La
FULP estuvo absolutamente ausente durante las dos semanas de
toma en Medicina. Recién apareció el miércoles 16 en una
Interfacultades votada desde Bellas Artes para cubrir el
problema de la falta de coordinación real en apoyo al
conflicto, y apareció sólo para desconocer cualquier carácter
resolutivo del espacio (con el papel activo del PO como
desde el primer día), no sin antes haber boicoteado su
convocatoria llamando a asambleas en los comedores
universitarios para el mismo día a la misma hora. Tres días
después de este bochorno, se realizó el Congreso Ordinario
de la FULP, donde la conducción estalló en mil pedazos.
Dos
años de retrocesos
Desde
su nacimiento en 2008, la FULP fue un desastre político
caminante. Baste recordar la Asamblea Universitaria de ese año,
donde la FULP se sentó a legitimar la reforma de estatutos
que dejó a los estudiantes sin quórum perfecto, o su
planteo de que el Rector pueda meter la policía en las
facultades con el compromiso de no usarla para reprimir… o
su boicot a la lucha de los comedores en el 2009; estos
hitos demostraron su total incapacidad para dirigir al
movimiento estudiantil, ya que en un escenario de
ataques brutales desde el Rectorado y respuestas activas
desde los estudiantes, su política fue el llamado constante
a confiar en las autoridades (por ejemplo, el aumento del
ticket del comedor era “un rumor”) combinado con el
ataque al activismo y al Ya Basta! (por ejemplo, las
Interfacultades del 2009 eran “una maniobra del Ya
Basta!”, y los estudiantes que repudiamos la Asamblea
Universitaria del 2010 éramos “fascistoides”, según
Insurrectos, Presidencia de la FULP).
Una
vez expuesta la crisis terminal de la conducción, las
comisiones del Congreso fueron una exhibición del más
asqueroso y cínico oportunismo: todas las corrientes que
fueron parte de esta FULP disparaban sobre la COPA el
lapidario balance para no cargar con la autocrítica que debían
hacerse. La CEPA quiso capitalizar esta crisis llamando
a formar tras ella un frente sojero, y al no conseguirlo
presentó lista sola y se retiró dejando la puerta
abierta a que Franja Morada se quedara con la Federación,
cuestión que no se les “escapó” sino que va en sintonía
con su reivindicación del reciente congreso de FUA como un
“paso adelante” en la lucha contra la LES, y con su
invitación al Presidente de la FUA como orador en una
marcha de Medicina, entre otros acercamientos.
El
PO y el PTS saltan del bote hundido
Tanto
el PO como el PTS fueron acaso los defensores más
entusiastas de esta FULP desde
el 2008, y pese a que en el Congreso se sumaron a la campaña
“péguele a la COPA”, se negaron a hacer un balance
real de estos 2 años de FULP no independiente, y a
tomar por consiguiente el llamado que el Ya Basta! levantó
durante esos mismos dos años a construir un bloque político
realmente independiente y desde abajo.
El
caso del PO es bien claro, ya que en el Congreso de la FUA
formó un frente nacional sojero con la CEPA y Libres del
Sur, a la vez que reventó un Encuentro Nacional de
Estudiantes ¡llamado por él mismo!, que hubiera podido
servir para luchar, por ejemplo, por Medicina.
Particularmente ridículo fue el volante que repartió el PO
el sábado, titulado “No somos cómplices del vaciamiento
de la FULP”, cuando poco antes decían “de la FULP nos
van a sacar con los pies para adelante”, incluso cuando
luego de la Asamblea Universitaria de abril salieron a
“defender más que nunca la FULP independiente” que decía
que éramos fascistas!
El
cretinismo del PTS también resulta claro a la luz de su
ubicación en la lucha de Medicina, donde se negó a
disputar la dirección a la CEPA, así como en la FULP se
negó a disputar la dirección a la COPA e Insurrectos,
levantando los llamados desde la base a Interfacultades
cuando estas corrientes se oponían en los espacios burocráticos.
Es obvio que una corriente así no quiera comprometerse políticamente
con otra que sí le disputa a la burocracia, como lo hizo el
Ya Basta! en los dos años de esta FULP. Así como en el
movimiento obrero habla de “sindicalismo de base”, es
evidente que su política es el sindicalismo más obtuso,
pero a juzgar por su actuación en el movimiento
estudiantil, no es precisamente “de base”.
Por
una alternativa independiente desde abajo
Tanto
la lucha de Exactas de la UBA como la de Medicina de la UNLP
demuestran que hay fuerzas crecientes para luchar en el
estudiantado. Y los anuncios cada vez más insistentes de
aumento del ticket del comedor universitario alertan sobre
ataques duros desde las autoridades… Hoy más que nunca
hace falta una alternativa independiente que organice la
lucha desde abajo y pueda dirigir al movimiento estudiantil
hacia la victoria.