La realidad en Bridgestone no es muy
distinta a lo que se vive en FATE o en Pirelli. Un mito muy
extendido en el gremio es que la realidad de cada empresa es
muy distinta y que la otra es un paraíso y viceversa. Esto
no es así. Si bien hay diferencias entre fábrica y fábrica
y cada una tiene su propio anexo y escala salarial son más
las coincidencias que las diferencias. Los salarios no
alcanzan en las tres fábricas y nadie tiene un básico de $
5.000. Los ritmos y las condiciones son extenuantes, la
producción es continua, etc., etc.
Hace más de un año que el convenio colectivo está
vencido y en vez de discutirlo íntegramente y en conjunto
con los compañeros de las demás fábricas, como debería
ser, para luchar para cambiar uno de los convenios más
negreros y flexibilizados del país, sólo se discuten
algunos puntitos y por separado. Esa es la estrategia de la
Violeta que defiende como “muy bueno” el convenio del
2006... Pero nosotros opinamos todo lo contrario: el
convenio del 2006 es de los más flexibilizados del país.
En Bridgestone se corre el rumor que lo que se discutiría
sería la recategorización y solamente para un sector: los
armadores. De esta manera no sólo dejan afuera a la mayoría
de los trabajadores, sino lo que es mucho más grave es que siguen
avalando las enfermedades laborales que producen los altos
ritmos de producción.
Desde hace un tiempo que los compañeros con tareas
livianas están siendo despedidos. El Departamento de tareas
livianas está en vías de extinción. Esto era una rareza
de Firestone y contrastaba con la política de FATE y
Pirelli que siempre dijeron que en sus plantas no
hay tareas livianas y a los compañeros que se enfermaban
los “colgaban”. Ahora esta nueva costumbre de
Bridgestone iguala en esto también a las tres fábricas.
Lo que es una realidad de todo el gremio es la
cantidad de hernias de disco, columnas rotas, rodillas
destrozadas, lo que convierte a estas enfermedades en
verdaderas epidemias de la actividad. La patronal se
niega reconocer que estas enfermedades
son causadas por el tremendo esfuerzo físico que hay
que hacer y esto se fue agravando con el aumento de los
ritmos de producción. Los estándares en FATE o los métodos
de Bridgestone son cada vez más altos y más inhumanos y
convierten a las fábricas del Neumático en verdaderas
picadoras de carne humana.
Este tendría que ser un punto del convenio que unifique a
todas las fábricas porque en las tres plantas
las espaldas rotas y las hernias de disco son un mal común,
que se puede solucionar bajando los ritmos o incorporando a
dos compañeros en algunos puestos o incorporando maquinaria
y tecnología y no rompiendo columnas.
La política de las empresas es la misma en las tres fábricas,
usar a los trabajadores como material descartable: te
estrujan bien, te sacan todo el jugo en 2 ó 3 años y luego
te tiran a la calle con unos miserables pesitos y con la
columna rota, lo que hace que conseguir un nuevo trabajo sea
casi imposible.
Antes, en Firestone, esto no sucedía con tanta frecuencia
y la razón no hay que buscarla en que antes se ganaba más,
sino que antes había otro ritmo, antes había otra fábrica
que es muy distinta a la que hay hoy.
Es por eso que no se puede caer en la trampa de seguir
cambiando salud por unos pesitos. Lo
primero que hay que poner en discusión es cómo se empiezan
a cambiar los ritmos de producción, que se cambien los
procedimientos, que cada vez que se ponga una máquina
no se esté viendo cómo se puede exprimir al trabajador
para producir más, sino que lo primero que hay que empezar
a recuperar es nuestra salud y a partir de ahí discutir
recategorizaciones para todos los compañeros y no para
algunos.
Las patronales automotrices se están preparando para un
nuevo año record en producción y eso va arepercutir
directamente sobre la industria del Neumático y sobre
nuestros lomos. ¡No podemos dejar que nos revienten a
cambio de $ 100 más!
Todas estas cuestiones nuestras no las desconoce el gremio
y a pesar de que se llenan la boca de que van a pelear por
mejoras no podemos esperar que realmente vayan a fondo por
obtenerlas. No se llegó a esta situación de la noche a la
mañana: la patronal contó con la complicidad o la
negligencia del sindicato. Los cambios sólo vendrán si
desde abajo se los empezamos a imponer a Wasiejko y a
Santillán. Hay que realizar asambleas por turno para
imponerles nuestros reclamos y los planes de lucha para
conseguir las mejoras que se nos vienen negando.
• Hay que bajar
los ritmos de producción para detener las enfermedades
laborales
• Recategorización
para todos los trabajadores
• Paritarios o
veedores electos en asamblea
• Asamblea
general, por la unidad del gremio
• Un solo convenio
para todos los trabajadores del Neumático