Los estudiantes de Artes Multimediales del IUNA venimos
organizando el centro de estudiantes desde principios de año
en respuesta a las pésimas
condiciones de cursada que tenemos: más de 300
estudiantes en tres aulas, horarios únicos para los tres últimos
años en una carrera que dura cuatro, y con esto, la intención
de las autoridades de cerrar el turno noche de primer año.
En la última asamblea (martes 8 de junio) se trató el
tema de qué hacer con el petitorio que lanzamos por los
horarios y por el edificio propio.
Hubo dos posturas claras: la que planteaba realizar una
jornada artística de reclamo a las autoridades en la puerta
del IUNA, ya que son ellos los primeros responsables de lo
que pasa en la carrera; desde 2008 que está planteado el
reclamo del edificio y no han encontrado ninguna salida
positiva a este conflicto. Mientras tanto, determinan a través
del plan de estudio qué tipo de estudiante busca la
facultad: un estudiante que tenga las condiciones socio-económicas
que le permita estar a completa disposición, aunque este no
es el caso de la mayoría de los que cursamos. La otra
postura ponía en duda el reclamo hacia las autoridades:
dice que tenemos que “ser inteligentes” y aprovechar la
coyuntura política para utilizar el poder del decano, a
través de reuniones donde podamos plantear de “igual a
igual” nuestra postura. De ahí podríamos obtener una
respuesta para elaborar un informe de la situación actual
que se entregaría a las autoridades en vez del petitorio.
Se sostiene también que no hay que confrontar con las
autoridades porque eso significa aislarnos y perder apoyo en
el reclamo. Esta postura de conciliación
con las autoridades no trae más que confusión acerca de lo
que debemos hacer los estudiantes para defender nuestros
intereses y la educación pública. Se hace necesario,
entonces, dar luz sobre ciertos puntos oscuros.
En
primer lugar, no se trata de confiar en las buenas
intenciones que puedan llegar a tener las autoridades para
resolver nuestros problemas, sino del interés
que sostienen al no querer salir a reclamar, al no hacer
jornadas de discusión, al mantener las actuales condiciones
de cursada y al definir el tipo de estudiante que la
universidad busca. El decano de nuestra facultad, el
compositor Carmelo Saitta, forma parte del rectorado y votó
a la rectora que actualmente tenemos. Además, deja bien
clara cuál es su postura cuando dice que “la
tecnicatura es a la mañana”, y cuando deja
que se cierre la mitad de la carrera en la sede Moreno,
Provincia de Buenos Aires, sin intención de buscar una
solución viable más que dejar que esos estudiantes vengan
a cursar a la sede Yatay, en Capital. Y por si esto no
bastara, no le
tiembla el pulso al afirmar que si por él fuera “dejaría
de financiar la educación artística para financiar
entonces a las ingenierías”. Nada más alejado de los
intereses de los que estudiamos para ser futuros artistas.
Los
estudiantes que día a día transitamos por las aulas, que
estudiamos y proyectamos, que sufrimos en
carne propia las consecuencias de las políticas
educativas del gobierno, que tenemos que dejar de cursar
para ponernos a trabajar porque la situación económica está
cada vez más difícil; en suma, que entendemos
perfectamente lo que necesitamos, estamos relegados a ser representados
en minoría a la hora de fijar el rumbo de la
Universidad. Por ejemplo, no
elegimos directamente al decano, sino que es elegido por
el Consejo de Carrera a propuesta del rector del IUNA, y de los cinco miembros del Consejo
sólo hay un estudiante, el cual sòlo puede ser elegido por
los alumnos regulares. Si hablamos de la institución
tenemos que hablar de los que la manejan, de
los que tienen el poder de tomar las decisiones en todo
cuanto compete a la carrera y al IUNA. Acá se plantea la
cuestión de la democratización
de la Universidad. En los hechos, nuestro futuro está atado
a las decisiones de otros.
La
única manera de darle a la Universidad una dirección que
responda a los intereses y las necesidades materiales de los
estudiantes, una dirección verdaderamente
democrática que no excluya a un solo estudiante, no va
a venir de la Institución ni de sus autoridades
privatistas, sino de
la organización, de la discusión, de la participación y
del compromiso de los estudiantes en lucha. Lo que
estamos viviendo ahora es consecuencia de una política
educativa neoliberal impulsada por el menemismo y los
sucesivos gobiernos que, apoyándose
en herramientas como la Ley de Educación Superior (LES),
ponen a la Universidad pùblica al servicio de las empresas
y sus negociados, desconociendo los intereses de los
estudiantes, del pueblo y de los trabajadores. Por eso
nosotros debemos impulsar medidas desde abajo como las
asambleas, las pasadas por los cursos, jornadas de lucha y
debate, para tomar los problemas en nuestras propias manos
construyendo un centro de estudiantes que nos permita fijar
el rumbo de la Universidad pública al servicio de nuestros
genuinos intereses como estudiantes, integrantes del pueblo
trabajador y futuros trabajadores del arte y la cultura.
En
ese sentido, desde el Frente de Artistas, estamos impulsando
con toda nuestra fuerza la próxima Jornada artística de
lucha, el miércoles 14 de julio a partir de las 13 hs, en
la sede de Multimediales IUNA. Va a haber muestras de
estudiantes, proyecciones, nos van a visitar compañeros de
otras carreras, y la oportunidad va a dar pie para el
intercambio y el debate.
Vení
el miércoles 14 a la puerta del IUNA Multimediales, Yatay
843 (y Corrientes), desde las 13 hs., a la Jornada artística
de lucha.