Las consecuencias nefastas del
cambio climático operado a lo largo y ancho del planeta han
dejado de ser un preocupante pronóstico para pasar a ser
una cruda realidad. En nuestro país este fenómeno se viene
manifestando desde hace tiempo. Pero a medida que pasa el
tiempo el problema se profundiza. La flora, la fauna, los recursos naturales y los sectores más pobres y
explotados de la población sienten en carne propia el azote
de este desequilibrio ecológico producto de la voracidad y
la rapiña de los capitalistas. Los revolucionarios deben
sumar a su lucha estratégica esta problemática que día a
día se torna más
aguda. Diversas organizaciones no gubernamentales (ONG)
vienen realizando acciones en defensa de la ecología. Por
lo tanto se trata de comenzar a debatir desde un punto de
vista de clase, las cuestiones atenientes a los problemas
derivados de la depredación de la naturaleza por parte del
capitalismo.
Presentamos aquí un artículo de Alejandro Romero
acerca de la terrible sequía que asola gran parte de
nuestro país (devenida en inundaciones en algunos
territorios). La caracterización de las causas y los
efectos están tratados desde un punto de vista que
consideramos acertado y es un aporte importante a este
debate.
La sequía de Córdoba no se debe a falta de lluvia, este
es sólo un factor y aunque parezca mentira, es el menos
importante.
Lo que los medios masivos de las corporaciones ocultan, es
lo que trataré de develar.
Hay tres factores destacados. En primer lugar a la
explotación minera. Desde Salta a Santa Cruz empresas como
la Barrick Gold, explotan sin control nuestro recurso
minero. Durante toda la década del 90, Gioja siendo
diputado, se dedicó a
crear leyes que hoy lo benefician aunque no al país.
Solamente la mina Veladero consume 90 millones de litros de
agua por día. Es agua pura, dulce, potable sin tratamiento,
que se desperdicia para tratar y transportar minerales. El
agua utilizada queda contaminada con cianuro y mercurio
entre otros venenos. La empresa está exenta de impuestos,
no paga retenciones, tampoco el agua porque la toma de pozos
y encima, el estado nacional debe pagarle por el solo hecho
de estar. ¿Imaginan la cantidad de agua que usan desde
Salta a Santa Cruz? Va un dato… Córdoba posee ríos
subterráneos que se alimentan mayoritariamente de la
cordillera catamarqueña, riojana y sanjuanina. Se extraen
tantos millones de litros por día, que no llegan a Córdoba
por los ríos subterráneos. La mayoría se han secado al
igual que los ríos de superficie, alimentados por estos acuíferos.
La tierra perdió a tal punto su humedad, que parece un terrón
sin vida por este efecto de succión desmedida de agua. ¿Las
leyes de Gioja protegen a las corporaciones de posibles
demandas de los consumidores por este efecto sequía? Las
demandas deben presentarse ante el CIADI, organismo creado
por las mismas corporaciones. Argumentaron que en el Tercer
Mundo los poderes judiciales no son confiables. Hoy, vemos
que no es confiable el CIADI que viola la autonomía jurídica
de los pueblos y su derecho a litigar en defensa de la vida.
Veamos ahora el segundo factor de importancia. Córdoba es
la provincia de Argentina más deforestada, destruyeron el
94% de bosques y montes. Millones de hectáreas de estos
bosques sencillamente desaparecieron al ritmo que se cultiva
la soja. Estos grandes humedales cumplían la función de
drenar al subsuelo millones de litros de agua en cada
lluvia. Actuaban como grandes esponjas garantizando que las
venas de la tierra estén llenas de su sangre, el agua. Al
no existir estos humedales, el agua no es depurada y
depositada en el acuífero subterráneo. A esto le agregamos
que muchos de los grandes sojeros, extraen agua de
perforaciones clandestinas que no son controladas por el
Estado, porque muchos funcionarios de primer nivel del
gobierno de Córdoba son sojeros… sería como escupir para
arriba. No sólo destruyeron los humedales, sino que secaron
la poca agua de corrientes o canales subterráneos.
