Fuera
las tropas de ocupación
del imperialismo yanqui y la ONU
¡Ayuda
humanitaria, sí! ¡Ocupación militar, no!
La tragedia de Haití ha conmovido a los pueblos del
mundo. La magnitud de este drama obliga a despejar la nube
de mentiras con que se lo pretende maquillar.
No es sólo un “castigo de la naturaleza”. En ningún
lugar del mundo donde vivan millonarios, un terremoto
provoca nada parecido. La prueba está en el mismo Haití.
Como informa el corresponsal del diario El País de
Madrid, “en Pétion Ville, el barrio acomodado, los ricos
salieron casi indemnes... Los habitantes del distrito
privilegiado de Puerto Príncipe escaparon del terremoto sin
un rasguño” (El País, 19/01/10). ¡Tenían dinero
suficiente para construcciones antisísmicas!
Pero a esta catástrofe muy poco “natural” se le ha
sumado otra: con el
pretexto del terremoto, EEUU ha invadido Haití. La
ocupación militar yanqui se suma así a la de las tropas de
la ONU que están desde el 2004: una ocupación que venía
siendo cada vez más repudiada y combatida por el pueblo
haitiano.
Después del golpe en Honduras y del establecimiento de
siete bases en Colombia, el imperialismo yanqui aprovecha
ahora el terremoto para establecer una administración
colonial directa en Haití.
Hacemos un llamado a rechazar la intervención de EEUU y
demás potencias imperialistas. No nos oponemos a la ayuda
humanitaria que vaya llegando, provenga de donde provenga.
Pero la ocupación militar de EEUU y/o de la ONU, no es
ninguna “ayuda”. Ha sido y será para someter aún más
a los trabajadores y el pueblo.
Que sea el pueblo trabajador de Haití el que, mediante
sus organizaciones sindicales, estudiantiles y campesinas,
tome en sus manos las tareas contra la barbarie producida
por el terremoto y la administración de la ayuda
internacional. ¡Fuera la ocupación colonial!
Llamamos, entonces, a todas las organizaciones políticas
y sociales obreras y populares a movilizarnos en
solidaridad con el pueblo de Haití y en repudio a la
intervención de EEUU y demás imperialismos.