Hace unas semanas se dio a conocer el listado de
alcahuetes del servicio de Inteligencia del Ejército
durante el período de 1976 y 1983, con más de 4.300
militares que actuaron de civiles. No sólo durante la
dictadura, sino que luego también. Uno de los casos que
sacudió a Neuquén fue el de Raúl Tarifeño, proveniente
del PC, había ingresado un breve tiempo al Viejo MAS, para
luego infiltrar al MST. A este buchón se le suman nombres
como Grisotto del Hospital Castro Rendón o Hanson, que fue
miembro del equipo de abogados de la UOCRA Naranja.
Lo que queda claro, es que más allá que el listado hable
de los infiltrados en la época del golpe militar, muchos de
estos buchones continuaron actuando en los gobierno “democraticos”
que
le sucedieron, e incluso bajo el gobierno K también, ya
que al mismísimo Tarifeño el Ministerio del Interior le
llegó la “baja” recién en 2006.
Desde la agrupación ¡Ya Basta! y el Nuevo MAS planteamos
la apertura inmediata de todos los archivos de Inteligencia del Estado y las
fuerzas represivas y el desmantelamiento del aparato
represivo que sigue en pie. A su vez proponemos impulsar una
gran campaña democrática, cuyo primer paso sean los
escraches públicos a cuanto espía de civil se conozca, que
todo el mundo sepa quiénes son, dónde viven y trabajan
cada uno de los alcahuetes. ¡A donde vayan los iremos a
buscar!