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Encuentro,
Memoria, Verdad
y Justicia
Marchamos
el martes 20 de abril, desde 9 de Julio y Av. de Mayo hasta
Plaza de Mayo con
las consignas:
•
Julio López - Silvia Suppo
•
Exigimos al gobierno nacional y gobiernos provinciales el
esclarecimiento de los hechos y el castigo a los
responsables materiales e instigadores
•
Desmantelamiento del aparato represivo de la dictadura
•
Juicios a todos los genocidas por todos los compañeros
•
Cárcel común y efectiva ya a todos los genocidas
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Con esta pancarta al frente, familiares y amigos de Silvia
Suppo, junto a organismos de derechos humanos se congregaron
en la plaza 25 de Mayo de Rafaela el 2 y el 9 de abril para
reclamar por el esclarecimiento total del crimen.
El 29 de marzo, después de la jornada de movilizaciones
del aniversario del golpe militar del 76, su asesinato
conmovió nuevamente el escenario de los derechos humanos.
Silvia Suppo fue testigo en el juicio que condenó al ex
juez Brusa y un grupo de militares. También fue querellante
en la causa por la desaparición de su compañero Reinaldo
Hammeter, secuestrado el 25 de enero de 1977. No sólo había
declarado en un juicio ya con resolución, sino que se
disponía a hacerlo en otro que se inicia próximamente,
algunos de cuyos imputados viven en la misma ciudad.
Su salvaje asesinato, resuelto en menos de lo que canta un
gallo (hay dos detenidos que confesaron el hecho) despertó
aún más la sospecha sobre la naturaleza del ataque. Los
familiares y los organismos defensores de los derechos
humanos de la provincia de Santa Fe se pusieron al frente de
la denuncia del hecho como una represalia por su testimonio
ante los tribunales.
El gobierno santafesino se vio obligado a intervenir
reclamando una exhaustiva investigación. La policía detuvo
rápidamente a dos jóvenes que confesaron el crimen,
aduciendo que había sido con fines de robo y que ella se
había resistido.
Los medios divulgaron esta noticia enfatizando las
detenciones realizadas, confirmando de este modo la hipótesis
de un robo más del montón. No destacaron las innumerables
declaraciones de familiares y compañeros de infortunio de
la víctima y organismos de derechos humanos que insisten en
su reclamo de investigación y justicia para un crimen que
no consideran resuelto ni mucho menos.
¿Quién protege a
los testigos?
La vicegobernadora de Santa Fe, Griselda Tessio, en
declaraciones al programa Magdalena Tempranísimo de Radio
Continental del 30 de marzo, reconoció que el hecho podría
estar relacionado con sus declaraciones en el juicio.
También subrayó que Silvia Suppo y su marido siempre se
habían negado a tener custodia permanente o personal. Aclaró
que no era la única sobreviviente que se negaba. “Todos
los sobrevivientes siguen teniendo desconfianza en la Policía;
rechazan la idea de estar protegidos por la Policía
(aunque) está conformada con gente joven, capacitada de
otra forma, por la edad no puede haber sido de la época de
la represión”.
Que los policías encargados del Programa de Protección
de Testigos que la funcionaria alaba como muy bueno sean
otros físicamente es un dato biológico que confirma que
todos los humanos envejecemos, pero no que esta Policía sea
una institución “distinta” y confiable para defender a
los testigos y sus familias. Son parte de las fuerzas
represivas que no han sido desmanteladas, y que continúan
al servicio de la patronal y el Estado burgués y reprimen
al pueblo en sus reclamos y luchas.
Para la vicegobernadora, ¡la culpa la tienen los testigos
porque no aceptan su “protección”! Como reafirman desde
el Espacio Memoria, Verdad y Justicia: “La única protección
para los testigos en las causas de lesa humanidad es la cárcel
común y efectiva para todos los genocidas”.
Pararle la mano a los milicos
Este asesinato no es un rayo en cielo despejado. A la
desaparición sin atisbos de
resolver desde 2006 de Julio López se sucedió el
secuestro de Luis Gerez, continuas amenazas, intimidaciones
y pintadas defensoras del golpe en las principales ciudades
de la provincia de Santa Fe. La misma víctima había
sido amenazada cientos de veces, según denuncian sus
allegados.
El gobierno del “socialista” Hermes Binner y la
presidenta Cristina no pueden avalar la hipótesis de
“robo” a Silvia Suppo ni hacerse los distraídos frente
a su crimen. Los gobiernos provinciales y nacional son los
responsables políticos de que estos hechos se repitan.
Piden celeridad a la Justicia, pero no hacen nada para
unificar las causas, evitando la dilación de las mismas, la
exposición continua de los testigos y el accionar delictivo
de quienes respaldan a los genocidas.
Ante estos zarpazos represivos, ¡hay que pararle la mano
a los milicos!
No hay otra forma de hacerlo que profundizando la
movilización iniciada por los familiares, los organismos,
el Espacio Memoria Verdad y Justicia, exigiendo:
• Investigación y
castigo a los secuestradores y asesinos de Julio López y
Silvia Suppo
• Basta de
amenazas y provocaciones
• Unificación de
las causas por centro de detención
• Cárcel común y
efectiva a todos los responsables de las apropiaciones y crímenes
de lesa humanidad