Durante
el 2009, de la mano del dekano Aliaga, resurgió en Exactas
una rémora de la década neoliberal menemista continuada
por los K: la Ley de Educación Superior (LES) y su
principal herramienta, la CoNEAU.(1) En esta oportunidad
su objetivo es acreditar en dicho organismo
principalmente tres carreras de grado (Computación, Química
y Geología), y avanzar sobre otros posgrados, sitios en los
cuales el avance de la legislación privatista ya dio sus
primeros pasos hace algunos años.
El mecanismo para privatizar no es directo: la CoNEAU es
el organismo que acredita y valida las carreras
universitarias. Por medio de esta comisión, y con la
complicidad de la camarilla universitaria, se puede quitar
contenido básico de los títulos de grado y moverlo a los
posgrados arancelados, exigir la modificación de las
carreras según los intereses de las grandes corporaciones,
aplicar prácticas profesionales obligatorias como condición
para obtener el título –un hermoso regalo de mano de obra
gratuita a los sectores patronales que el rector de la
Universidad y compañía representan– y abrir las puertas
de par en par al ingreso de empresas de capital privado como
soporte de la nueva estructura resultante.
Una vez más, contra la resistencia del movimiento
estudiantil, quieren meter la privatización por la ventana.
Una gran lucha para obtener… una encuesta
Con este panorama, el año pasado los estudiantes nos
organizamos para pararle la mano a la acreditación de, en
principio, Química, Geología y Computación, cuando las
autoridades querían poner en marcha el primer paso de la
misma, llamado “autoevaluación”. Con el Decanato de la
Facultad tomado durante dos días, se consiguió que no se
avance en este sentido hasta que la comunidad educativa no
hiciera un pronunciamiento, por lo cual se acordó un
plebiscito a realizarse entre el 10 y el 14 de mayo de este
año.
Sin embargo, el proyecto de “plebiscito” presentado
por las autoridades es una trampa.(2) Sin consultar en ningún
momento sobre la voluntad de los docentes y estudiantes en
torno a la LES y la acreditación de carreras a la CoNEAU,
el documento se reduce a un mero sondeo de opinión sobre
distintos temas. Es una maniobra que elude el eje en cuestión
y divaga sobre una serie de cuestiones “en general” a la
búsqueda de confundir a algún distraído… casi dando por
descontado que la CoNEAU ya está puertas adentro. No es
necesario mencionar que su carácter no es vinculante y que,
en relación a los fines meramente estadísticos que
persigue, se divide el voto entre carreras y claustros, por
lo cual tiene más jerarquía el de un profesor titular
–preferentemente vinculado a la gestión– que el de un
estudiante, a pesar de ser éstos una amplia mayoría. Es,
en definitiva, una muestra del rol antieducativo, pro
empresarial y privatista de la camarilla universitaria, a la
vez que un reflejo del carácter antidemocratico del
gobierno de nuestra UBA.
El 7 de abril, los estudiantes realizamos una asamblea
para tratar sobre estos temas y darnos un plan de lucha.
Hubo consenso en torno al carácter desviacionista del
proyecto basura presentado por el decano Aliaga. Desde el ¡Ya
Basta!, llamamos no sólo a rechazar esta trampa de Aliaga,
sino también a que el Centro de Estudiantes organice el
repudio a esta maniobra confusionista, de forma que los
estudiantes y docentes puedan fijar claramente su posición
sobre si están de acuerdo o no con la acreditación de las
carreras a la CoNEAU.
Junto con esto, entendiendo que el problema es de toda la
Universidad (ya que la avance de la CoNEAU y la LES se está
llevando a cabo de forma segmentada), propusimos realizar un
Congreso Extraordinario de la FUBA en Exactas para discutir
los problemas que aquejan al conjunto del estudiantado
universitario, teniendo en cuenta que no fue éste el carácter
del Congreso Ordinario realizado recientemente (ver
aparte).(3)
Derrotemos la avanzada
privatista con la organización masiva
Una vez más, queda claro que no es en los antidemocráticos
espacios institucionales donde los miembros de la comunidad
educativa que luchamos por la educación pública vamos a
obtener nuestras exigencias, sino en la acción más amplia
y de base. Quedó demostrado en la práctica que Hallú, que
renovó su mandato el pasado martes 13, seguía al pie de la
letra su programa político cuando debió reprimir a quienes
nos movilizamos a la Asamblea Universitaria para reclamar
que la Universidad sea democratizada, para que la educación
sea un derecho y no un privilegio y esté orientada a
procurar el bienestar general y no dinero para unos pocos.
Por ello, insistimos en la necesidad de rechazar el
plebiscito-trampa de Aliaga y la camarilla. Al mismo tiempo
se hace perentoria la realización del Congreso
Extraordinario de la FUBA antes del 10 de mayo, día en que
comienza la “encuesta”, para afrontar este serio
problema con todos los estudiantes universitarios, porque
hoy vienen por Exactas, pero mañana será por el conjunto
de la Universidad.
1. Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria, formada por miembros electos en el Congreso,
representantes de universidades públicas y privadas y de
una misteriosa “Academia Nacional de Educación”
2. Los plebiscitos son siempre un mecanismo tramposo. La
llave sobre su resultado la tiene siempre quien decide las
preguntas. Debido a esto, los estudiantes y sectores
populares tenemos que medir siete veces nuestra capacidad de
imponer realmente el plebiscito que necesitamos antes de
lanzarnos al mismo.
3. El sábado 27 de marzo se realizó el Congreso
Ordinario de la FUBA, que se limitó a legitimar un acuerdo
de aparato entre el PO-La Mella-PCR-Libres del Sur de cara a
otro año de conducción, en lugar de discutir los problemas
de conjunto del movimiento estudiantil para pegarles de
lleno.