La lucha por aumento de salario para los docentes
neuquinos puede pegar un salto, luego de que las asambleas
votaran rechazar el ridículo ofrecimiento del gobierno de
Sapag de un 5% al básico. En la última asamblea de ATEN
Capital, más de 600 docentes levantaron la mano de forma unánime
por el rechazo, y se abrió una discusión sobre cómo
continuar el conflicto.
En este aspecto, empieza a “hacer
ruido” en la base docente el funcionamiento burocrático
que impone Guagliardo, secretario general de ATEN, con las
complicidades de distintas seccionales, incluyendo Capital,
que más allá de algunos cacareos no da una pelea real por
cambiar el mecanismo que pone en el plenario de secretarios
generales las resoluciones del gremio. ¿Cómo funciona? Muy
sencillo, en el plenario cada seccional tiene un voto,
independientemente del número de docentes que estén
reunidos en asamblea. Cuando en Capital hay 600 compañeros,
en otras seccionales se declaran 6 o 7 en asamblea, pero
tienen un voto, igual al de Capital. O sea que dos
seccionales con menos de 10 docentes cada una deciden más
que los más de 600 compañeros de Capital. Guagliardo se
apoya en este mecanismo burocrático en vez de contabilizar
los votos de cada asamblea. Esta semana se repitió que la
verdadera mayoría en todo el gremio (los votos totales de
los docentes reunidos en todas las asambleas) planteaba paro
de una semana con asamblea el miércoles o paro por tiempo
indeterminado, y la burocracia en el plenario de secretarios
generales impuso uno de apenas 72 horas, muy poco para un
conflicto que ya viene desde el inicio de clases haciendo
paros de 48 y 72 horas todas las semanas. Una vez más, se
repite que la voluntad de pelear de la base choca contra la
política conciliadora de Guagliardo y sus amigos
kirchneristas de Amaranto (docentes ex dirigentes del FER
del Comahue, devenidos pro Kristina -678 Nqn-
y grupo de choque de la burocracia).
El plenario de secretarios generales de ATEN demuestra que
su “democracia” no es tal, y desde el nuevo MAS
planteamos que las decisiones de cómo continuar el
conflicto se hagan sobre los votos totales de todas las
asambleas, y no con el mecanismo de “un voto por
seccional”, porque eso atenta contra la democracia directa
de los trabajadores. ¡Para llevar al triunfo la huelga
docente, que decida la verdadera mayoría y se respete el
mandato de las asambleas!