Mientras llegan las noticias desde España, donde el
movimiento de mujeres dio un gran paso adelante, ya que,
desentonando con gran parte de los países europeos, el
gobierno de Zapatero seguía manteniendo en la ilegalidad el
aborto (aunque desde 1985 en algunos casos no se penaba), en
nuestro país las novedades no vienen en la misma sintonía.
Si bien la nueva legislación española tiene todavía
grandes límites, abarca estos puntos principales: es libre
las primeras 14 semanas, hasta la semana 22 si hay riesgos
para la madre, y después de las 22 sólo por mal formación
del feto. Esto para las mujeres mayores de 18, y mayores de
16 acompañadas de alguno de los dos tutores (salvo alguna
excepción pedida por la menor). Aunque es una gran
conquista que se haya legalizado, no sería gratuito, por lo
que sigue siendo inaccesible para las mujeres trabajadoras y
pobres. Además, se limita sólo a las primeras 14 semanas
de gestación, siendo que muchas mujeres acuden a realizarse
un aborto pasado ese lapso de tiempo, y el punto que fue polémica
en el Parlamento, que las chicas embarazadas menores de 18 años
tienen que ir con permiso de los padres para poder realizárselo.
Mientras tanto en nuestro país el aborto sigue resonando
como parte de testimonios del dolor.
A.G, no sabemos su nombre, tiene 15 años, vive en la
periferia de Comodoro Rivadavia, una petrolera y ventosa
ciudad al sur de Chubut. A ella, igual que a Romina Tejerina,
la podredumbre del sistema patriarcal les arruinó la
adolescencia: quedó embarazada con sólo 15 años tras ser
violada por su padrastro (policía...). Historias como las
de ellas, se repiten silenciosa y trágicamente en los
barrios de todo el país.
La joven acompañada por su madre
desde principios de enero que intenta realizarse un aborto,
y acudieron a la (in)justicia sabiendo que su situación está
amparada incluso dentro del marco de la retrógrada
legislación de nuestro país, en el articulo 86 del Código
Penal, que la habilita a abortar por estar en riesgo su
salud y ser producto de una violación. Pero el Estado, que
no garantizó su bienestar, que no promovió acciones
previas para que no se llegue a esto, la está condenando
una vez más, negándole la posibilidad de resolver a tiempo
la situación. Cómplice fiel de esto es la Iglesia católica,
que envalentonada con el triunfo de la derecha campestre, ha
reforzado su campaña contra los derechos de las mujeres,
como lo demostró con su campaña de afiches condenando el
derecho al aborto. Pero el pueblo de Comodoro no se quedó
callado, las mujeres están saliendo día a día a las
calles a pedir que se garantice el bienestar de A.G, y ahora
la Corte provincial tiene que pronunciarse sobre el destino
de esta joven.
Estamos convencidas que es luchando en las calles,
denunciando en unidad a este gobierno cómplice como vamos a
conseguir que le den el aborto a esta joven, por lo que
llamamos a todas las organizaciones feministas, sociales y
políticas a ir juntas a la Casa de Chubut, exigiendo que se autorice el aborto ya para esta compañera!
• Autorización inmediata del aborto para A.G. en el
hospital público
• Derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito
• Cárcel al violador
Escrache a la Casa de Chubut, jueves 5/3