Enfrentemos la reforma política reaccionaria
del gobierno
A
fines del año pasado el gobierno inició una embestida política
para cambiar el sistema electoral, buscando consolidar el
bipartidismo, proscribiendo a diversos partidos políticos,
destacándose entre ellos los de la izquierda
revolucionaria. Cristina hizo esta jugada en el marco que
sectores de trabajadores empiezan a cuestionar el rol de la
burocracia sindical peronista, llegando algunas experiencias
a ser barridas por delegados e internas combativas donde el
trotskismo empieza a tener un papel destacado. Siendo los
guarismos electorales manejados a nivel nacional por el
conjunto de la izquierda “roja” nada despreciables, el
gobierno con este zarpazo persigue un conjunto de objetivos:
acallar a esa izquierda que le empieza a cuestionar el
monopolio en el movimiento obrero, traccionar esos votos
para el oficialismo, sumado al de ir a un sistema electoral
donde peronistas y radicales se “presten” el poder al
mejor estilo de las antidemocráticas elecciones yanquis.
La
reforma fue sancionada el 2 de diciembre por el Senado
Nacional, y entró en vigencia el lunes 14 de diciembre
luego de su publicación en el Boletín Oficial –ley
26.571–. Mediante el decreto 2004/09, el Poder
Ejecutivo Nacional (Kristina en persona)
"observó", es decir “vetó”, dos cláusulas
transitorias de la ley de reforma política, las
comprendidas en los arts. 107 y 108.
El
artículo 107 suspendía hasta el 31 de diciembre de 2011
las acciones de caducidad contra los partidos políticos,
sean los mismos partidos de distrito o de orden nacional.
Mientras que el artículo 108 de la ley establecía que recién
en el 2012 los partidos políticos no podrían presentar
candidaturas a cargos electivos –ni en elecciones
primarias ni en elecciones nacionales– durante la vigencia
del reconocimiento provisorio.
El
veto presidencial implica lisa y llanamente
la caducidad de las legalidades políticas y la proscripción de todos los partidos minoritarios. Por este
motivo es que desde comienzos de enero se vienen realizando
reuniones amplias a fin de discutir desde el aspecto democrático
cómo enfrentar la avanzada del gobierno.
De
estas reuniones han participando más
de 20
partidos, entre ellos: el Nuevo MAS, el PSA –partido que
le da la legalidad a Pino Solanas–, Libres del Sur –ex
Patria Libre–, PAIS, Partido Humanista, GEN –de
Stolbizer–, Partido Federal –integrante del PRO–, PO,
MST, PTS e IS, ente otros.
En
este espacio se acordaron dos niveles de acción: uno
propiamente político y otro de índole legal. En el primero
se están discutiendo medidas a seguir, y en el segundo se
ha podido avanzar más concretamente, ya que atento a los
plazos legales, el día
2 de febrero del corriente se presentó en el Juzgado
Federal a cargo de la doctora Servini de Cubria, un amparo
solicitando una Medida Cautelar –de no innovar– y se
pidió que se declarase inconstitucional el veto parcial
efectuado por el Ejecutivo Nacional.
El
Juzgado Federal rechazó la Medida Cautelar, sosteniendo
entre otros elementos, que atento a que durante este año no
hay previstas elecciones nacionales “no existe peligro
inminente”, pero hizo lugar al amparo y dio traslado de la
demanda al gobierno, a fin de que en un plazo de ocho días
hábiles responda a los planteamientos efectuados por los
partidos políticos firmantes.
En
estas condiciones, de lo que se trata es de montar una campaña
política en regla contra este atropello antidemocrático:
hay varias ideas a este respecto, desde llevar adelante
alguna movilización hasta la posibilidad del montaje de una
carpa de denuncia frente al Parlamento. Al mismo tiempo, se
seguirán llevando adelante los recursos ante las distintas
instancias legales. Además, en el caso de nuestro partido,
retomaremos en las nuevas condiciones las actividades
de afiliación de nuevos compañeros, comenzando de
manera inmediata por los distritos de Capital Federal y Córdoba.