coro para decir que es necesario “pacificar”.

El gobierno K intenta hacer la plancha, y tratan de hacer aparecer a los trabajadores y las trabajadoras que luchan como unos “desestabilizadores”. En ese marco Juan Belén, padrino mayor de la UOM y segundo de la CGT, acusó a los trabajadores que se quieren organizar independientemente del gobierno, la burocracia y la patronal, de “zurda loca”.

El frente de los patrones, el gobierno, la Iglesia y la burocracia, se une en un solo grito: paren a los trabajadores que salen a luchar por sus salarios, por sus condiciones de trabajo, contra los despidos y por su derecho a organizarse independientemente.

Y todo el coro de los “preocupados”, son cómplices de esta violencia, mientras reclaman mano dura para los trabajadores y las trabajadoras que luchan, y son responsables y cómplices de la violencia hacia las mujeres.

Para resolver la violencia estructural hacia las mujeres hay que resolver la independencia personal y económica de las mujeres. Ese es el único camino. Y de garantizar empleo y sistemas de salud eficientes para las mujeres, el responsable es el Estado. Al mismo tiempo, también es el Estado el que debería encargarse del castigo de los violentos. De esto ninguno de los “preocupados” dice una palabra. De las fantasmales comisarías de la mujer, atendidas por hombres, en muchos casos también violadores y violentos, ni una palabra. De la justicia patriarcal que condenó a un violento sólo a cinco años de prisión, a pesar de haber asesinado a su pareja con más de 70 puñaladas, con el argumento de que estando borracho no tuvo intención de matarla, estos preocupados no dijeron ni pío.

Para terminar con la violencia hacia las mujeres es necesario luchar por trabajo genuino para todas las mujeres trabajadoras. Es necesario movilizarse por una educación sexual científica, laica y feminista. Es necesario luchar por un sistema de salud integral, que provea de anticonceptivos gratuitamente y garantice el derecho al aborto, para poder decidir. Y es necesario luchar por el castigo efectivo a todos los violentos y violadores de mujeres, niñas y niños.

El 25 de noviembre te invitamos a la marcha para denunciar: al gobierno, la Iglesia y el Estado por la violencia hacia las mujeres. Marchamos de Congreso a Plaza de Mayo. Concentramos en Congreso a las 17hs

• Libertad a Romina Tejerina

• Desmantelamiento de las redes de prostitución y trata de niñas, niños y mujeres

• Castigo efectivo a violadores y golpeadores

• Trabajo genuino y salario para las mujeres

• Derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito

• Educación sexual científica, laica y feminista

• ¡Basta de violencia hacia las mujeres!