Por salario y por empleo
El lunes 29/03 más de 2.000 trabajadores de la Carne
volvieron a copar las calles porteñas como en marzo del año
pasado. A partir de las nueve de la mañana se comenzaron a
paralizar los frigoríficos y a organizarse para venir al
centro.
El mar de fondo de la bronca obrera son los despidos, las
suspensiones, las vacaciones adelantadas, producto no sólo
por el cierre de las exportaciones, sino también por la caída
brutal del consumo de carne que se estima hasta en un 50%.
La patronal descarga la crisis de la actividad sobre las
espaldas obreras no sólo despidiendo sino que hay baja
salarial: solo se está cobrando la garantía horaria
(aproximadamente 700 pesos por quincena). Es decir, el
peligro real de perder la fuente de trabajo y la fuerte caída
del salario obrero fueron las causas de la
mayor movilización obrera en lo que va del año.
La marcha fue primero a la Secretaría de Comercio y luego
al Ministerio de Trabajo. Guillermo Moreno quiso salir a
hacer populismo barato con los obreros de la Carne y tuvo
que entrar rápidamente al edificio, mientras le cantaban:
"Moreno, compadre, la c… de tu madre", y
"Moreno, hijo de p…, la p… que te parió".
También se escuchó el clásico “queremos aumento la p…
que te parió”.
En el Ministerio de Trabajo de la calle Alem Tomada se
hizo el distraído hasta que se empezaron a romper los
portones y accedió a atenderlos. En concreto: se quedó una
reunión en el marco del Ministerio de Trabajo para este miércoles
para discutir “caso por caso” y el compromiso de abrir
la paritaria salarial.
Los despidos en el Rioplatense: otra agachada del gremio
La situación no es nueva, hace meses que las patronales
están descargando la crisis sobre las espaldas obreras.
Despidos y suspensiones se suceden desde principios de año.
En vez de llegar a esta situación
con el gremio en “pie de guerra” Molina dejó que
los despidos se extiendan como un reguero de pólvora. En
complicidad con la patronal del Rioplatense dejó que pasen
los despidos e inclusive trabajó contra
un sector de la interna que intentó resistirlos.
La conducción presentó la reincorporación de 28
trabajadores como “un gran triunfo”, dejando a los otros
48 trabajadores a la deriva; eso sí, “les pagan
todo”... No sólo el gremio no hizo una hora de paro, sino
que se negó a llamar a una junta de delegados para debatir
el tema como fue la exigencia de la lista Roja y Blanca,
exigencia que originó una campaña de calumnias e injurias,
incluido un volante anónimo contra Walter Espinosa acusándolo
de “ladrón y corrupto”, entre otras bajezas. Pero también
hubo despidos y suspensiones en el Finexcor, JBS, La Huella,
donde sí pudieron pararle la mano a la patronal, etc.
La pelea
política dentro del gremio
Finalmente Molina tuvo que llamar a una junta de delegados
para el miércoles 17 de marzo en el marco de rumores que
hablaban de “agresiones físicas” contra compañeros de
la Roja y Blanca.
Si la situación política general del país está cruzada
por la pelea entre el gobierno y la oposición de derecha,
en la industria frigorífica esta situación se da
amplificadamente y repercute inmediatamente en la vida de
miles de trabajadores.
Desde el Nuevo MAS, integrante de la Lista Roja y Blanca,
dimos la pelea en la junta de delegados -junto a otros compañeros-
para hacer una marcha
totalmente independiente de la patronal y del gobierno y
propusimos marchar al
Ministerio de Trabajo y a alguna cámara patronal[i], contra la propuesta del
sindicato de marchar sólo a Moreno. Finalmente, la
burocracia unificó y la junta de delegados votó por mayoría
ir a los dos lados.
Si bien en las declaraciones públicas, Molina, secretario
general del sindicato, se cuidó de no aparecer pegado a
ningún sector (“Parece que los funcionarios del gobierno
nacional y los empresarios están jugando a ver quién la
tiene más larga y los que estamos padeciendo somos los
trabajadores, que hace cinco meses que estamos sin
trabajo”[ii]),
la burocracia del
gremio siempre estuvo ligada a un sector patronal y esta no
es la excepción. Guillermo Moreno, una vez que zafó
del odio de los obreros y a puertas cerradas, lo chicaneó a
Molina diciéndole: “Qué haces forro, le estás haciendo
un mandado a los patrones”. No hay ninguna duda de las
intenciones y de los intereses que motivó a la burocracia.
Pero tampoco hay dudas de las necesidades de los compañeros
que salieron masivamente para defender la fuente de trabajo
y el salario. Es más: era una excelente oportunidad para
que algunos frigoríficos -que vienen golpeados por los
despidos- intentaran revertir el golpe y movilizaran
masivamente.
