El día 25 de marzo la Iglesia Católica y los sectores más
reaccionarios celebran el Día del Niño por Nacer, un claro
ataque a los derechos de las mujeres. Este día ha sido
declarado por iniciativa del ex presidente Menem, en la
reforma de la Constitución del 94, cuando elevó el
reaccionario Pacto de San José de Costa Rica a nivel
constitucional, en el que se declara que la vida comienza
con la concepción.
¿Pero qué significa eso de “el niño por nacer”?
Significa la maternidad forzada para las mujeres. Significa
la obligación de la maternidad aún en casos de violaciones
como le quisieron imponer a Romina Tejerina (mientras los
violadores tienen total impunidad). En Argentina significa
800 mujeres al año muertas en abortos clandestinos.
Como decíamos, el 25 de Marzo se atacan los derechos de las
mujeres y este año no fue la excepción. El sábado pasado
estos sectores reaccionarios se concentraron en la Plaza
Congreso y realizaron una “Santa Procesión” hasta Plaza
Once encabezados por un crucifijo y carteles con la consigna
“La Vida Sí Importa” y “Aborto = Genocidio”. Ahora,
lo que nos queda bien claro es que si hay alguien a quien no
le importa la vida es a aquéllos que amparan la muerte de más
de 800 mujeres al año sólo en Argentina; y si esto no es
genocidio, ¿qué es?
Y estas instituciones que dicen defender la vida de los niños
(por nacer) son quienes perpetúan actos de violación y
abuso sexual a niños y niñas, amparados por las cúpulas
eclesiásticas. Parece que se hubieran olvidado del padre
Grassi, como se olvidó el papa Benedicto XVI de informar
sobre los abusos sexuales cometidos en la congregación que
éste dirigía.
¿Y qué dice de esto nuestra presidenta mujer? Mientras los
K se pelean con la oposición patronal por cómo ajustar
mejor a los trabajadores, sostienen la alianza con estos
sectores manteniendo al aborto en la ilegalidad y amparando
estos ataques a los derechos de las mujeres. Esto significa
que en los hospitales no entreguen anticonceptivos, que los
abortos contemplados en el artículo 86 del Código Penal no
sean practicados (como ocurrió con las chicas de Chubut de
las cuales se consiguió que para una de ellas se realice el
aborto gracias a la lucha de la madre y del movimiento de
mujeres de esa provincia), o que los médicos siguen
alegando la objeción de conciencia, que las mujeres
violadas sean obligadas a ser madres mientras los violadores
caminan en libertad. Romina Tejerina fue condenada por
negarse a la maternidad producto de una violación ¡mientras
el violador quedó en libertad denunciándola a ella!
Y todavía no existen en las escuelas y jardines públicos
contenidos que aborden la educación sexual laica, no vaya a
ser cosa que tengamos herramientas para decidir sobre
nuestros cuerpos. Mientras que existe la Ley Nacional 26.150
que dispone que “todos los educandos tienen derecho a
recibir educación sexual integral en los establecimientos
educativos públicos, de gestión estatal y privada de
(todas) las jurisdicciones” esto no está ocurriendo en
los establecimientos educativos. En definitiva, no existe en
las escuelas ni en los jardines una reglamentación que
indique qué contenidos y de qué forma tiene que ser
dictada la educación sexual.
Una vez más queda demostrado que ser mujer, como nuestra
presidenta, no se traduce inmediatamente en defender los
derechos del conjunto de las mujeres. Hace falta que nos
organicemos para frenar las embestidas reaccionarias que
atentan contra nuestros derechos.
Por eso el sábado pasado desde Las Rojas y compañeras
independientes decidimos salir a la calle a manifestar
nuestro repudio frente al intento de la Iglesia de impulsar
una campaña contra la legalización del aborto. Nos
concentramos en frente de la Procesión, animando a quienes
pasaban por allí a sumarse al rechazo. Y nos fue bien. Hubo
mucha gente que nos dio su apoyo, que cantó con nosotras
“asesinas son ustedes, por abortos clandestinos mueren
miles de mujeres”, que se sumó a la agitación.
Y esto no es casualidad; cada día se les hace más difícil
a las y los reaccionarios de siempre colgar sus rosarios de
nuestros ovarios.
Sin embargo en la agitación estuvieron las grandes
ausencias. Como siempre, las feministas políticamente
correctas optaron por seguir tomando café con funcionarios,
en desmedro de la movilización del conjunto de mujeres,
esperando que algún senador se ilumine y por su buena
voluntad nos conceda el derecho al aborto. Recientemente
presentaron nuevamente un proyecto de Ley para legalizar el
aborto, depositando plena confianza en las instituciones
burguesas. Pero son estas mismas instituciones las que
encarcelaron a Romina, las que prohíben el matrimonio gay,
las que, en definitiva, prohíben el aborto. Mientras la
feministas se llenan la boca a la hora de proclamar por la
“autodeterminación de las mujeres”, no permiten que las
mujeres hagamos por nuestros derechos.
Es por todo esto que desde Las Rojas llamamos a movilizarnos
de conjunto con otros sectores ante cada uno de estos
ataques. No podemos dejar pasar ni una sola agresión más
hacia el conjunto de mujeres ni de las personas que eligen
una sexualidad por fuera de la heterosexualidad obligatoria.
• Que la Iglesia no se meta
• Educación sexual, laica y feminista
• Anticonceptivos para no abortar
• Aborto legal, libre, seguro y gratuito para no morir
• Libertad ya a Romina Tejerina
• Basta de violencia hacia las mujeres