El nuevo año nos encontró ante una nueva ofensiva del
gobierno macrista. Los PRO no solamente muestran su hilacha
fascista con los Palacio, James, Posse, Policía Metropolita
con armas prohibidas por organismos internacionales, la
negligencia e irresponsabilidad en Salud con 5 millones de
pesos tirados a la calle de medicamentos vencidos, sino que
ahora 4.000 puestos de trabajo corren riesgos en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
En el mes de enero apareció un listado de 700
trabajadores contratados por el Estado porteño que serán
despedidos. El mismo fue confeccionado por Recursos Humanos
del Gobierno de la Ciudad y afecta a todas las áreas, sobre
todo a Salud.
Esta sangría de trabajadores contratados comenzó apenas
iniciada la “gestión Macrista”. Lo primero que Mauricio
desmanteló fueron planes culturales y educativos, y este
vaciamiento y tercerización de servicios continuó y continúa
paso a paso durante todo su gobierno.
Esta ofensiva sobre los trabajadores estatales ahora se
muestra en su costado más crudo y pretende presentar estos
despidos masivos como “trabajadores prescindibles” (“ñoquis”).
Todos sabemos que los hospitales, escuelas y reparticiones,
por el contrario, precisan más cargos y puestos de trabajo
para garantizar un mínimo funcionamiento.
Hoy por hoy las tareas de muchas reparticiones recaen
sobre el personal precarizado que cumplen con las mismas
funciones que el personal de planta, pero no goza de los
mismos derechos laborales: no tiene estabilidad laboral, no
tiene estatuto, su sueldo están por debajo de la canasta básica,
etc., etc.
La burocracia sindical: entre negocios comunes con la gestión y las
apelaciones “metafísicas”
A esta situación escandalosa no se llegó sólo por el
neoliberalismo de Mauricio, sino que se sirvió de
condiciones creadas y aceptadas por la burocracia sindical
de SUTECBA, socia de cualquier gobierno de turno (*) y ATE que,
con una pátina “progresista” en las palabras, luego en
los hechos convalida políticas de gobierno y sólo se
remiten a medidas legales para defender a los trabajadores
(amparos y otros recursos). Pero jamás apuestan a un plan
de lucha real, por ejemplo llamando a un paro en el momento
apropiado. Acuden ante los hechos consumados a medidas
defensivas y testimoniales.
Por ejemplo, el 26 de noviembre de 2009 , el secretario
general de ATE, Arrechea, en una movilización y paro de los
gremios docentes de la Ciudad, afirmó que como perspectiva
los trabajadores debíamos “apelar a la esperanza” como
salida y solución de los problemas. La apelación moral de
Arrechea nos encontró en el tórrido enero con 700
trabajadores despedidos más 4.000 que vendrán y recién se
discutirá un plan de lucha. Esta tardía propuesta fue
lanzada ante los trabajadores de varios Hospitales (Moyano,
Durán, Rivadavia, Clínicas, Fernández, Garrahan, Tobar
García, etc.) el 2 de febrero de 2010 en una concentración
frente al Hospital Durán.
Por una salida de los trabajadores
Es observable que ante la falta de respuesta y reacción
de las variopintas burocracias, se impone la necesidad de
una salida contundente por parte de los trabajadores. Esto
es: asambleas por lugares de trabajo, elección de
delegados, organización de comisiones internas y construcción
de un Plan de lucha con medidas concretas para frenar
cualquier despido y desconocer las trampas de “selección
de personal” con las que el gobierno del empresario Macri
pretende justificar despidos arbitrarios.
A su vez este Plan de lucha de los trabajadores debe
enmarcarse en una pelea contra la política fascista,
vaciadora y privatista del PRO en todos los ámbitos: político,
libertades democráticas y sindicales, políticas sociales,
educativas y culturales, y desde ya también una batalla
contra sus cómplices por acción u omisión como el
gobierno nacional y las burocracias sindicales.
• ¡Ningún
despido en el gobierno de la ciudad!
• ¡Pase a planta
permanente de los 17.000 trabajadores precarizados!
• ¡No a las
tercerizaciones, apertura de cargos y puestos de trabajo!
• ¡Aumento de
salarios acorde a la canasta básica y actualización del
escalafón y la antigüedad!
• ¡Por un plan de
lucha ya, de trabajadores efectivos y contratados!
(*) Según trascendidos, se estaría formando una droguería
abastecedora de remedios para la Ciudad llamada PRO-GEN,
nombre compuesto por la sigla de partido PRO y el GEN
derivado del apellido del histórico burócrata de SUTECBA,
Amadeo Genta.