“Aumento ya. Basta de despidos”
Esa era la bandera que llevaron
los compañeros de Ecocarnes (ex Cocarsa) con Walter
Espinosa, delegado general, a la cabeza, y reflejaba
cabalmente el espíritu de todas las bases del gremio. Más
de 200 compañeros marcharon desde el frigorífico y en el
transcurso de la marcha otros compañeros de la Roja y
Blanca -y de otros frigoríficos- se acercaron y marcharon
juntos. La combativa
columna de Ecocarnes fue la más grande de la zona Norte,
demostrando no sólo la fuerza de la base sino también ser
uno de los puntales de la oposición clasista y alternativa
de dirección.
El gobierno hizo una serie de
promesas a los trabajadores y a los empresarios. Ahora en la
base del gremio hay que empezar a discutir cómo seguirla. Se
le debe dar continuidad al paro y a la movilización, y
discutir un verdadero plan de lucha para frenar los
despidos, imponer las paritarias y los paritarios electos
por la base.
La patronal intentará usar la
situación de baja producción para
no cumplir con la incorporación al básico de los 750 pesos
no remunerativos como base de la actual discusión, para
a partir de ahí pedir un 35 % de piso a los básicos.
• Asamblea en todos los frigoríficos
• Por un verdadero plan de lucha contra los despidos y por salario
• Por paritarios electos en asamblea
• Por los $ 750 al básico y de ahí un 35 %
[i]
La patronal está históricamente fragmentada, hay más
de 6 cámaras patronales (Consorcio de Exportadores ex
ABC, la Cámara de Industria y Comercio de Carnes CICCRA,
Cadif, UNica, etc.) y todas tienen sede en el centro
porteño cerca del Ministerio.
[ii]
Cable de la agencia DyN, lunes 29/3.
La media
naranja de la patronal
El ex candidato a secretario
general por la Lista Naranja, David Soria, no sólo no marchó,
sino que cometió el error de no
parar la planta donde es delegado. La ex Paty funcionó
normalmente. El argumento esgrimido fue que “era un paro
patronal” y todo el mundo sabe que la mejor manera para
boicotear un paro patronal es trabajar duro ese día para la
patronal… ¿Será que David Soria está implementando los
paros a la japonesa en la Argentina?
Más allá del chiste, la
verdad es que el compañero está tirando por la borda toda
una trayectoria independiente y antiburocrática que supo
tener y ganar en el gremio, comportándose en forma
divisionista, ultra sectaria y hasta ridícula.
¿Acaso el compañero no sabe
que todas las burocracias son contra-revolucionarias y que
hasta cuando convocan a paros nunca dejan de trabajar –en
última instancia- para el patrón? Si es así en general,
mucho más en el gremio de la Carne donde hay toda una
tradición histórica de burócratas directamente dirigidos
por los patrones. Sin ir más lejos, Silvio Etchehun,
secretario general del sindicato
trucho, que apoyó a la Lista Naranja en la última
elección, cobra un sueldo directamente de los patrones:
tiene recibo de sueldo y tiene su oficina junto a la del
jefe de personal de Ecocarnes…
Ahora, cuando hay un paro
llamado por la burocracia donde la base puede expresar sus
legítimos reclamos, los luchadores -y no estamos hablando
de compañeros de izquierda o revolucionarios-, todo
simple y honesto luchador sindical debe empujar la lucha y
la organización independiente para desbordar a la
burocracia e imponerle una política y un rumbo
independientes.
No es una novedad el sectarismo
que lo llevó a aislarse del gremio. La única pelea que da
en el gremio es presentarse en las elecciones para dividir a
la oposición logrando la oficialización de su lista muchas
veces sobre bases al menos dudosas…
Esta actitud escandalosa tiene
antecedentes: el año pasado tampoco paró ni marchó con el
resto del gremio. En esta oportunidad tampoco fue a la junta
de delegados del miércoles donde se discutió la política
para la marcha. Fue el viernes a una reunión organizativa
para evaluar las asambleas que se hicieron el jueves y ver
la cantidad de micros que necesitaba cada frigorífico. En
esta reunión planteó el ultimátum que si no se iba a
donde el quería, Paty no marchaba, a lo cual todos los
delegados se le cagaron de risa, “si vos dejaste de pelear
y marchar hace años”, “vos no tenés problemas porque
no trabajas en un matadero, hace 20 años que no ves una
vaca”, de ahí para arriba le dijeron de todo.
Un desbarranque que da lástima
de un compañero que supo ser referente por luchador.