Quebró Massuh, y Guillermo Moreno se convirtió en Menem:
rebaja de todos los salarios a 1.500 pesos, retiros
“voluntarios” miserables y amenazas de mandar a la
Gendarmería a desalojar la fábrica son las medidas que se
le ocurrieron, junto con echarle la culpa a los trabajadores
del déficit de la empresa “porque siguieron cobrando el
salario a pesar de que la empresa está mal” (¡¡¡¡!!!!).
El que hace y dice estas cosas es el mismo funcionario que
un año atrás, al hacerse cargo de la papelera, les dijo a
los trabajadores: “Ahora de casa al trabajo y del trabajo
a casa, que yo ya tengo vendida la producción”.
Las posibilidades que propone Moreno ante la quiebra son
dos: cooperativa o privatización. En cualquiera de las dos,
los que salen perdiendo son los trabajadores: la
cooperativa es una trampa, porque los trabajadores tendrían
que hacerse cargo de la millonaria deuda de la quiebra, que
les significaría superexplotarse a sí mismos por muchos años,
no para sacar la fábrica adelante ni mejorar sus
condiciones de vida, sino para
pagar los millones que robó Massuh. Y si la compra un capital privado, va a cerrar varias secciones y despedir a cientos de
compañeros, como está escrito en el informe que hizo
Estrada después de venir a ver la fábrica.
La única manera de que la fábrica siga funcionando con
todos sus puestos de trabajo es la estatización. No
entendemos por qué un gobierno que puede pagar seis
mil millones de deuda a unos buitres internacionales no
tiene plata para expropiar Massuh y ponerla a producir para
el Estado nacional. Parece que si no hay elecciones cerca,
el bienestar de los trabajadores y la industria nacional ya
no son valores dignos de ser defendidos. El gobierno se
enorgullece de “honrar los compromisos del país” con
los parásitos de las finanzas, pero tiró a la basura el
compromiso que tiene con los trabajadores de mantener los
contratos de Papelera Quilmes hasta noviembre del 2011.
Paro y movilización al gobierno nacional
Con
la rebaja salarial anunciada, muchos compañeros hablaban de
reducir los días de trabajo. Quedarse en casa es muy justo
para no trabajar gratis, pero no alcanza para lograr una
solución. Paremos esos días movilizando al Ministerio de
Trabajo, a Producción o a Plaza de Mayo, convocando la
solidaridad de compañeros de otras empresas y a las
organizaciones, para reclamar la estatización de la planta
y que el gobierno se haga cargo de su compromiso con los
trabajadores, denunciando además la rebaja salarial en
plena inflación y la estafa de los retiros
“voluntarios” que el gobierno está intentando.
• Estatización
definitiva de Papelera Quilmes
• No a la rebaja
salarial
• Asambleas
conjuntas de mensuales y jornales para decidir el plan de
lucha