Los
docentes firmes en pie de lucha
El
conflicto de los docentes de Neuquén se profundiza día a día.
El pasado viernes, el gobierno de Sapag dictó una
conciliación obligatoria que fue rechazada por unanimidad
en las asambleas de base de todas las seccionales: en
Capital se pronunciaron más de 800 compañera/os.
Mientras la conducción burocrática de Guagliardo se
encarga de lavarle la cara al gobernador aliado de los
Kirchner –llegando a decir que se había “confundido de
libreto” agarrando el que había dejado Sobisch–, por
abajo la bronca es mucha, la base sigue muy firme marcándole
la cancha a la conducción.
SoB:
Contános tu visión del conflicto.
Mabel:
El conflicto empezó de manera atípica. Con paros por 24
horas semanales, 48, 24... cuando siempre es costumbre
arrancar sin clases. Esto tiene que ver con la actitud
conciliatoria que tiene la conducción de Guagliardo con el
gobierno. Esta es la segunda semana que estamos con paro
todos los días, gracias a la base... la burocracia quería
paro de 72 horas.
Esta
opción no sirve, no sirve como medida de presión y tampoco
sirve para avanzar con los contenidos en las aulas. El
conflicto se masificó, hay mucho acatamiento.
Se debe
en parte al problema salarial, pero también al tema de la
mutual, el ISSN –Instituto de Seguridad Social de Neuquén–
que no nos brinda atención. Yo soy maestra de sala y en los
últimos aumentos que hubo quedamos excluidas, fueron para
los profesores. Nuestro salario, el salario de los docentes
de base, viene congelado hace rato.
SoB: ¿Qué opinás de la conducción
del gremio y de la distinción que hacen entre Sapag y
Sobisch?
Mabel:
Es una falsa distinción. Son exactamente lo mismo. Los dos
son parte del MPN y jugaron el mismo papel de ajustar con
nuestro salario. La burocracia separa porque con Sapag acordó
el año pasado. Tiraron para atrás cada medida que votaba
la asamblea, en los plenarios de Secretarios Generales.
Levantaron el paro llevando gente totalmente desconocida a
votar a la Asamblea, cerrando por 150 pesos. Sapag estaba
chocho, “hay sectores con los que se puede dialogar”,
decía.
En la
conducción no hay que depositar ninguna confianza, ya
tenemos la experiencia de años anteriores, sabemos cómo se
manejan. No sólo son capaces de levantar el paro por nada,
en 2007 levantaron por nada y con un compañero menos.