Una
historia de traiciones
En momentos en que varias de las experiencias
independientes que se dieron en el país desde el 2001 se
aprestan a votar –de manera muy poco crítica– el
ingreso a la CTA, y cuando está planteada la perentoria
necesidad de poner en pie una lista y/o corriente clasista
en su interior, no
viene mal recordar la “foja de servicio” de los burócratas
que vienen estando al frente de la misma desde su
nacimiento.
A la CTA, y a sus gremios adheridos, no se le conoce una
lucha ganada conducida por sus “dirigentes” pero sí
muchas entregadas: obvio que para ellos todas esas derrotas
constituyeron, invariablemente, grandes “triunfos”...
No está demás recordar cómo nuestro compañero Carlos
Fuentealba fue asesinado en uno de esas tantas luchas
dejadas aisladas
por la CTA: la misma
siquiera convocó a un paro general para imponer el castigo
a los culpables, cosa que sólo hizo la CTERA por 24 horas y
no mucho más…
Pero no hace falta remontarse a la historia para marcar
las agachadas de la CTA.
Para empezar, hay que ver los sueldos miserables de
los estatales y los docentes que son los gremios más
importantes de la central, llenos de ítems pero… con
básicos
por debajo de la línea de pobreza!
Este año, el SUTEBA (docentes de Provincia de Buenos
Aires), con Baradel a la cabeza, firmó un miserable 23% en
cuotas que ya se lo comió la inflación. El gobierno K,
como pago a los servicios prestados –hacer pasar una
paritaria miserable–, convalidó el fraude escandaloso en la seccional La Plata donde la burocracia le robó
la seccional a la oposición de izquierda: ¡así se
maneja la central “democrática”!
En ATEN (docentes neuquinos) acaban de consumar
otra traición escandalosa: luego de 13 semanas de lucha
los “dirigentes” firmaron un acta de acuerdo entreguista
con el gobierno provincial que las asambleas de base habían
rechazado; firmaron por un aumento entre el 7 y el 11%. Una
vergüenza.
La CTERA no hace un paro nacional por salario desde hace
una década y nunca llama a un paro en solidaridad con los
docentes en lucha en las provincias. Este año, no sólo
aisló la lucha neuquina, sino también hubo fuertes y
prolongados paros en Río Negro y San Luis, entre otras
provincias: la CTERA, bien gracias.
En ATE hacen como que “luchan” contra la patota y la
intervención en el INDEC. Una vez al mes hacen un abrazo al
edificio como gesto simbólico. Pero para ganar y echar a la
patota –y a Moreno– hay
que luchar en serio y sostenidamente, cosa que la burocracia
nunca hace.
Otro pro-hombre de la CTA, el ex luchador Alberto
Piccinini, llevó la lucha de Metal Paraná a un callejón
sin salida. Por su parte, Pedro Wasiejko, del Neumático y
segundo de la CTA, siempre presenta la lucha de Firestone
del 2004 contra los despidos como un “gran triunfo”…
La realidad fue exactamente al revés: fue
una gran traición. Después de aceptar una rebaja
salarial lisa y llana en el 2001 supuestamente a cambio de
que “no habría despidos”, la patronal echó a casi 100
trabajadores. Así las cosas, luego de paros, movilizaciones
y un acampe en la puerta de la empresa a lo largo de casi 10
meses, los trabajadores se cansaron de esperar respuestas y
realizaron un bloqueo total de la planta por más de una
semana: la fábrica no pudo romper el bloqueo y, acorralada,
llamó a negociar… PW salió corriendo a decir que se había
“ganado” y levantó el bloqueo: en la negociación se
reincorporaron… 6 trabajadores y casi 90 familias se
quedaron en la calle. ¡Así
son los grandes “triunfos” de la CTA!
Más acá en el tiempo, este mismo personaje que, caradura
él, se hacía llamar “el zurdo”, mandó una patota a
FATE para tratar de frenar la elección donde perdió la
seccional San Fernando. Esto para no hablar de la entrega de
los casi 200 trabajadores despedidos en el conflicto del
Neumático en el 2008.
Los ejemplos podrían seguir casi hasta el infinito…
Pero creemos que ya está claro que ambos sectores burocráticos,
sean Yasky, Wasiejko, De Gennaro o “Cachorro” López,
tienen sobre sus espaldas una historia de traiciones. Razón
de más para poner en pie una verdadera alternativa
independiente y clasista dentro de la CTA y también fuera
de ella.