El
18 de febrero los trabajadores de la ex Bosch llamaron a un
nuevo acto en la puerta de la fábrica mientras adentro la
planta seguía produciendo con baja salarial y condiciones aún
más esclavistas. La marcha encabezada por los compañeros
fue acompañada por una nutrida columna de la SIAT, también
en conflicto, y por delegaciones obreras de la zona coma la
EMFER, FATE, Kraft, UF de Haedo, Frigorífico Rioplatense, y
organizaciones políticas y sociales (CCC, MST, PO, Nuevo
MAS y otras). La columna de más de 300 compañeros se
dirigió a San Martín y General Paz con el objetivo de
cortar esta última. A unas pocas cuadras, la marcha se
desvió y se dirigió por una lateral; a metros de la
General Paz fue brutalmente reprimida por un escuadrón de
motos de la Federal para evitar el corte.
La
columna se reorganizó y se dirigió hacia la Av. San Martín,
donde ya con la presencia de los medios y la evidencia de la
brutal represión (el diputado “Toti” Flores de la
Coalición Cívica tenia un profundo corte en la cabeza), la
Federal se replegó hacia la Capital, del otro lado del
puente, y se pudo bajar a la General Paz y cortarla por una
hora.
El
dato más relevante de la jornada fue
el paro que realizaron los compañeros de la fábrica
mientras se iban enterando de la represión a sus compañeros,
mostrando que todavía hay reservas en las filas obreras.
Repudiamos
el brutal accionar represivo antiobrero del gobierno de
Cristina K que mas allá de sus palabras en defensa de los
derechos humanos muestra su verdadero rostro al reprimir las
luchas obreras; ayer Kraft, hoy la Bosch. Mientras las
patronales “sojeras” cortaron durante meses las rutas, a
los trabajadores no se les permite luchar por la defensa de
los puestos de trabajo, esta es la peculiar forma que tiene
el gobierno de Cristina de “cuidar la mesa de los
argentinos”
La
situación del conflicto
Más
de dos meses pasaron desde el cierre de la autopartista y la
heroica ocupación que sostuvieron sus trabajadores por
varios días en defensa de los más de 140 puestos de trabajo, de la Comisión
Interna, el mantenimiento de sus conquistas salariales y
condiciones de trabajo.
A
fin de año, después de 10 días de toma, parte de la
interna propuso levantar la medida, en una asamblea
minoritaria. Argumentó que el acta firmada en el Ministerio
de Trabajo, entre la patronal y la UOM, garantizaba todos los puestos de trabajo y que luego con todos los
trabajadores adentro seria más fácil luchar por el salario
y otras condiciones de trabajo que se resignaban en el acta.
También se dijo que la UOM se había comprometido a llamar
a elecciones a delegados inmediatamente. Pero lo peor del
acta era que no
reconocía a los delegados y por esto es que ellos no
firmaron.
A
mediados de enero y con el reinicio de la actividad de la
planta ocurrió lo que muchos esperábamos: la
nueva patronal de Río Bravo Internacional no dejó entrar a
más de 40 trabajadores, entre ellos, todo el cuerpo de
delegados y los activistas. Nuevamente la mayoría de la
interna opinó que no había condiciones para ocupar la
planta. Se abre una nueva etapa en el conflicto, pero esta
vez con todos los delegados y el activismo más combativo
afuera.
Se
sucedieron semanas de actos en la puerta de la fábrica
denunciando el incumplimiento de la patronal del acta, con
la complicidad de la burocracia que no sólo brilla por su
ausencia, sino que hace todo lo posible para sacarse de
encima a una interna que no controla y que es independiente.
La única manera de que la burocracia repodrida de la UOM
haga algo es si las bases se lo imponen. Los trabajadores
realizaron las acciones judiciales correspondientes que la
patronal no acató, el gobierno tampoco está interesado en
que se haga cumplir el acta. Los trabajadores sabemos que
las conquistas o los cumplimientos de las actas se arrancan
luchando, el camino es intentar preparar el paro adentro
para imponer la reincorporación de los despedidos.
•
Basta
de reprimir las luchas obreras
•
¡Reincorporación
ya de los trabajadores despedidos de la Bosch!
SoB: Contános un poco la situación del conflicto en este
momento.
Roberto: Bueno, seguimos en la lucha. Hoy por hoy no hay
ninguna negociación con la empresa, venimos de un corte en
la General Paz, con el apoyo de los trabajadores de la fábrica,
de muchas comisiones internas y organizaciones políticas y
sociales y ahora los
compañeros están haciendo un quite de colaboración,
los chicos no hacen horas extras reclamando nuestra
reincorporación y hemos tenido una asamblea donde se decidió
parar la planta, así que esta semana estamos abocados a preparar el paro que puede dar un cambio a la dinámica
que tiene el conflicto en este momento.
SoB: ¿Han cambiado mucho las condiciones de trabajo
dentro de la fábrica?
R.: Adentro aparte de que bajaron los salarios en algunos
casos un 40% y un 50%, es una cárcel, no se puede hablar,
no se puede reclamar, desde ya no se puede hablar con los
compañeros, aumentaron la producción e impusieron las
condiciones flexibilizadas y esclavistas que querían
imponernos y bueno, nosotros pensamos que el paro hay que
hacerlo también por eso, para que no se consolide esa
situación.
SoB: Viendo un poco en retrospectiva, ¿qué opinás
cuando a fin de año se levantó la toma?
R.: En ese momento hubo una discusión con los compañeros.
Lo correcto hubiera sido seguir hasta obligar a la patronal
a cumplir el conjunto de las reivindicaciones que teníamos.
Digamos, seguramente la empresa registró esto como una
debilidad de habernos retirado y bueno, después nos volvió
a golpear al no dejarnos reingresar. Un sector de la
interna, en el que yo estoy, planteamos la continuidad de la
toma en la última asamblea antes de salir a la planta, pero
bueno, la asamblea votó contrariamente a esa posición y
bueno, salimos…