Socialismo o Barbarie, periódico Nº 174, 15/04/10
 

 

 

 

 

 

Elecciones de decanos y rector en La Plata

La FULP, por el camino de las instituciones y
el diálogo con las autoridades de la LES

¡Ya Basta! - La Plata

A tono con la coyuntura política nacional, la “institucionalidad” se impone en las elecciones de decanos y rector en la Universidad Nacional de La Plata. Las autoridades de la Ley de Educación Superior (LES), radicales, peronistas, “progres” y derechistas, avanzan con el campo allanado, ya que las direcciones del movimiento estudiantil no se cansan de repetir que “quieren garantizar el debate”.

Para el Frente Popular Darío Santillán y las fuerzas “independientes” que lo secundan en la conducción de la Federación Universitaria de la Plata (FULP) -al igual que para la CEPA, Sur, Liberación y demás agrupaciones populistas- la lucha por democratización de hace tres años es un recuerdo molesto que quieren borrar. También las interrupciones a las sesiones del Consejo Superior cada vez que se debía tratar algún tema sentido –como el presupuesto-, ante la evidencia de que las camarillas nos someten con su mayoría automática.

Su política es suplicarle “diálogo institucional” al antidemocrático régimen universitario al servicio de los capitalistas.

Pese a que hace tres años que las autoridades vienen revirtiendo el proceso de deslegitimación que la lucha impuso, y a la desmovilización generada por las direcciones, en las asambleas estudiantiles se evidenció la presencia de un nuevo sector como reflejo no sólo de la bronca contra las autoridades universitarias, sino también de cierto hartazgo con la pelea interburguesa por arriba a nivel nacional.

Esto descolocó a las agrupaciones “antiasambleas”. El chavista Miles se retiró repudiado de la asamblea de Bellas Artes cuando se negó a aceptar que su consejero debía acatar el mandato de asamblea. En Psicología, su agrupación Utopía, conducción del centro, no pudo ningunear a la asamblea. Lo mismo ocurrió con la UNITE-CEPA, a la que no le dio para imponer a la asamblea sus plebiscitos, que denomina asambleas por curso.

Otras agrupaciones como la Walsh de Periodismo o la Franja Morada no tienen ningún prurito en desconocer las asambleas y mostrarse como brazo de la gestión.

Ni democratización, ni pliego

Como hace tres años, la mayoría de las agrupaciones opositoras se negaron a plantear la democratización y elaboraron un pliego de demandas estudiantiles. Sin embargo, algunas de ellas antes usaban esos reclamos como exigencias, sin las cuales frenaban la elección de autoridades. Su proceso de desmoralización con los resultados de su política los llevó a que esta vez ni siquiera tensaran con el pliego. La Redonda Potenciada del CAUCE y el Frente Popular en Periodismo aceptó que sesione el Consejo y les leyó los reclamos a las autoridades: ni siquiera aceptó pasar por las aulas a denunciar a la gestión. Ni hablar de hacer un poco de ruido o de sacar nuestro rechazo a la calle con un corte.

Su ubicación los lleva a seguir cediendo terreno ante las autoridades como demostró el haber perdido el centro, al igual que le pasó al FPDS en Psico, que perdió por mil votos con Utopía. En Humanidades, esto se evidencia en que la voz cantante la llevó La Llamarada, abiertamente pro gestión, ayer kirchneristas vergonzantes, hoy con Pino Solanas, que está con la oposición de derecha. En un volante se da el gusto de reivindicar que en la asamblea estuvieron todos juntos, inclusive el Movimiento Evita, contra el trotskismo.

Después que la FULP dejó la lucha y se sentó en las comisiones de reforma de estatuto con las autoridades perdió toda iniciativa. El argumento para sentarse era conseguir algo como acabar con el examen eliminatorio en Medicina. No sólo no lo lograron: hoy además del examen hay un curso introductorio de un año. Pese a la testaruda realidad, el FPDS (AULE) en Humanidades pasaba por las cursadas diciendo que la reforma tuvo “cosas buenas y cosas malas”…

El PO y el PTS: ¿rechazo sin enfrentar la política de la FULP?

La oportunidad de revertir el proceso de reinstitucionalización estaba en Bellas Artes, donde el centro es conducido por el PO y el PTS, que planteaban el rechazo a las elecciones. Veamos lo que dice la editorial sobre Universidad del diario El Día.

“Que el trotskismo se haya sentado a sesionar en Bellas Artes es un dato auspicioso, y así lo reconocieron las nuevas autoridades. No obstante, si bien es cierto que su discurso se torna incomprensible -dicen que hay un proceso de ‘privatización de la educación pública’ en su facultad y en la UNLP-, el viernes protestaron porque el debate se dio después de la votación".

El relato del derechista diario es gráfico de a lo que lleva el juego del PO y el PTS de plantear una política independiente pero negarse a delimitarse de la conducción de la Federación, que busca el diálogo institucional con los radicales y peronistas que cogobiernan la universidad.

Con su habitual falta de escrúpulos, el PO ridiculizaba las tomas de facultad como método de lucha y planteaba que la arena de batalla “es el Consejo”. El PTS, un poco más vergonzante, argumentaba que había que entrar al Consejo para “no dejar sola” a su consejera no docente, a la que le habían votado entrar. La mejor manera de no dejarla sola era poner en pie la lucha estudiantil para que la no docente tuviera puntos de apoyo para dar la pelea política con sus compañeros de trabajo. El PTS vende como solidaridad con los trabajadores acompañar su derrota política en no docentes. En su política fragmentaria y obrerista, al PTS se le desdibuja el planteo de mayoría estudiantil.

A menos de diez días de la elección de rector se negaron a exigir una interfacultades a la FULP. Luego, cuando en una asamblea posterior no les quedó margen y se votó ponerle fecha a un llamado desde Bellas Artes, se negaron a mantenerlo cuando la FULP se negó a hacer interfacultades. Sus planteos de rechazo son para autoconsumo, no para construir una alternativa con el activismo que se acercó a las asambleas. No para confrontarlos con quienes conducen al movimiento estudiantil a la derrota. Nuevamente privilegiaron el criterio de secta de no partir de las necesidades del conjunto del movimiento estudiantil y de las posiciones políticas.

Un bloque para disputar a la dirección de la FULP

Las asambleas mostraron que una creciente vanguardia busca politizarse. El año pasado se mostró que no se van a tolerar los ataques, como ocurrió en los comedores cuando quisieron aumentar el menú. Es impostergable la tarea de poner en pie en toda la universidad un bloque independiente de las autoridades de la LES, que gane las calles junto a los trabajadores. La marcha de este viernes tiene que ser el primer paso.