Rechaza
el pago a 300.000 especuladores
Aunque Islandia es un pequeño país de menos de 400.000
habitantes, ha dado un paso de amplia repercusión en Europa
y el resto del mundo.
El 6 de marzo, realizó un referéndum sobre el pago a
300.000 especuladores británicos y holandeses de una
indemnización por la quiebra del banco Icesave, uno de los
tantos náufragos de la crisis financiera mundial. El voto
por No superó el 90%.
En el desenfreno financiero que prologó la crisis, el
banco Icesave atraía especuladores de toda Europa por los
altos intereses que pagaba. Pero los “ahorros de hielo”
(como su mismo nombre sugería) finalmente se derritieron.
Después de su quiebra, cediendo a presiones europeas, el
gobierno islandés firmó acuerdos con Londres y Amsterdam
para indemnizar a los especuladores a costa del estado
islandés... un fardo que por supuesto terminaría pagando
el pueblo.
Esto generó tal grado de protesta popular que llevó al
presidente de Islandia, Olafur Grimsson, a negarse a
ratificar la ley que reglamentaba las devoluciones. Para
salir de este impasse, se apeló al referéndum que dio un
resultado categórico por el no pago.