El otro factor es la falta de lluvia, que sin dudas se
debe a las causas de los puntos uno y dos porque al no haber
“filtración” de agua, los vientos aumentan su velocidad
y evaporan la poca humedad de la superficie, resecando y
quitándole vida a la tierra.
Mi amigo periodista Oscar Dagostino en su mensaje de
correo dice: “Cuando hayas cortado el último árbol,
contaminado el último río, pescado el último pez, te darás
cuenta de que el dinero no se come”. ¿Se pusieron a
pensar en esto?
Sin embargo, nos quieren hacer creer que los culpables de
la sequía y la falta de agua somos nosotros, los
consumidores más pobres. Las empresas de gaseosas grandes,
por cada botella de dos litros producida, gastan 400 de
agua. ¿Por qué los medios no denuncian lo que aquí
detallo? Porque son parte y sólo se muestra una sola cara
de la moneda, la que nos culpa a nosotros. La otra queda
oculta.
La gente no es culpable. En tal caso, podemos hacernos de
la culpa de no haber reclamado a las empresas concesionarias
de agua la inversión necesaria, sólo se dedicaron a
levantar y levantar dinero de los contribuyentes y a pedir
aumentos de tarifas. ¿Esto no es causa suficiente para
accionar ante el CIADI? Años atrás, cuando faltaba lluvia,
los ríos de superficie alimentados del subsuelo
cordillerano tenían agua. La sobre explotación minera
condenó a muerte los
ríos. Las cordilleras son nuestros tanques de agua, si las
destruimos, padeceremos la sed. ¿Puede esto ser tipificado
como crimen de lesa humanidad?
¿Y qué podemos hacer ante este panorama presentado?
Veamos…
Conociendo las causas reales, podremos promover petitorios
para salvaguardar la vida por sobre los intereses
corporativos. Investigar si las leyes presentadas por políticos
como Gioja cuando fue diputado, fueron manipuladas de ex
profeso para su beneficio y en desmedro de la Nación y sus
habitantes. Verificar si los acuerdos firmados por Menem
ante el CIADI, no atentan contra la libertad jurídica
argentina beneficiando el abuso corporativo. Corroborar si
la prensa favoreció estos acuerdos silenciando la publicación
de los mismos en desmedro del pueblo argentino. Comprobar si
los medios de difusión de Argentina, poseen conexiones o
directivos relacionados con estas corporaciones.
Contrastar las leyes, a efectos de verificar si las
empresas están habilitadas a envenenar el agua o dañar el
medio ambiente. Ninguna ley puede atentar contra el ser
humano como hoy sucede.
Estos petitorios deberán ser girados a los gobiernos
municipales, provinciales, presidencia y Cámaras de
diputados y senadores.
Es sabido que la próxima camada de diputados fue
financiada en su mayoría por estas corporaciones y por los
medios, por lo que no sería extraño que las sigan
favoreciendo a cambio de suntuosas ganancias.
Es necesario actuar de inmediato. El único fin deberá
ser revertir este abuso y reestablecer el equilibrio natural
antes que otras provincias padezcan la misma problemática.
A los capitales golondrina no les interesan las naciones
y su gente. Sólo responden ante el estímulo del
dinero sin importar si en el proceso de ganarlo, mueren
cientos de miles o contaminan a otros tantos, como es el
caso de las mineras y del mercado agroexportador con
millones de toneladas de agrotóxicos vertidos a la tierra.
La activa participación desde escuelas, centros vecinales,
municipios, cooperadoras, comisiones de fomentos, centros de
jubilados y todo organismo u organización desde donde te
puedas expresar será fundamental para revertir este abuso.
Ya no es la tierra quien nos necesita, es la vida. ¿Cuándo
comenzamos?