Siete
años de injusta condena de Romina hacen necesario que
redoblemos la campaña por su libertad. Se trata de una
situación aberrante. Una realidad que, sin embargo, Romina
ha enfrentando con valentía transformándose en una
luchadora ejemplar.
Cuando
hablamos de Romina, hablamos de una joven mujer jujeña,
proveniente de los sectores populares, que en una noche de
terror sufrió el abuso por parte de un vecino: una dramática
violación que en el juicio-farsa al que fue sometida nunca
fue reconocida como tal. El sabor amargo de estos siete años
de injusta condena es que ella está presa… y su violador
libre. Un verdadero escándalo político y social.
Esta
situación tiene responsables con nombre y apellido: el
gobierno nacional, que por la vía de la Corte Suprema de
Justicia ratificó la condena. Catorce años de cárcel por
haber intentando abortar se suman al castigo de haber sido
abusada. Y Cristina, con su mandato, sólo vino a confirmar
esta condena.
Como
no podía ser de otra manera, también la reaccionaria
Iglesia Católica fue actora principal en la condena –no sólo
judicial, sino social– a Romina, cuando casos como el del
cura Grassi crecen exponencialmente. Es ésta la misma
Iglesia que las últimas semanas salió a redoblar la campaña
fascista condenando a las mujeres que queremos decidir sobre
nuestro propio cuerpo. Campaña llevada adelante con masivos
carteles que desde Las Rojas salimos a enfrentar mediante
una contra-campaña de escraches.
En
estos siete años Romina se ha transformado en el símbolo
de lucha del movimiento de mujeres por el derecho a decidir.
Sin
embargo, esta realidad evidente, ha venido siendo sistemáticamente
negada por sectores del movimiento feminista. Es lamentable
que organizaciones feministas que tienen todos los elementos
materiales a disposición –como por ejemplo el acceso a
los medios de comunicación de masas– para impulsar una
campaña masiva por la libertad de Romina, no hayan movido
un dedo y sean las grandes ausentes en esta pelea.
Desde
Las Rojas vemos la necesidad de redoblar la pelea por la
libertad inmediata de Romina. Para esto, es necesario sacar
conclusiones de estos siete años que han probado que el
camino para arrancarla de la cárcel no es centralmente el
papeleo judicial, o tocar puertas en los juzgados y en las
instituciones del Estado capitalista y patriarcal, sino
tomar las calles con el apoyo del movimiento de mujeres y la
lucha de los trabajadores y sectores populares. Esta pelea
está vinculada a la necesidad de conquistar el derecho al
aborto libre, legal, seguro y gratuito, porque si hubiese
derecho al aborto, Romina no estaría presa.
Por todo esto,
desde Las Rojas, junto a un conjunto de organizaciones de
mujeres, sociales, estudiantiles y partidos políticos, nos
movilizamos el próximo martes 23 desde la Casa de la
Provincia de Jujuy a las 16 hs. hacia Corrientes y Callao
donde realizaremos una radio abierta para gritar bien
fuerte:
•
¡Libertad inmediata a Romina Tejerina!
•
¡Derecho al aborto ya!